!Ya estoy aquí!

–Ya vasta! Deberían de dejar de estar gritando enfrente de la niña…–  dije molesto, ellos siempre tienen la maña de discutir en frente de mi hermana, y eso no esta bien, yo ya soy grande así que no me afecta mucho pero ella solo es una niña aun… –¿Verdad mi niña linda?- les dije mientras le alborotaba el cabello a mi linda hermanita y ella ríe sin parar y movía sus manos de un lado a otro se miraba tan adorable y encantadora..

–¿Por qué llegaste tan tarde? ¿no te hemos enseñado a no meterte en discusiones de mayores? deberías de aprender a no meterte donde nadie te llama … ¿Dakota esta es la forma en que educas a nuestro hijo? me das tanta pena, por lo visto esa familia no sirve para nada- Me interroga mi padre, el cual hace que mi concentración deje a mi linda hermanita y me enfoque en mi padre, nunca me había dado cuenta de lo cruel que suenan sus palabras hasta ahora.

Mi madre solo agacho la cabeza, ¿Por que no me di cuenta de esto antes?

Sufrí mucho cuando él murió incluso fue una de las razones por las cuales me aleje de Mirna, quería llegar a ser un hombre fuerte y llegarle aunque sea a los talones a mi padre. Pero ahora que lo veo no siento gozo ni tristeza, ¿Será que me acostumbre a qué él no estuviera por casi 13 años en mi vida? Y tras saber todas sus verdades, nunca fuimos tan allegados tampoco, creo que estábamos mejor sin él.

–¡Estaba con mi novia!- dije y bajé a la niña ella corrió a los pies de mi madre y la cargó.

–Mamá, mamá Mau Mau!!- ella me estiraba una de sus manitas, para que la tomara de nuevo en mis brazos, ella es muy cercana a mí, y sé que en mi futuro ella sufrirá por no tener papa.

–Iré a empacar mi viaje sale mañana!-dijo mi padre y subió las escaleras mi madre estaba molesta siempre odiaba que mi padre saliera tan seguido en sus viajes, era muy raro cuando él estaba en casa y por desgracia cuando él estaba siempre estaba de malas, viendo las peores cosas sin duda, mama y Mia eran las que más sufren de tener un padre y esposo tan frío.

Yo camine detrás de él, trato de salvar a Mirna quizá pueda hacer lo mismo con mi padre así mi hermana no estará sola.

–¿podemos hablar?.– lo interrogue antes de que entrara a su cuarto a hacer sus maletas, el me vio molesto pero aun asi tratare de salvarlo..

Tengo que intentar salvar la vida de mi padre aún que eso sin duda cambiará mi futuro, ya que no heredare el imperio de mi padre pero lo más importante en este momento no soy yo,, si no lo hago mi hermana crecerá sin un padre, yo ya había superado su muerte pero mi hermanita siempre preguntaba por él, ni siquiera recordaba cómo era su rostro, solo tiene una vieja fotografía en su cuarto, esa es la única razón por la cual ella sabe que tuvo un padre además de que mamá siempre la cuenta que mi padre la amaba mucho.

–¿Qué pasa Mauricio?- dijo él deteniéndose de mala gana

–En verdad tienes que viajar?- pregunte y él me vio de lado tratando de pasar sobre mi.

–Si es trabajo.–  sí claro, trabajo, a otro perro con ese cuento, me lo dices a mi que ya conozco todos tus secretos padre.

 –Padre, en unos días cumple años de la pulga, ¡por favor no vayas!- dije como un intento fallido de querer que él no se fuera, pero es más que obvio que diga lo que diga no lograré que él no se vaya.

–Volveré para esas fechas! Y ya sabes que odio que le digas pulga a tu hermana es como si la rebajaras a ser un animal, ten mas respeto por ella, llámala por su nombre.- dijo él y me hice a un lado el entro a su cuarto, yo no quería seguir con eso.

Bajé corriendo  tenía que encontrar algo para retenerlo entre a su estudio y me puse a buscar los boletos de avión. Moví todo y lo volví a dejar como estaba, no quiero que él se de cuenta tampoco de lo que hacía.

“¿Dónde demonios están esos boletos?” dije en mi mente molesto y con frustración.

Los encontré dentro de su ordenador, eran dos boletos uno estaba a nombre de una mujer, y otro a nombre de mi padre. Los guardé en la bolsa de mi pantalón y salí de su estudio. Me fui a mi cuarto y me tiré en la cama.

Revise mi celular casi nunca solía hacerlo en el pasado siempre dejaba que sonará, o solo miraba los mensajes nunca respondía, era algo nuevo para mi sin duda y tenía un mensaje de Mirna.

★Gracias amor por el maravilloso día que pasé de maravilla  el día de hoy! Pd. Te amo!★

Sonreí ella y su manía de mandar mensajes, antes de que me despertara ya estaba mi mensaje de buenos días  todos y cada uno de los días que nuestra relación duró y al dormir hacía un recuento de las cosas maravillosas que pasábamos, nunca escribía nada malo. Creo que eso fue lo que hizo que me enamorara de ella, su positivismo, esa forma de ver las buenas cosas de la vida, ella siempre fue como el arcoiris reluciendo después de la tempestad.

‘¿Aún la amo?’ será que aun siento algo por ella “Vamos Mauricio no te confundas, tu ya dejaste de amarla hace años, solo estamos aquí para ayudarle con el cáncer y que ella pueda vencer esa enfermedad, no estoy aquí para volverme a enamorar de ella.” Me digo una y otra vez pero volví a leer el mensaje como 10 veces más, he hice algo que no había hecho jamás.

Conteste el mensaje.

★Gracias a ti por la sorpresa, eres asombrosa la verdad no me lo esperaba, eres una niña muy linda de mundo hermosa★

★Así que soy la novia más linda? Te extraño Mauricio ya quiero verte mi amor★

★Eres la mejor. ¿Qué harás mañana cariño?★

★Dormir, mañana es sábado, y la verdad no me he sentido bien creo que me resfriare, ahora me siento mal, mamá me mandó a dormir temprano dice qué a la mejor estoy cansada por el día de hoy pero la verdad me sentía muy bien, ya no debería preocuparte con mis malestares, lo siento.

★Ok

Ella me mandó otro mensaje pero no lo leí, me puse en pie y salí corriendo de mi casa, tomé el auto de mi padre y me fui a casa de Mirna, sí había cosas que no había experimentado antes.

Si tocó a la puerta mi suegra se dará cuenta que estoy aquí. Tomé unas cuantas piedritas diminutas y las comencé a lanzar a la ventana de Mirna.

Después de 10 roquitas más ella salió.

–¿qué haces aquí?

–¡Hazte a un lado!- Le dije y comencé a trepar por la pared, no se ni como subí sentía que era el hombre araña. Por suerte solo es un segundo piso por qué ha está edad me daba vértigo las alturas tenía mucho miedo, pero me aguante todo hasta llegar a su ventana.

Ella se hizo hacia atrás para que yo pasara, de un salto entré a su recámara.

–¡Ya estoy aquí!- Dije, con una sonrisa

–¿Y qué haces aquí? no esperaba que estuvieras aquí- preguntó con una sonrisa.

–Mi novia se siente mal así que vine a hacerle compañía!- dije tomando su mano y la guíe a la cama, la recosté y la arrope, debería de ser más bueno con ella, debería de cuidarla más.

–Si te conté que me sentía mal no era para que vinieras, seguro tus padres se van a molestar, y llegaste muy rápido, ¿Estabas por aquí? sabes que no debes de salir de noche, hay gente mala que se encarga de hacer cosas aún más malas en la noche, estoy enferma y luego haces que me preocupe aun mas por ti eres muy malo Mau.

–No te preocupes, tomé el auto de mi padre prestado, Mirna, ¿Sabes que puedes contarme todo verdad? Si tienes hambre, sueño, dolor de cabeza lo que sea, y deja de mandarme mensajes si puedes llamarme– dije muy serio, te juro Mir que responderé todos tus mensajes.

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