–Mi novio si lo es–

–Rayos llegué tarde!- Me baje de la bicicleta y la amarré con la cadena a uno de los postes para bicicleta que están en toda la preparatoria y me prepare para salir corriendo, en cuestión de segundos corrí sin parar, no me gusta llegar tarde a ningún lugar a donde voy, mi madre suele decir que es muy, pero muy importante la puntualidad en todo momento.

Soy un alumno transferido y llegó tarde a mi primera hora, y no solo eso, estamos a mitad de año, no me acomodo a este nuevo horario, desde que mis padres tomaron la decisión de que era mejor mudarnos las cosas se han complicado para mi, ni siquiera tengo amigos o conocidos en esta escuela así que deberé comenzar de cero, aunque parezca difícil se que lo hare, saldre adelante por mi mismo.

–¡No corras!- me detiene un joven, pero yo aun tenia toda la energia acumuladda, pero el me paró en seco, solo agache la cabeza, para agarrar aire, y después alcé la cabeza, mi mirada estaba encandilada, ya que el estaba parado debajo del sol así que no lograba morir bien su rostro.

El me ve con atención y luego sonríe, moviéndose aun lado y ahí es cuando lo veo, parece amable.

–Disculpe lo conozco?– pregunté al ver qué me sonríe y él negó con la cabeza, aunque por alguna extraña razón él me parece tan familiar, sus ojos o tal vez su cabello él tiene algo que me dice a gritos que nos conocemos de alguna parte..

–Has de ser Mauricio, el alumno transferido!- no se si eso es una pregunta o una afirmación, pero este hombre me parece familiar y no hay quien me diga que no.

–Si como lo sabe?- pregunte, y él solo me miró de arriba a abajo, nunca me había sentido tan observado por alguien.

–Eres el único que sale corriendo de tal manera. - ¿Cómo sabe que siempre estoy corriendo? … –Las clases comienzan en media hora ¡Aún estás a tiempo!- dijo el. Yo solo respire y descanse, la verdad estaba tan preocupado de no llegar a tiempo

–¡Gracias!- Respiro profundo y sonrió. –¿Usted es profesor?- le pregunte, si es profesor, lo estaré viendo más seguido, o por lo menos eso creo.

–Si, lo soy, ve a buscar tu salón o llegarás tarde!-  ¿Pero no acaba de decir que estoy a tiempo? porque quiere que me vaya si aún no dan inicio las clases, estaba pensando en ir a la cafetería, no desayune bien por salir corriendo esta mañana.

–¿Tarde para que? Aún falta para que comiencen las clases, aun tengo tiempo para ir a hacer algunas cosas- dije y él sonrió.

–¡El destino te espera!- dijo él y comenzó a caminar por el pasillo, ¿el destino? no lo puedo creer en esta escuela hasta los profesores son extraños, me pregunto si es por algo en el aire, ¿También afecta a los alumnos, debería de tener cuidado y dejar de hablar con maestros tan extraños

–¿Dónde está el salón 250?-  le pregunté con un grito y él solamente me apuntó al piso de arriba, con la mano sin dejar de caminar por el pasillo.

Salí corriendo no sé ni por qué corro si ya me dijeron que aún falta para entrar. Busqué el salón y no había nadie, solo una muchacha haciendo unos recortes, ella se miraba tan concentrada en lo que hacía así  que pensé en salir del salón y dejarla hacer sus cosas, no debería de incomodar, creo que no está bien..

Pero cuando estaba por salir sus lindos ojos se clavaron en los mios, seria grosero si me voy ahora que ella me vio.

–Hola!- Dije y me senté en el mesabanco que está al lado del de ella, no se por que ella me pone nervioso, si solo es una niña.

–¡Se sienta hay Jesús Lexus!- ¿Quién es Jesús?

–¿Perdón?- dije al ver qué me habló y ni siquiera me vio ella continuaba como si nada en sus recortes, ella trata de ignorar mi presencia o esos recortes en realidad son importantes para ella. Dejo lo que hacía y volteo a verme tenía los ojos más lindos que había visto en mi vida ahora que los miraba más de cerca me doy cuenta que es así, ella parece un ángel.

–¡Que se sienta Jesús Lexus en ese lugar y es muy gruñón! yo que tu en verdad buscaría otro lugar en el cual sentarte- dijo ella y sonrió.

–¡Qué hermosa sonrisa!- Dije sin pensar y ella se ruborizo.

–Gracias, perdona que maleducada soy me llamo Mirna ¿Y tu?, por cierto el mesabanco  detrás del mío está desocupado por si lo quieres!- dirigió su vista a lo que hacía.

–¡Si claro!- Sin pensarlo dos veces me brinque de asiento y me senté detrás de ella, pero mientras pasaba aun lado de ella me di cuenta que su perfume olía delicioso

–¿Qué perfume usas? hueles muy bien– dije

–No uso perfume.-- entonces es su olor natural, es tan exquisito, obvio no le diré que su perfume es exquisito..

–Me llamo Mauricio por cierto!- Dije estirando la mano y ella me la enlazó, su mano es suave y cálida.

–Mucho gusto Mau, ¿Puedo decirte Mau verdad? bueno si te disgusta te dire mauricio, o mauri, no lo se tu dime- comencé a sonreír ella que parecía tímida ahora habla descontroladamente.

–Si, claro puedes llamarme Mau.!- Dije con una sonrisa y ella igual sonrió.

–¿Puedo preguntar qué haces? tenía curiosidad, y la curiosidad, no es algo que me guste tener por mucho tiempo- Al parecer la desconcentró de sus recortes ya que solo los miro fijamente..

–Bueno soy asistente en una casa hogar y realizó algunas manualidades para los niños, me gusta  ser útil para otros de vez en cuando.- dijo ella 

–Ho, ¿puedo ayudarte? digo si quieres, no sé recortar muy bien y la mayoría de veces me salgo de la línea, pero creo que puedo intentar si tu me dejas.-

–Por lo visto no sabes recortar muy bien no se si me ayudaras o me retrasaras- dijo sonriendo.

–Con quién crees que hablas? estorbo es mi segundo nombre ajaja no te creas la verdad es que es señor recortes ese si es mi segundo nombre!- ambos comenzamos a reír, creo que su sonrisa ilumina más que el mismo sol.

–Jajaja, si mira tu, entonces mi segundo nombre es pegamento!- Dijo ella sin parar de sonreír.

–¿Eres un ángel? pero señorita pegamento, déjeme ayudarla no me haga postrarme a sus pies- ella se quedó callada y se sonrojo, apartó la vista de mi, es como si yo la pusiera nerviosa, aunque no he dicho nada, que no sea cierto.

–No sabía que los ángeles se sonrojaron!- dije tratando de buscar su mirada que estaba lejos de la mía.

–¿Eso te funciona muy seguido?- ¿Qué cosa, que me funciona seguido? no la comprendo realmente.

–¿Qué cosa?- pregunte.

–Decirle cosas bonitas a las mujeres, Mau, conmigo no funciona, yo no soy como el resto, eso deberías de saberlo!- ella se dio la vuelta y me ignoró.

–¿Quieres salir? Mirna yo no coqueteo contigo, solo me agradas, y creeme que si tuviera a alguien en mi corazon jamas la sacaría de el- ¿Por qué le estoy pidiendo salir? o por que le digo eso, solo creí que era bueno decirlo.

–¡No, gracias! Aparte tengo novio!- ella tiene novio eso no puede ser, ademas a mi que me importa apenas y la conocí, no es que ella me guste ¿o si?

–Eso no es problema no soy celoso!- idiota ya cierrra la boca Mauricio.

–Mi novio si lo es– dijo ella en lo bajo

–Ha.– Suspiré y me recargue en mi mesa banco, no se que tiene está muchacha pero creo que me gusta a primera vista, solo que siento como si la conociera de años estar cerca de ella me hace tener una sensación extraña en el corazón, está tan agitado. Es muy bonita además.

Suena el timbre y todos comienzan a entrar al salón.

–¡Hola hermosa!- ¿Ese va a ser el novio? Me pregunté al ver qué un muchacho se acercó a saludarla con un beso en la mejilla. Pero después se fue dudo que él sea su novio.

–¿Cómo estás linda?- o ese será? no lo creo, no se ve como el tipo de un ángel, aunque no se como quién será su tipo.

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