Almas perdidas.

El chico de las motos llevó a Jade en brazos hasta un pequeño apartado en la parte de arriba.

__Dile a Ulises que traiga a su paramédico.

El guardia de seguridad salió rápido, la imagen de Jade en brazos del hombre, lo hizo reaccionar.

__Ha pasado mucho tiempo. __Dijo Danna, todavía anonadada.

El chico se quitó su chamarra de piel y solo quedó en una camisa a cuadros.

Ella no podía dejar de mirar el bien formado cuerpo del hombre, así no era como lo recordaba.

__Un año y meses no es tanto, tu te vez muy bien, al parecer renaciste y eso me da tanto gusto.

El tono de la voz fue tan lastimoso que Danna se acercó a abrazarlo.

Jade abrió sus ojos, desorientada, buscando a Danna.

__Dios mío, ¿que fue lo que pasó?, acaso ¿tomaste alcohol?. __Le recriminó Danna.

__Claro que no, sólo que...

Los ojos de Jade se encontraron con el chico de los tatuajes.

Su corazón casi le salió por su garganta, sus ojos estaban a punto de derramar chorros de lágrimas y ella no entendía la razón.

__Jade, eh, te presento a Emilio Castillejos, Emilio ella es Jade, mi amiga.

Jade parpadeó muchas veces, haciendo que Emilio sonriera ante la ternura de su confundido rostro.

__Mucho gusto señorita Jade.

Los fuertes y tatuados brazos pusieron muy nerviosa a Jade, ella tenía treinta años y jamás había experimentado una cosa similar.

Cuando sus manos se rozaron, sintieron una especie de corriente eléctrica correr por todo su cuerpo, haciendo que Jade, quitara rápidamente su mano.

Llegó en paramédico y Danna aprovecho para salir y hablar con Emilio.

__¿Qué haces aquí?.__Comenzó Danna.

__Estoy en un viaje desde Alaska, hasta Argentina, estoy aquí solo por una pequeña pausa...no voy a quedarme.

__¿Ya viste a...

__No en realidad, esa amiga tuya me robó la atención desde que llegué a este lugar, es raro sabes, desde...tu sabes, el accidente, yo difícilmente puedo poner mis ojos en una mujer, hombre, trol o lo que sea, solo voy por el mundo, esperando que un día salga volando de mi motocicleta.

__¡Emilio!, no digas esas cosas...esperé mucho para tener una oportunidad, estoy agradecida de estar en esta vida, muchas personas nunca lo logran y en verdad que la mayoría desea vivir.

__Lo sé, ¿crees que no me siento un jodido idiota por pensar así ?, pero mi vida ya no tiene sentido Danna, mi vida se fue con ella.

Jade escuchó una parte de la conversación, el apellido de Emilio era el mismo que el de David, ¿serán familia?, se cuestionó.

__¿Dónde se meten?, las buscamos por todo el lugar, Jade ¿estás bien?. __Iván estaba asustado, creyó que algo malo les había pasado.

__Tranquilo, lo siento, Jade se encuentra bien y yo también.

Iván veía con cautela al acompañante y cuestionó a Danna con la mirada.

__Oh, Iván, él es Emilio, Emilio él es Iván Blanco, mi amigo.

Iván levantó una ceja, inevitablemente ese apellido no le hacía ninguna gracia.

__Castillejos eh...

Emilio también hizo mala cara, apretó su mano.

__Solo soy Emilio, al parecer los Castillejos no son nada queridos...

Llegó Juan Carlos.

__Está muy mono el privado, pero es que son muchos en un pequeño cubículo ¿no creen?.

Juan Carlos vio a Emilio, alzó la ceja, ¿podría ser el destino?.

El era médico su profesión no le dejaba espacio para creer en otra cosa que no fuera la ciencia.

__Emilio, te vez muy bien, me da gusto por ti.

Se tendieron las manos y Juan Carlos le dio un abrazo.

Jade e Iván estaban terriblemente confundidos, Danna sabía que Juan Carlos probablemente lo había atendido cuando su accidente pero, era cardiólogo no un médico de emergencia.

__Saben, los que pasan por acá nos ven rarísimo, entonces pensaran que vamos a organizar una orgía o algo así, que les parece si nos vamos a mi casa, puedes venir Emilio, a mi mamá le va a encantar verte de nuevo...

Danna en verdad quería irse de ahí, la presencia de Emilio y David en el mismo lugar, no podía terminar bien.

__Déjame poner al tanto a mi grupo, yo los sigo...

Los cinco bajaron y recogieron sus cosas, bueno los hombres vaciaron sus bebidas y las chicas tomaron sus suéteres.

De pronto Danna tenía una mano en su brazo.

El brazo que semanas antes fue lastimado por las reclusas en la cárcel.

__¡¡Suéltame!!, ¿qué te pasa?.

David no la escuchó, la música sonaba fuerte y era imposible oír.

Iván empujó a David, queriendo que soltara a Danna.

Luego Juan Carlos y se armó la pelea, Ulises y Fabián, del lado de David, eran sus amigos y no lo podían dejar solo, además de que no conocían al par de chicos atractivos con los que Danna salía últimamente.

Los de seguridad los comenzaron a sacar.

Ya afuera Iván soltó el primer golpe.

__No la vuelvas a tocar imbécil.

__No me vas a decir que hacer....

Danna estaba en shock, odiaba las peleas, en realidad toda la violencia.

__David para, Iván, por favor.

Juan Carlos detuvo a Iván y Jade también, los tres veían a David con ganas de querer matarlo.

__Mira como te comportas Danna, ¿ahora eres una mujer que gusta de la poligamia?.

Danna le dio una bofetada con todas sus fuerzas, que tres de sus uñas se cayeron.

__Lo que haga con mi vida no te incunbe, me puedo acostar con la ciudad entera si quiero, con mil hombres que no me van a ver con lástima, y te prometo que lo gozarán...

Una rabia inmensa invadió la mente de David.

La sujetó del brazo y la sostuvo frente a frente por una milésima de segundo antes de que Iván, Jade y Juan Carlos se la quitaran.

__¿Que pasa Danna?. __Preguntó Emilio a la espalda de David.

Su voz hizo girar la cabeza de David, Ulises y Fabián.

Palidecieron al ver a Emilio.

David comenzó a temblar, había tomado mucho, pero no tanto como para delirar.

__Ah, tú, Danna ¿nos vamos?. __Dijo Emilio, ignorando por completo al trío que lo miraba como si estuvieran viendo un fantasma.

__No te atrevas a poner una mano en Danna de nuevo, porque ella ya lo está sola, ¿por qué simplemente no desapareces?, ella sería más feliz si no tuviera que compartir el mismo aire que tú...

Jade nunca perdía la compostura, pero al tratarse de Danna, la sangre le hervía, odiaba a David, aunque de vez en cuando decía que el hombre estaba bien manipulado por su horrible padre.

David vio como Emilio se iba con él grupo de Danna, el motor de su motocicleta rigió feroz cuando pasó. Era una Harley Davidson clásica.

Las lágrimas salieron de su rostro cuando solo quedó una estela de humo.

__¿Que mierda fue todo eso hermano?, Emilio está aquí y además con Danna. __Dijo impactado aún Ulises.

__Según mi papá estaba en China o Japón, ahí fue la última vez que el investigador lo vió.

__Está demasiado cambiado, ¿viste esos tatuajes viejo?, parece un yacuza, tatuado hasta el cuello.

Se quedaron sentados en la banqueta tratando de recomponerse.

David tenía el golpe marcado del puño de Iván.

__Ese maldito abogaducho que trae Danna, me provoca matarlo.

__Ese tipo alto, el de saco negro, ¿quién es?...

__Es el cardiólogo que atendía a Danna desde que se fue a Boston, su ética es tan cuestionable, Fabián, tú sabes dónde vive Iván ¿no?, vamos, tengo que diablos hace Danna con tantos hombres a la vez.

Danna llegó a su casa y rápidamente movió todo para tener un jardín listo para una reunión de amigos.

Emilio no podía dejar de ver a Jade, había algo en esa mujer qué le atraía, ella estaba igual, nunca tuvo que ver a un hombre de forma distinta a la que veía a su hermano, pues todo el tiempo vivía en los hospitales, pero Emilio le había robado toda su atención.

Era como si dos almas perdidas durante mucho tiempo, al fin se hubieran encontrado y se sentía malditamente bien, era la sensación que te envuelve cuando tomas un gran vaso de agua refrescante, después de caminar bajo el intenso sol de un día de verano.

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