Capítulo 11: La ropa no cambia a las personas

Me desperté temprano en la mañana, todavía estaba Tina dormida, pero mi estómago, comenzó a rugir, esto se está haciendo costumbre, una comida al día no es suficiente, para una persona y más cuando es algo de fruta y queso; me moví de un lado a otro en la cama, me levanté y me dirigí al baño ya no tenía sentido seguir en la cama, ya no podía dormir más, así que decidí bañarme, tomé un largo baño, con agua tibia, relajo todo mi cuerpo, había dormido muchas horas, sentía mi cuerpo pesado. El agua pudo ayudarme a sentirme mejor, salí del baño sigilosamente, no quería despertar a Tina, por suerte fui bastante cautelosa, me puse algo de ropa y salí, de la habitación, camine rápidamente por el pasillo y baje las escaleras a toda velocidad, no bien llegué a la sala, me dirigí al comedor, ya solamente pensaba en comer, aunque era algo temprano espere encontrar algo comestible, cuando entre en el comedor ya estaban poniendo el desayuno no sabía que se desayunaba tan temprano, la señora que se encarga de la cocina me vio entrar, esa señora parecía adivinar que me moría de hambre, así que me señaló una silla, me senté y espere unos minutos, hasta que la señora puso un plato frente a mí, llevaba los mismos de siempre, me lo comí todo de una vez.

- Aquí estás, me dijo Tina.

Me sobresalté al escuchar a Tina, estaba tan concentrada comiendo, que no me percaté, cuando Tina llegó al comedor, asentí con la cabeza, Tina se sentó a la mesa a desayunar, yo seguí desayunando, cuando termine, me quedé sentada en la mesa, esperando que Tina terminará a final de cuenta hoy tendría que pasar el día con ella, me recosté en la silla, mientras veía que más mujeres llegaban, se sentaban y algunas cuchichiaban entre ellas, solo conocía en nombre de Tina, de las demás no sabía nada, pero supongo que tenemos mucho tiempo por delante, me perdí en mis pensamientos, hasta que Tina me habló,

- Vamonos

Me levanté, de la silla y seguí a Tina fuera del comedor, pasamos por el salón hasta la puerta principal, al salir por la puerta estaba Tongtong esperando afuera, Tina le sonrió y él a ella, vi algo extraño entre ellos, parecían muy íntimos, esto no es bueno, pensé, si alguien se da cuenta de esto pueden tener ambos problemas, no vi el auto por ninguna parte me quedé parada mirándolos a los dos y esperando que el auto llegara, hasta que comenzaron a caminar y yo detrás de ellos, al parecer caminaríamos a donde sea que íbamos, caminamos varias calles hasta que llegamos a una tienda de ropa, entraron en ella y yo detrás de ellos, fui tan rápido que me tropecé con una chica,

- No ves por donde vas. Me dijo ella groseramente.

Me miró de pies a cabeza, ella se sentía superior porque llevaba ropa cara, no me intimidaba en lo más mínimo, pero no podía causarles problemas a Tina y a Tongtong, así que me disculpe,

- Lo siento, está distraída y tropecé con usted, fue mi culpa espero que me perdone.

- Por lo menos conoces tu lugar, me dijo.

Tina me hizo una señal con la mano y fui a donde ella estaba,

- ¿Qué pasó?

- No es nada me tropecé con esa señorita, ya le pedí disculpas.

- Bueno, ven a probarte esta ropa, todo debe quedarte bien, después de aquí, iremos a la peluquería.

Me comencé probar mucha ropa, era bonitos, vestidos, pantalones, blusas, faldas, también zapatos a juego, todo lo que me quedaba bien Tina lo aprobaba, y lo que no le gustaba sacaba, era casi medio día cuando terminamos de elegir ropa, zapatos y perfumes, cremas y otras cosas que necesitaría, salimos de la tienda hacia una peluquería que no queda muy lejos de ahí, yo siempre me había un moño en el pelo, aunque lo tenía largo y abundante no lo dejaba suelto.

Tina me presento una estilista ella, me enseño el resto del día como debía, peinar mi cabello de diferente formas, como maquillarme para verme más bonita, y como tener una rutina de belleza básica diaria, cosas que eran muy importantes, mientras yo estaba con esa mujer me di cuenta de que Tongtong y Tina desaparecieron un largo rato, y cuando estaba a punto de terminar con mis clases y mi arreglo, aparecieron como por arte de magia, los dos se veían culpables de algo; me podía imaginar de que, pero como no era de mi incumbencia simplemente me hice la tonta.

Cuando salimos de la peluquería yo me veía diferente, con mi pelo arreglado, maquilla aunque de forma sencilla y con un vestido nuevo, ni yo misma me podía reconocer, todo el día había salido bien, y ya estamos de camino a la casa, Tongtong llevaba casi todas las bolsas de ropa, Tina y yo unas pocas cosas, ya era casi de noche otra vez, el día se fue tan rápido que apenas lo note, cuando entramos en la casa, mi primer instinto era ir por algo de comer a la cocina, pero antes de que diera un paso hacia el comedor,

- La ropa no cambia a las personas, lo que es barato aunque sé cubra de oro siempre era de mala calidad.

Era Emma quien estaba al parecer esperando por mí en el salón, ella quería que me sintiera mal por sus palabras, que pena, que nunca me sentí mal por ser pobre, Tina tomó las bolsas que lleva Tongtong y subió las escaleras, dejándome atrás, no la culpo, por no querer tener problemas con esta mujer, intente subir también, pero se interpuso en mi camino,

- No me vas a contestar, crees que ya ganaste por qué Mary te respalda, incluso Cheng me dijo cosas hirientes por tu causa, te lo voy a decir niña, todavía no cantes victoria, antes de que veas a Cheng, cualquier cosa te puede pasar.

Después de hacerme esa amenaza, se fue con una sonrisa en sus labios, estaba segura que algo malo pensaba hacer conmigo, debía de estar muy alerta, ya que me advirtió que sería antes de ver al señor Cheng, y solo le quedaba el día de mañana para hacer su jugada, esa mujer logró incluso quitarme el hambre, me dirigí escaleras arribas, lo mejor que podía hacer era dormir.