CAPÍTULO VIII: Blas el hechicero parte 2

Blas finalmente comprendió que no se trataba de un sueño y que su hermana

Leila de alguna manera logró regresar el tiempo y por eso se apareció en la cárcel

antes de su ejecución, lo único que no entendía era porque ahora era un hechicero,

necesitaba investigar  al respecto y decidió seguirle la corriente a su

madre.

-Mamá tienes razón solo estoy bromeando

-No es gracioso Blas – le dijo Wanda muy molesta.

Durante su tiempo en la cárcel leyó mucho sobre el tema y su familia poseía

el gen de magia y con frecuencia nacían hechiceros oscuros muy poderosos por eso

estaba prohibido casarse entre parientes o con personas que poseyeran ese gen debido

a que la familia Escalante quería acabar con su linaje de hechiceros.

-Lo voy a hacer por esta vez porque creo que solo estás nervioso debido

al compromiso.

Wanda tomó de las manos a Blas y él pudo sentir como una energía muy limpia

y llena de un profundo amor fluía desde ella y lo envolvía, mientras su madre

hacía esto en su cuerpo se resaltaban muchos símbolos y sus ojos se volvían muy

brillantes, era algo muy hermoso de ver, en el pasado Blas ignoraba que su

madre también era una hechicera de muy bajo rango.

-Blas tienes mucho poder dentro de ti, ¿Qué has estado haciendo? – Le preguntó

Wanda a manera de reproche.

-No he hecho nada mamá te lo juro – Respondió Blas con sorpresa.

Blas seguía sin comprender nada de lo que pasaba, aunque si se sentía diferente

no solo se trataba de sus características físicas sabía que algo más ocurría dentro de él.

-Es una suerte que Arisha al ser tan escéptica y no creer en la magia no se

va a dar cuenta.

Para que los ciudadanos de Nadine pudieran desarrollar la capacidad de

identificar a los hechiceros debían creen en la magia, pero al ser un lugar con

tecnología muy avanzada y grandes descubrimientos científicos, era difícil que una

persona pudiera creer en un mito como lo era la magia.

 Arisha pertenecía a ese grupo de

personas que no creían en la magia porque era una mujer de ciencia, a

diferencia de su hermano Evan que si creía en esta y podía detectar hábilmente a

los hechiceros.

-Listo, pero esta es una solución temporal porque tus poderes son muy fuertes

y yo cada vez estoy más débil.

Blas miró su brazo y el lugar donde en su vida anterior Leila lo había

marcado existía un complicado tatuaje el cual comenzó a desvanecerse poco a

poco.

-Blas la magia prohibida es muy peligrosa porque es difícil de controlar, no

sé por qué te atreviste a jugar con esto – Le dijo con mucho miedo.

Wanda luego de hacer el hechizo se encontraba muy débil y necesitaba

descansar, se despidió de su hijo insistiéndole que se apurara porque Arisha

tenía mucho tiempo esperando en el estudio.

-Mamá puedes pedirle al personal que le lleven un té a Arisha

-Yo pedí que le llevaran café

-No mamá el café le hace daño

-Nunca me lo había dicho, ya me ocupo de eso ahora por favor apúrate y no la

hagas esperar.

Cuando leyó el diario de Arisha se dio cuenta de que ella siempre complacía

a las personas, aunque eso le pudiera producir daño tal era el caso del café,

quería tomar una ducha y vestirse adecuadamente porque sentía una emoción indescriptible de volver a

verla y quería lucir bien.

Observó su cabeza y ya eran muchas las entradas y eso no lo favorecía, recordó

que en su vida anterior tardó mucho tiempo en aceptarlo y por eso sabía que debía

rapar su cabello porque sería más sencillo, aunque se preguntó si tal vez con

magia podría curar su calvicie.

-Creo que primero necesito saber cómo usar este Don – Dijo mirando su brazo,

pero su tatuaje ya no era visible.

Una vez que estuvo listo salió de su habitación y caminó en dirección al

estudio, aunque no quería apresurar el paso, realmente le alegraba volver a

verla con vida, eran ciertas las palabras de Leila ella era la estrella de su vida y cuando lo descubrió ya era demasiado tarde.

Se encontró en su camino al estudio con Leila y recordó lo acabada que lucía

cuando lo visitó en la cárcel, su hermana ahora se veía joven y llena de vida, pero

le llamó la atención sus ojos ya no eran de un azul intenso, por el contrario, se

veían apagados como los de su madre, sin embargo, Leila estaba muy feliz.

-Buenos días, Leila

-Finalmente despertaste perezoso

Blas abrazó a su hermana y no podía dejar de hacerlo siempre la había amado,

pero nunca imagino de lo que ella podría ser capaz de hacer por él.

-Gracias – Le dijo a su hermana

-¿Por qué me das las gracias?

-Por lo que sea que hayas hecho muchas gracias.

-Blas estás raro el día de hoy y tengo miedo.

Blas se dio cuenta de que tanto su madre como su hermana no mencionaron el

detalle de su cambio y necesitaba investigar por qué ocurría esto.

-Qué escena tan conmovedora la de ustedes dos – Dijo Boris que venía

caminando en dirección a ellos.

Blas observaba con ira a su medio hermano y recordaba todas las veces que

fue a la cárcel a burlarse, aunque lo que más le llamó la atención fue que observándolo

con detenimiento alrededor de Boris había un halo de color negro.

Leila notó la expresión de asombro de Blas y le dijo muy cerca del oído para

que nadie más pudiera escucharlo.

-Su aura es negra porque Boris tiene una maldición.

-¿Tú también lo puedes ver? – Preguntó Blas con sorpresa

-Por supuesto tonto yo tengo algo de magia.

Blas le pidió que hiciera silencio porque sabía que Boris tenía muchas

personas que trabajaban para el dentro de la casa, en el pasado cometió el error

de irse y dejar a su madre y hermana a merced de este loco, pero esta vez no sería

así.

-¿Boris no tienes nada más útil que hacer?

-Solo iba a buscarte porque Arisha tiene mucho tiempo esperando por ti –

Dijo Boris.

A Blas no le gustó que mencionara a su prometida en el pasado todos le

hicieron mucho daño a Arisha en especial Boris y el a pesar de que lo sabía no

hizo nada para ayudarla.

-No te atrevas a acercarte a Arisha – Le advirtió a Blas

El problema cuando un hechicero sin experiencia como lo era Blas en este momento

perdía el control era que sus poderes se hacían visibles para aquellos que podían

detectarlos y tanto Boris como Claudio habían desarrollado esa capacidad.

Leila colocó una mano sobre su brazo y Blas se sorprendió como de inmediato

comenzó a calmarse de inmediato.

-No vale la pena discutir con él, hermano.

Blas prefirió hacerle caso a Leila a Boris le llegaría su momento de pagar

por todo lo que hizo así que continúo caminando en dirección al estudio y

cuando estaba frente a la puerta se daba cuenta de que estaba muy ansioso,

adentro se encontraba Arisha, y para su alegría estaba viva.

Entró al estudio y la vio sentada elegantemente mientras tomaba su tasa de té,

era exactamente como la recordaba y se sonrió porque siempre fue muy

sofisticada ya que era toda una dama, luego de la tragedia había cambiado y lo

que en el pasado le molestaba porque le parecía que era una estirada y aburrida

ahora veía como algo muy hermosos todos sus gestos.

 Arisha era la misma, pero a la vez

lucía diferente, Blas se dio cuenta de que si se concentraba podía ver colores en

torno de las personas, aunque desconocía cuál era su significado, pero a

diferencia de Boris el aura de Arisha era de color dorado.

-Hola Arisha – Le dijo con la voz entrecortada debido a la emoción de

volverla a ver.

-Hola Blas – Respondió Arisha con indiferencia mientras observaba a su

alrededor.

-¿Arisha para qué querías verme? – Le preguntó Blas con amabilidad

Arisha lo miró con sorpresa y más aún por lo que hizo a continuación se acercó

hasta estar frente a ella le quitó la taza de las manos y la colocó en la mesa

a su lado y la instó a levantarse, luego le dio un fuerte abrazo.

-Me alegro tanto de volver a verte - Le dijo el con mucha emoción

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