Capítulo 12

Después de esa "risilla sarcástica" por parte de Jacob, casi todos hicieron lo mismo, o sea, se empezaron a reír "sarcásticamente"

-Ahora me doy cuenta, tu secuestro si fue parecido a una película - dijo Helen riéndose aún sarcásticamente.

-Cierto, ¿verdad? Aunque lo bueno de todo que no sentí ningún dolor, solo imagínense que se acuestan en una cama a dormir y de repente despiertan encadenados en una escuela abandonada. Pero lo que más me dejo rotundamente en duda fue, ¿quién me desmayó durante tanto tiempo? Es un misterio, que solamente Rosé sabe.

-Exactamente, todo es como un nudo con muchos nudos que la única que puede desatarlos es Rosé - afirmó Lisa frunciendo el ceño mientras pasaba una brisa fuerte y abrumadora que agitaba su cabello.

Los participantes se quedaron en un gran silencio durante unos dos minutos, ya que no tenían más nada que hablar, ya habían contado todo sobre sus secuestros y la verdad que no querían hablar más porque, sabían que el asesino estaba entre ellos y en que en cualquier momento uno de los participantes iba a ser asesinado...

-¡Bueno mis queridos participantes creo que llegó la hora de dormir! ¡Se acabó la charla y la socialización! - exclamó Rosé a través de las cámaras mientras mandaba a unos guardias hacia la zona donde estaban los participantes.

Los guardias sin dudar hicieron lo que Rosé les dijo y llevaron a los participantes a la zona de dormir. Aunque los guardias sabían que los participantes ya tenían sus propias armas, ellos no tenían miedo de ser apuñalados o asesinados porque sabían que si ellos hacían eso, Rosé les iba a castigar de la forma más cruel.

"En la zona de dormir"

-Muchachos, ¿no les parece que alguien vigile mientras durmamos? Así el asesino no podrá matar a nadie - afirmó Helen mientras todos se le quedaban mirando fijamente.

Y la verdad que Helen tenía mucha razón, nadie quería imaginarse que todos estén durmiendo y el asesino ataque por la noche mientras nadie lo ve, además, tampoco nadie quería dormir con el miedo de ser asesinado por unos de sus compañeros en mitad de la noche, y la única que podría ver el asesinato era Rosé, ya que esta ni dormía y tomaba pastillas con cafeína para evitar el sueño. Y por supuesto, Rosé no podría evitar sonreír al ver la sangre derramarse.

-¡Sí! Creo que Helen tiene razón, de esta manera el asesino no podrá matar por la noche - exclamó Vanessa suspirando, por el hecho de que sabía que Helen no podría atacar por la noche, esto disminuyó el miedo de Vanessa causándole una pequeña sonrisa.

-Pero hay algo que se les olvidó y es muy importante, ¿y si el asesino es el que vigila? - preguntó Jacob mientras que todos los demás se quedaron completamente callados y derramando una gota de sudor que esta corría por sus frentes.

-Es por eso que yo cuidaré - dijo Helen con tono de iniciativa para que nadie más le quitara el cargo.

Vanessa al oír las palabras que salieron de la boca de Helen, sintió como que se le paralizaba el cuerpo completamente y como si su garganta quisiera decir ya de una maldita vez que Helen era la asesina y terminar con todo para que los demás hicieran algo. Era obvio que Vanessa no deseaba la muerte de nadie, en especial la de Helen, pero ella tenía que hacer algo, porque, si no hacía algo, alguien no iba a despertar vivo esa noche, al menos ella suponía eso...

Por eso, Vanessa llenó su corazón y mente de determinación y valor para decir lo siguiente:

-¡Que va, Helen! Debes estar muy cansada, no te preocupes, yo cuidaré esta noche, te aseguro que nadie saldrá lastimado.

-Mm, me parece bien que Vanessa cuide - afirmó Jacob mientras que todos los demás asentían con la cabeza.

En la mente de Jacob, si Vanessa fuera la asesina, al menos no mataría a nadie la primera noche, porque, ¿quién sabe, no? Una cristiana no debería matar, supongo. Al menos confiaba más en Vanessa que en Helen.

-Muy bien, no veo porque no. Está bien Vanessa, puedes cuidar esta noche - afirmó Helen yéndose a su cama y acostándose boca abajo en símbolo de que no quería escuchar o ver nada, solo soñar y pensar, al menos podía dormir tranquila, ya que ella era la asesina y nadie le puede hacer daño.

-"La verdad que no creía matar a nadie la primera noche" - supuso Helen, esta vez durmiéndose por completo.

Los demás participantes también, por supuesto, procedieron a dormir porque tenían un sueño tremendo, pero a decir verdad, Jacob no tenía, porque ya sabemos que se pasó casi un día entero durmiendo, desde que lo desmayaron en ese Motel hasta que llegó a la Escuela Abandonada debió pasar mucho tiempo.

Vanessa se recostó a la pared de la habitación mirando hacia las camas de los participantes, pero, a la que más miraba era a la de Helen, pues claro, era la única que podía atacar. Según las reglas de Rosé, si alguien no es el asesino de la semana y asesina a alguien, esa persona moriría igualmente de una manera única. Así que, de todas formas, Vanessa estaba en plena alerta mirando a todos los lados por si alguien atacaba.

"Cinco horas más tarde"

Eran las 3:00 de la mañana y todavía Vanessa no detectaba intento de movimiento, ni siquiera alguien que se levantase a hacer de sus necesidades, no, nada, no había movimiento de nada, esto incluía a Helen, que estaba durmiendo todavía boca abajo.

Vanessa no lo podía negar, pues si, ella tenía tremendo sueño, pensaba que en cualquier momento se iba a quedar dormida, pero ella tenía miedo de eso, porque pensaba que Helen se iba a despertar a matar a alguien, no, ella no quería imaginar algo como eso, así que sacudió su cabeza y abrió los ojos como platos para seguir vigilando si algo pasaba.

-Bit, bit, bit, bit, bit - sonaba el audífono de Vanessa.

-Buenas noches, Vanessa, soy yo, Rosé, te hablo desde el audífono - afirmó, y en ese momento Vanessa respondió de repente lo siguiente:

-Si, Rosé, ¿qué puedo hacer por ti? - preguntó poniendo la palma de su mano sobre su cabeza mostrando cansancio.

-Pues, ¡nada! Solo quería decirte que no te preocupes, que mañana mandaré a unos de mis guardias para que te manden una pastilla de cafeína, ¡verás como se te quita el sueño instantáneamente! - exclamó Rosé mientras jugaba con su cabello.

-Bueno, gracias, supongo... - dijo Vanessa.

Por un momento, Vanessa pensó que Rosé tenía su lado "bueno" ya que se preocupa por sus participantes, creía que era algo ridículo porque pensó que Rosé podía "mejorar" y que podría volverse una "buena persona", pero era algo imposible porque Rosé ya estaba loca y ese tipo de locos como lo estaba Rosé no tenían remedio, eso te lo aseguro.

-Bit, bit, bit - colgó Rosé su audífono.

"Una hora después"

Nadie esperaba esto, pero Vanessa ya no podía aguantar más, el sueño la estaba consumiendo infinitamente, y todos sabemos que cuando alguien tiene sueño este se apodera de la mente completamente...

Efectivamente, Vanessa se durmió, y ¿adivinen que fue lo que pasó? Pues, ella cayó en una terrible pesadilla...

Empezó a soñar que estaba en su cama acostada, pero no dormida, miró a su alrededor y vio que todos estaban durmiendo, por eso cerró los ojos intentando dormir dentro de su propio sueño.

Pero no lo logró...

Vanessa de repente abrió los ojos "dentro del sueño, claro" y vio que Helen tenía una almohada en sus brazos sosteniéndola con firmeza y determinación, ella intentaba asfixiar a Vanessa, y todos sabemos el motivo. Simplemente, porque Helen sospechaba de que Vanessa sabía que ella era la asesina de la semana, por eso quería asfixiarla.

Y no dudo Helen en colocarle esa almohada en la cara de Vanessa y apretar con fuerza para que esta se quedara sin aire. Vanessa pensó que iba a morir, pero eso era imposible, ya que ella estaba dentro de un sueño. Pues lo único que hizo Vanessa fue despertar y cuando estuvo a punto de gritar con todas sus fuerzas vino Jacob, le tapó la boca con la palma de su mano y le dijo lo siguiente:

-Es Helen la asesina de la semana, ¿no es verdad, Vanessa?

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***