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La Luna De Sangre

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capítulo 4

Qué fuerte situación ¿Yo? Mate del alfa de la manada más poderosa, siendo nosotros dos alfas, mierda y más mierda

Todo esto sé está complicando y apenas esto comienza.

No llevo ni un día, aquí.

No me siento tranquila y menos en un lugar que ni conozco.

Ya quiero irme de aquí.

Me siento en una silla y miro el cielo.

— Está bonito.

Si fuera por mí, me quedo mirando toda la noche por la ventana.

Camino de un lugar a otra desesperada por la situación.

¿Por qué?

¡Mierda y más mierda!!!

Me tiro en la cama acomodándome, para dormir, aunque dudo que lo haga por esa tremenda noticia, que me puede llevar a la muerte, ni siquiera a una expulsión, sino a muerte.

....

No pude dormir en toda la noche, pero ni siquiera tengo sueño.

Me levanto de la cama y Me veo al espejo.

Parezco un zombi

Me encierro en el baño y me echo bastante agua en la cara, hago todo mi aseo personal, me echo un poco de corrector para tapar las horribles ojeras que tengo.

Sin ánimos, me pongo una camisa de tira sencilla y un jean, nada nuevo lo mismo de siempre.

Salgo de la habitación y veo a muchas señoras de aseo o ayudantes.

Como les quieran decir.

Veo que ay entre todas una chica muy joven que me sonríe y amablemente le regreso la sonrisa.

Miro hacia la mesa donde se encuentra la familia de él.

Pienso yo, ya que se ven de clase, con mucho dinero más que todo por su vestimenta.

Siento un olor exquisito y enseguida sé que es él.

Mientras él baja, yo solo puedo admirar a ese monumento.

Me coloco un poco nerviosa, por su presencia.

— Buenos días — saluda él a toda su familia, incluyéndome.

— Buenos días — respondo sonriendo.

Solo basto con que dijera eso, para que todo el mundo sé. Percatan de mi presencia.

Supongo que cuando nosotros estamos concentrados y sabemos que estamos en un lugar seguro, pues no prestas atención a tu alrededor.

Todos me miran y me sonrojo un poco, me siento tonta por ser alfa y dejar que me intimiden así.

— Ella nos acompañará por un corto tiempo, lea es la mejor ingeniera química y botánica, pertenece a la manada Crystal blood o eso dicen.

Termina de presentarme y ay quienes me sonríe y les devuelvo la sonría y otros que solo me miran serio.

— Mucho gusto — me extiende la mano a forma de saludo alguien parecido a él.

Supongo que es su hermano.

Lo saludo y me siento donde me indican, algunos empiezan a hablar de sus cosas y yo solamente me quedo en silencio.

Al parecer no es toda la familia, ay unos puestos desocupados y como todos aquí se ven jóvenes.

Entonces faltan son los padres o eso creo yo.

Termino de desayunar y me levanto con mi plato y vaso en mano.

A mí enseñaron a lavar platos en casa ajena y ser amable.

— Muchas gracias — Digo dirigiéndome a la cocina.

La cocina no se queda atrás, es bastante grande y muy hermosa como cada ricon de esta casa.

Dejo el plato y voy a utilizar el jabón cuando me detienen.

— Yo lo lavo usted, tranquila.

Me dice y yo ínsito, hasta que ella gana y la dejo.

Salgo de la cocina trompesandome con un pecho muy grande, que aunque nunca lo haya tocado lo reconozco y ese olor que me puede llevar a la misma muerte.

— Sígueme.

Lo sigo hasta un cuarto que está, pero bien escondido en esta mansión.

— Siéntante.

Hago lo que me dice y me siento enfrente de su escritorio.

— Bien, Lea, mi nombre es Vladímir Korolev lisin y soy alfa de esta manada, por lo que yo Necesito una mate, mi alma gemela....

Dice y yo actuó natural, pero por dentro estoy super emocionada y feliz.

— Lo siento, pero no puedo aceptarte como tal y tú más que nadie deberías saber por qué no podemos estar juntos, pediría amablemente que no le dijeras a nadie sobre esto, porque nuestra vida y familia estas en peligro.

Siento su rechazo fuertemente y reprimo mis sentimientos y el dolor en el pecho es horrible.

Se me corta la respiración un poco y aunque yo no pensara que esto me iba a afectar bastante.

Él se levanta de su puesto y se dirige a mí.

Me abraza fuertemente a su pecho y en unos segundos me calmo, las lágrimas empiezan a salir y recibo su abrazo.

Nos quedamos así por un largo momento.

Hasta que nos separamos, las ganas y necesidad de estar con él no la puedo controlar.

Lo veo con su cara seria y sin una gota de lágrima.

Tal vez demuestra su amor de otra manera...

Se va y me siento a llorar en la silla.

Siempre tengo mala suerte.

Mierda.

Me seco un poco las lágrimas y salgo de ay a mi habitación.