capítulo 9

— Mía — Dice el hombre que está en la entrada de la cocina.

La misma imagen de Vladímir solo que tiene los ojos azules.

Se acerca rápidamente y me pega a la pared, oliéndome el cuello.

Haciendo que se me erice la piel rápidamente siento lo mismo que con Vladímir

Ósea que tengo dos mates.

Mierda, todo está pasando muy rápido, sin tiempo a asimilarlo.

Otro problema más que agregar a la lista.

Se despega poco a poco de mí.

— ¿Cómo te llamas? — pregunta muy interesado.

— Lea y ¿tú?

— Dimitri, mucho gusto.

— Igualmente — Digo tímida, esta versión de Vladímir es más amable.

Como son tan iguales tiene que ser su gemelo.

Será como los gemelos "Buenos y malos".

— ¿De qué manada vienes?

— Crystal blood.

— Así que eres tú.

— yo que — respondo a la defensiva.

— Nada.

Empiezo a oler y sé enseguida que es Vladímir.

Entra todo sudado a la cocina, ve a su hermano y su sorpresa no se esconde.

— Pensé que te había pasado algo — Dice agitado.

Los dos hermanos se ven y se saludan de lo más natural.

— Mal semana para venir.

— Eso veo, pero me encanto conocerla.

— Pensé que íbamos a tener diferente mate — dice Vladímir.

— No me importaría compartirla contigo — se acercan los dos a mí.

— Exclusivamente solo de nosotros, de nadie más.

No digo nada y retrocedo porque si no podía con uno, ahora imagínense los dos.

Moriré.

Quedo pegada a la pared y sus ojos cambian y los míos por instinto también.

— Mía — Dicen los dos al mismo tiempo.

—Míos.

Solo basto con decir eso para que Vladímir oliera mi cuello y yo probara los deliciosos labios de Dimitri.

Oh dios mío, qué rico.

Lo beso y sentimos que viene alguien y todos nos separamos rápidamente cada uno, como si estuviéramos haciendo algo.

Entran las sirvientas en la cocina Y nos miran a cada uno y cuando ve a Dimitri y Vladímir lavando los platos se impresionan y serien.

Claramente, se nota que nunca en su vida habían tocado un plato.

— Alfa que hace aquí — Dice una de las niñas joven y yo escondo mi risa.

— Este es mi deber, yo lo hago — Le quita el plato de la mano.

No me creerían si digo que vi al alfa sonrojándose por no saber lavar uno me mira y esconde un poco su cara.

Tomo a Vladímir de la mano y lo llevo a al otro lavaplatos y le indicó como lavar uno, ya que al parecer Dimitri si sabe.

— Bueno, así terminas y lo colocas aquí que se sequen o le Pasas una toalla de estas y lo secas si lo necesitas enseguida — le explico y me da un beso en el cachete y veo que sigue rojo.

Algunas se quedan Viendo la escena y Vladímir cae en cuenta de lo que acaba de hacer y se pone serio, muy serio…

— ¡Quiero que la comide este en media hora! — grita en toda la cocina y todas las risas, sorpresas y toda emoción buena se va.

Todos queda en silencio y el Vladímir se va.

Salgo de la cocina y Dimitri me detiene.

— Déjalo un, tiempo a solas tiene que pensar — me detengo y miro a Dimitri.

— Ok — suspiro y sigo a mi habitación.

— Nos vemos horita

— Vale, preciosa.

Subo a mi habitación y me coloco un collar y me echo un poco de perfume, por si acaso.

«BANDIDA»

Sí lo somos.

Miro mi teléfono que, por cierto, tengo. Rato que no lo veo.

Tengo llamadas muchos de mis padres y mis hermanos.

Mierda.

¿Será que vendrán? Porque no les conteste.

No pueden venir, creo que ya tengo suficiente con que vinieran otros alfas, descubriera mi otro mate, o sea que tengo dos, que los abuelos de ellos me odien y todavía no sé por qué carajos me trajeron hasta aquí, además que empecé a tener sueños raros con los Ángeles y que me advirtieron que no podía estar con ellos por sel los dos alfas, pero creo que eso es imposible.

El sentimientos es más fuerte.

Que mis padres o hermanos vengan complica todo, primero necesito pensar y dejar detener tantos problemas.

Necesitó 10 meses de vacaciones y olvidar mis problemas.

Creo que todos necesitamos esos.

Siento toques en la puerta y abro la puerta.

Veo a dimitri y le indico que pase.

— ¿Quieres algo de comer? — pregunta.

— Sí, claro.

— Voy a cocinar una de mis especialidades.

— ¿En serio? — me rio y me da unas palmadas en la cabeza.

— Un secreto es que al Alfa le gusta que yo le cocine.

— ¡Que! ¿En serio?

— Sí, ¿Me quieres ayudar a cocinarle a tu otro ser amado?

— sí, claro.

— Yo te enseño lo que le gusta.

— Espera.

Le escribo a mi hermamo y a mi padre para que no se preocupen tanto y no venga.

Basicamente le escribo que por ahora estoy bien y no podre devolverme  apenas pueda le aviso.

Camino a la entrada donde me espera Dimitri y llegamos a la cocina.

Parecen que todas terminaron rápido, apenas el alfa les dio la orden, la cocina está reluciente.

Que triste que tengamos que desordenarla otra vez, pero al final tendré que limpiarla y dejarla igual.

Bueno, tendremos porque la ensuciáremos los dos.

Le paso los ingredientes a Dimitri mientras me indica como hace y que le echa.

— Sal, pimienta, ajo y limon. — me indica como prepara la pechuga.

— después le echamos al arroz, hojas verdes del árbol de manzana amarilla con un poco de ajo y cebolla.

— Ok y tendríamos que echarle las hojas de flores blancas a los camarones y dejarlos un rato para que se concentre el sabor.

— Ahh, perfecto si sabes.

— Algunas cosas que me enseñaron, pero me consideró un poco mala cocinando.

— Conmigo aprendes o aprendes, créeme, puedes interpretarlo de la manera que quieras usted nada más, dígame — me guiña un ojo y me sonrojo un poco.

— Vale, no perdere el tiempo.

— Así me gusta, nada mas invitame.

Río y seguimos cocinando y lo ayudo a cortar verduras.

— Bueno, esto ya está listo, falta la salsa y los duraznos.

— Ok.

— Terminamos.

— Bien llevemos todo esto

_ ¿seguro?

— Si, conosco a mi sangre.

Buscamos el despacho de el y entramos veo que esta con unos papeles.

Cierra los ojos y disfruta del olor de la comida.

Se lo coloco en la mesa y se ve más que feliz.

El me jala y me sienta en su regazo y dimitri se sienta al frente de el.

Así es como termina mi día y no puedo estar mas feliz.

Comiendo.con mis dos mates.

Los amo, en serio, que si.

Es como la parte que le faltaba a mi vida, es una felicidad, cada ves que miras a esa persona te entra una emoción muy impresionante.

Te gusta todo de ellos, mas su físico su actitudes.

Cada uno es diferente, pero me siento completa, como si ellos fueran mi complemento.

No se si ellos estaran, pero estoy diapuesta a luchar por ellos.

«El peligro esta a la vuelta de la esquina y solo puedo decir, preparense»

«Soldado avisado no mueren en guerra»

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