Pardon, creo que entre mucho en personaje

“maldito miserable está jugando sucio.” pero las cosas no se van a quedar así.

–¡Ni siquiera lo toque!- dije y ella me miró fijo, no me gusta que me vea de esa manera.

–Mirna no le creas él me golpeó, dijo que tú me ibas a dejar por él y que después de lograrlo te iba a dejar, no quiero que juegue contigo. ¿Verdad amor que no me vas a dejar?- dijo.

–¡Eso es mentira!- dije.

–¡Ya vasta!- dijo Mirna y ayudó a ese tonto.

–Va!- tomé mi mochila y salí del salón, estaba molesto de que ella no creyera en mí, pero bueno en el fondo no nos conocemos realmente  ¿por que estaría de mi lado?

–¡Esta mujer está ciega!- agarre mi mochila y la aventé contra la pared.

–Pobre pared!- dijo Mirna, me le quedé viendo asombrado, no creí que ella vendría detrás de mí...

–¿Qué vas a decirme que me aleje de ti?- le pregunte un poco molesto.

Ella camino a dónde estaba mi mochila, suspiro, la recogió del suelo y me la dio en la mano.

–Conozco a Jesús pero a ti no, ahi un dicho que dice, más vale diablo por viejo que nuevo por conocer- dijo ella.

–Lo sé, pero te juro que ni lo toque, pero es obvio que no vas a creer en mí él es tu novio.-

–¡Me dijo José y sus amigos que lo golpeaste ayer!- ya le fueron con el chisme, por lo visto que hombres tan metiches.

–Si, te hizo llorar!- dije la verdadera razón por la que lo golpeé.

–Mauricio no puedes golpear a la gente solo por qué me hagan llorar –

–No me importa, el te dijo cosas feas, una mujer no debe llorar por un idiota-

–Gracias por preocuparte pero no lo necesito, por favor ya no lo hagas.- Ella camino escaleras abajo.

–¿No entrarás a clases?- le pregunté.

–No vino la profesora, tenemos clase doble con ella, así que hay dos horas libres iré a el salón de artes.– Ella camino y después se detuvo –¿No vienes Mau?- ¿Me está invitando a ir con ella? claro que si ire.

–Si claro.!- salí corriendo y la alcance, camine a la par de ella.

Entramos al estudio de artes, ella se acercó a un enorme cuadro.

–¿Tú lo pintaste?- le pregunté al verlo y ver qué ella tomó el pincel.

–Si lo hago en mis ratos libres!- dijo ella viendo con mucha atención y amor el cuadro, que aún no estaba terminado, su mirada era de una forma indescriptible, ella disfrutaba lo que hacía.

–¡Es hermoso!- era un paisaje.

–gracias, cuando sea grande quizá sea pintora, ¿Crees que pueda hacerlo? Mi más grande sueño es ser una pintora famosa, y ayudar a mucha gente con mis ganancias.- sus ojos brillaban mientras hablaba de sus sueños. 

–¿Cómo te ves dentro de 20 años?- le pregunté. 

–¡Me veo, casada con dos hijos y un estudio de arte!-… –¿Y tú?-

–Yo me veo como el padre de tus hijos!- dije y ella se rió a carcajadas.

–Hablo enserio!- dijo ella tratando de aguantarse las ganas de reír.

–Si igual yo, no te miento realmente me veo de esa manera.- … –Bueno ya enserio me veo como dueño de mi propia compañía, con una esposa hermosa y con dos hijos, Mir te quiero como la madre de mis hijos–

–Pues entonces lucha por lo que quieres!- dijo ella y Comenzó a pintar.

–Eso es lo que hago!- dije y me acerque a ella, ella se mira hermosa y concentrada. 

–Mauricio?- 

–si?- 

–Si me ves no me podré concentrar!- dijo ella.

–Ok!- me aleje de ella y me senté en una silla, ella volteo a verme.

–Mau!-

–Si Mir?-

–¡No te muevas voy a pintarte!- dijo ella y me quedé tan inmóvil como pude.

Ella comenzó a pintar después de media hora término.

–Termine!- dijo ella

–¡Déjame ver!- dije.

–Ha, no!-

–¡Anda! ?¿por qué no?- dije acercándome a él.

Ella se hizo aun lado y vi mi retrato

–¡Se ve más guapo el!-  dije y ella sonrió.

–¡Ahora es mi turno de pintarte!- le dije y ella me dio una libreta.

–Mir, siéntate aquí!- la tomé de la mano y ella se sentó en la silla donde yo estaba sentado.

–¡Espero y salga bonita!- dijo ella y yo comencé  a dibujar.

–Listo, terminé-, dije después de unos cuantos minutos termine, por lo visto soy muy rápido.

–¿Tan rápido?– preguntó ella.

–Si, soy Picasso.- dije con una sonrisa.

Ella sonrió, amo su sonrisa.

–¡Déjame ver!- dijo ella y le di de vuelta la libreta.

–¡Jajajaja Picasso en tiempos de habré!- dijo ella a carcajadas al ver mi dibujo.

Estaba hecho de bolitas y palitos, creo que es la mejor obra de arte que pude haber hecho..

El cuerpo era un triángulo, los pies y brazos palitos, la cabeza un círculo deforme y el cabello alborotado.

–Que te puedo decir, soy un genio en esto de la dibujada no le ves es igualita a ti!!- dije sin parar de reír.

–Si no manches igualita  pero yo soy más bonita, me dices quítate que vine arruinar tu arte!- ambos comenzábamos a reír sin parar. 

–Si tu eres más bonita-...–Si ya sabes cómo soy!-

–¡Mau, me divierto mucho contigo!- dijo ella.

–¡Igual yo, eres mi primera amiga!- dije y ella asintió.

–Vamos que la clase del profe Matías está por comenzar.- dijo ella y se puso en pie, camine detrás de ella.

Y para nuestra suerte la clase ya había comenzado, ni se por que con ella el tiempo vuela, me encanta pasar tiempo con ella.

–¿Profe podemos pasar?- preguntamos los dos al mismo tiempo.

–Mi clase comenzó hace 5 minutos.– dijo él.

Yo desistí pero Mirna no, el profe Matías es maestro de artes, y por lo visto Mirna ama el arte, así que insistió. 

–¡Por favor profesor, no volveré a llegar tarde a su clase!- dijo ella en forma de súplica, juntando sus manos.

–Los dejaré pasar pero ustedes serán los primeros en pasar!- dijo él viendo a Mirna, él la miraba con ternura, y Mirna sonrió.

¿Será que al profesor le gusta Mirna? Ya no ya tengo mucho con Jesús, no más competencia por favor.

–¡Qué tenemos que hacer!- dijo Mirna.

–Vamos a ir al auditorio y actuarán una parte de una obra literaria, como ustedes están juntos como equipo actuarán Romeo y Julieta. – esto será muy pero muy sencillo para mi.

–¡Que no!- dijo Mirna, a de tener pánico escénico.

–Si no lo hacen les bajaré puntos de su proyecto. -- no nos puede bajar puntos debemos de sacar buenas notas para no irnos a extraordinarios.

–¡Está bien!- dije.

–Mau, tengo pánico escénico– dijo Mir. 

–Tranquila, yo estaré contigo, a mi tambien me da panico, no eres la unica, pero si te veo se me ira el pánico– dijo. 

Toda la clase salió y nos fuimos al auditorio, a cada quien le tocó actuar diferentes obras.

–Vamos hacer esto divertido, Mauricio tú serás Julieta te llamaré Julieto y tú Mir será Romeo, te diré romea.– … -- Comencemos. -- dijo el profesor.

Subimos al escenario y Mirna comenzó a temblar.

–¡Estás bien!- le pregunté, tome su mano y ella me vio a los ojos –Solo veme linda–

–¡Tengo pánico escénico! siento que me sofoco, mau no puedo- dijo ella.

–No, temas, mira ten– le di una paleta, y ella sonrió.

–¡Cámara, acción!- gritó el profesor.

Mirna se quedó inmóvil. Después volvió a la vida, es como si hubiera visto a un hermoso Felix renacer..

–Julieto, julieto sal al balcón y dame tu amor!- comenzó a gritar y yo no aguante las carcajadas.

–Romea voz que hacéis ¿Queréis una pizza?- dije con una sonrisa, ella actúa muy bien, las risas de los compañeros no se hicieron esperar.

–Julieto, lanza tu gran cabellera para que suba!-

–Romea te has equivocado de balcón, la bella durmiente está del otro lado!- dije apuntando a otro castillo que estaba cerca en el escenario.

–No era rapunzel?- 

–Es la misma guerca revolcada.!- todos reirán

El maestro no aguantaba la risa –¡Cambio de escena!-grito.

Ella se hizo aun lado mientras traían un sofá y un frasquito de veneno

 –¡No quiero una vida sin pizza!- dije, poniendo mi mano en el pecho.

–¡Así no dice!- dice Mir.

–Así, y sin Romea- me empine el frasquito de veneno era jugo de cereza sabía delicioso –No hay más?- Me recosté en el sofá y saqué la lengua. 

–No julieto, nooooooo!- me aturdió los oídos.

–Déjame morir tranquilo, ahora ni eso se puede hacer– dije y me volví a recostar.

–No julieto, despierta yo te amo aún que te guste la pizza con fruta!- dijo ella

–¡Yo también te amo!- dije y me levanté, la tomé de la mejilla y la besé, eso no era parte de lo que deberíamos hacer, pero sus labios sabían delicioso.

Ella se quedó inmóvil.

–Bravo!!- gritó el profesor.

Ella se paró.

–Pardon, creo que entre mucho en personaje.- le dije, aunque el beso me encantó, no fue mi intención incomodarte.

–Yo…- hicimos reverencia todos aplaudieron y Jesús me vio con odio, acabo de besar a su novia y no me arrepiento en lo más mínimo, ahora fue mi turno de jugar sucio.

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