Capitulo 18

Saulo Graham

¿Qué estás haciendo aquí Beatrice?

Prefiero no prolongar la conversación y soy directo.

Beatriz

- Necesito hablarte de un asunto muy delicado.

Saulo Graham

-¡Puedes hablar!

Beatriz

- Lo prefiero fuera de la empresa, ahora no puedo hablar contigo, tengo un poco de prisa.

Saulo Graham

- Llámame y podemos quedar para comer o cenar y hablar.

Digo esto entregándole una tarjeta con mi número.

Beatriz

- ¡Gracias, Saulo!

Me despedí y me fui, subí a mi coche y mi hijo me miró sonriendo y le pidió al conductor que me llevara a casa.

Mientras tanto, Hadassa y Olga llegan a la facultad para matricularse en el curso de gastronomía.

Hadassa Novais

Entro y hago mi matrícula, conozco un poco la facultad con Olga y vemos a un hombre cocinando en una sala modelo de cocina práctica, parecía un mini restaurante, estamos pasando y se percata de nuestra presencia.

Jaime Loster

-¡Hola! ¡Bienvenido!

Miro a las dos, pero a una de ellas la conozco, siempre viajo mucho para dar clases de cocina, así que cada vez que paso veo a esta mujer en la estación de autobuses en una cafetería.

Estoy haciendo un plato de cordero y me acerco a ella con un bote de la salsa que he preparado y una cuchara.

- Cojo la cuchara y le pido que la pruebe, se la meto en la boca y la prueba.

Hadassa Novais

Veo que el hombre viene hacia mí, me pide que pruebe la salsa agridulce para el cordero, me mete una cuchara en la boca y la salsa estaba sabrosa pero le faltaba algo.

Jaime Loster

La miro probando el sabor de mi agridulce, pero como tengo muchos años de experiencia, sé por la cara que puso, que aún no le gustó a su paladar.

- ¿Cómo te llamas?

Hadassa Novais

- ¡Hadassa!

Jaime Loster

- Hadassa, ¿qué le falta a mi salsa?

Hadassa Novais

- Voy al mostrador con varios ingredientes y no encuentro lo que quiero, camino un poco por la enorme sala y veo un huerto colgante cojo un poco de menta que tenía, la lavo bien, la pongo en la olla en la que preparó la salsa, la caliento un poco y cojo una cuchara nueva, le pongo un poco a mi madre probándola y luego cojo la cuchara y se la paso a ella que la prueba.

Jaime Loster

-La veo añadir menta a mi receta y me pregunto cómo se le habrá ocurrido esta idea.

Me pasa una cuchara, pruebo y siento una explosión de sabor en mi salsa, la menta provoca un frescor en la boca, haciendo que la salsa sea suave y al mismo tiempo refrescante.

Cojo otra cuchara y se la doy a probar a su amiga, que dice que está deliciosa.

Jaime Loster (foto tomada de Internet)

Hadassa Novais

Veo que Olga lo prueba y dice que está delicioso.

Le doy las gracias al hombre, al que no le pregunté su nombre y nos vamos, hasta que veo que me llama y me giro para saber qué quería.

Jaime Loster

La veo irse, así que la llamo por su nombre.

- ¿Hadassa?

Se vuelve hacia mí y yo me acerco a ella, le cojo la mano y le digo:

- Me llamo Jaime, soy profesor aquí en la universidad. ¿Sois estudiantes?

Olga Graham

Noto que le está tirando los tejos a Hadassa de forma sutil y le oigo preguntar si los dos estudiaremos allí, aprovecho la oportunidad y hablo:

- En realidad, aquí sólo estudiará mi cuñada a la que no sueltas la mano.

Le veo soltar la mano sin gracia, entendiendo el mensaje y entonces me despido y salimos de allí.

Hadassa Novais

-Olga, ahora con qué cara voy a mirar a este profesor, lo has dicho y le has hecho pasar vergüenza, pero la verdad, me ha gustado lo que has dicho, he dicho riéndome.

Olga Graham

- Cuñada, cuando se trata de hombres entiendo sus señales.

Nos vamos riéndonos de la situación.

Volvimos a la mansión de Saul y él ya estaba allí, sentado en el sofá del salón.

Saulo Graham

- ¿Por qué has tardado tanto?

Olga Graham

- ¡No te lo voy a decir hermano!

Hablo riendo con Hadassah.

Hadassa Novais

-Su hermana puso al profesor en su sitio.

Saulo Graham

- ¿Intentó hacerte algo, Olga?

Olga Graham

- Se le caía la baba con Hadassa, le agarró la mano, así que le avisé, no sé si captó el mensaje, pero al menos le soltó la mano.

Saulo Graham

- ¡Bien hecho! Pero ya lo estoy arreglando, nadie pensará que Hadassa está soltera después de hoy.

Hadassa Novais

Escucho a Saul y pienso, ¿me va a pedir que sea su novia?

Olga Graham

-¡Veo que hoy te espera una sorpresa Hadassa!

.Saulo Graham

-¿Vamos a comer?

Digo, intentando cambiar de tema para que Olga no me arruine la sorpresa que tenía preparada.

Comemos, Hadassa va a ducharse y se prepara para nuestra cita.

Al cabo de una hora, salimos de casa y nos dirigimos a la clínica, donde nos reciben y entramos inmediatamente en la habitación.

En ese momento escuché por primera vez los latidos del corazón de mi bebé y una mezcla de emociones me invadió, sabía que no sería fácil ser madre sola, pero estaba dispuesta a luchar contra todo y contra todos por mi bebé, escuchar su corazón me dio fuerzas para creer en mí y en la vida que llevo, porque eso es el amor, enfrentarnos a cualquier obstáculo por la vida de nuestro hijo.

En ese momento me prometí, con lágrimas en los ojos, que no me sentiría sola, gané la mejor compañía para mi vida que era solitaria y dolorosa, gané una nueva vida a la que me dedicaría y que me hizo la persona más feliz sin siquiera haber nacido, ¡mi bebé me hizo sentir que la palabra "yo" ya no existía, sino "nosotros"!

Miré a Saulo con emoción y me di cuenta de que tener a mi lado a alguien que me quiere es todo lo que necesitaba, y él estaba ahí para mí y para mi bebé...".

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