Capitulo 13: Unidos

Evan:

Emprendí de nuevo el viaje, a paso ligero. La condesa, el caballo de Naia no era una gran corredora, pero no quedaba de otra.

Llegué a tiempo, todo el lugar estaba tranquilo. Había una cosa más que hacer no podía llegar ileso. Esperaba que esto no alarmara a Dasha. Ella podía sentir mi dolor, igual que yo el de ella.

Saque mi daga pequeña y respiro hondo antes de clavarla en mi pierna. Tape mi boca para ahogar un gruñido.

Cerré los ojos y me calmé. Tendría que bastar la herida que hice dificultaba mi marcha y eso sería una explicación de porque no llegue a tiempo.

Puse un poco de sangre en mi labio y un costado de mi frente. Me acerqué a paso lento al lugar donde sabía que estaba Naia y el Comandante Alen.

Ya estaban consientes. Alen evaluaba la herida de Naia. Me acerqué como pude viéndome lo bastante derrotado.

"Comandante" dije antes de caer en una acción bastante dramática

Él vino de inmediato y dejó a Naia a quien no le agradó. Alen podía ser todo pero se preocupaba por los suyos. Además de que yo era su hombre de confianza. Su segundo al mando.

Me había ganado el derecho antes de conocer a Dasha. No me enorgullecía de mi puesto había asesinado a hombres lobo en el pasado. Ahora solo lo conservaba para mantener informada a la manada de Dasha, era su espía.

"En que parte caiste" pregunta Alen evaluando mi herida

"Cerca del río" dije mirándolo

"Te dije que te mantuvieras al margen?, habías podido ayudarnos" me reprende.

"Tenía que intentar matarlo, pero fue demasiado fuerte me hirió y luego me dejó inconsciente" una mentira fácil para mí, se había hecho sencillo con el tiempo.

Suspira "Bien no te culpo, también quería ese lobo para mí, pero descuida a la próxima tendremos más suerte". No la tendrá pensé, jamás los encontrará.

Alen:

Una hora más tarde Evan y yo habíamos logrado auxiliar a los demás cazadores heridos y llamar por refuerzos.

Instalamos un puesto en el área del ataque dispuesto para los heridos. Naia tomó la cabaña de la mujer que huyó con el hombre lobo.

Ella cojea un poco al acercarse a una mesa, en donde se posiciona un mapa. "Estás segura, de que son Mates"

Ella rueda los ojos "Te lo acabo de decir, son pareja. No sé cómo no lo notaste, ella lo defendió con su vida, además su olor estaba impregnando en ella íntimamente, solo un tonto dejaría pasar esto"

Suspiro frustrado, a veces Naia podía ser bastante irritante. "Y crees que esto tiene que ver con la dichosa profecía"

"Por supuesto que tiene que ver" ella hace un conjuro de magia oscura a sus runas, antes de lanzarlas.

"No creo que sea verdad" ella me da una mirada oscura "¡que!, los lobos están casi extintos, como pueden lograr destruirnos, sin un ejército"

Naia señala un punto en el mapa, anunciando nuestra próxima ruta. "Ya te lo dije hay cosas que es mejor no dejar al azar" ella me observa. "Partiremos mañana con los nuevos refuerzos"

No discutiría con ella, por el momento haría lo que pidiera "Bien, ese lobo está herido de gravedad y está solo con una mujer que fácilmente podemos derrotar" Naia sonríe maliciosamente.

"Ya que lo tenemos cubierto, quiero hablar de nosotros" dice de repente.

Frunzo mi ceño. Lo que menos quería ahora era actuar como enamorado " escucha debo estar con mis cazadores..."

Ella me interrumpe. "Note que durante el ataque, no estuviste muy solícito a ayudarme"

Suspiró, así que de esto se trataba "Sí, le quitaba los ojos encima al lobo ni tú ni yo estaríamos vivos" me acerco a ella y acaricio su rostro, esperando limar cualquier duda que tenga. Naia no me aleja.

"Sabes qué Alen, te he notado diferente conmigo desde hace un tiempo" Naia se aleja, sé que está empezando a dudar de mí. Ella continúa y dice de repente "Talvez deberías saber, que sí yo muero tú mueres"

La miro confundido de que estaba hablando "Que quieres decir"

"Fuiste mi primera creación. El primer cazador... te hice especial y diferente a todos, te hice inmortal, ... Lo que nunca te dije fue que uní tu vida a la mía." Me quedo en mi lugar demasiado quieto. Ella sonríe y agita la mano "Fue algo que no tuve en cuenta, no sabía como lograr mi propósito en crear a los cazadores. Tú fuiste mi primera prueba y funcionó solo que fue un error, algo que ya no podía revertir. Así que si yo caigo tú caes"

Esto cambiaba todos mis planes, justo cuando quise deshacerme de ella. Me entero de esto. Pero debía haber algo que se pudiera hacer para revertir ese hechizo, había más brujas en su aquelarre, haría lo posible por desvincularse de Naia.

Le sonrió y la acerco a mí "No me importa estar unido a ti" acaricio su rostro y continuó "No dudes de mí, te amo Naia y eso lo sabes, soy fiel a ti" la beso y ella corresponde.

Ella se aleja un poco y me observa "Que harías para protegerme" pregunta curiosa.

"Haría lo que sea Naia, eres mi vida" la miró como la miré en un pasado. Solo que en ese tiempo era sincero ahora no.

No sabía para que me molestaba en decirle palabras dulces cuando sabía que a ella no le afectaban. Pero haría lo que sea con tal de mantener el juego.

Naia me sonríe y acaricia mi rostro y dice "Eso está mejor". Le habían complacido mis palabras. Reanudamos nuestro beso y nos entregamos a la pasión de la noche.

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