Sueños rotos.

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Don Ignacio llegó justo a tiempo para sacar con vida a Melina, Víctor estaba muerto y su cuerpo había comenzado a quemarse.

Llevó a Melina a un hospital, en secreto, si sus enemigos de otros carteles se enteraban de la repentina muerte de "el escorpión" como le llamaban a Víctor, irían a darle muerte a toda su familia y le pondrían precio a la cabeza del hijo.

Decidió por el bien de Melina, dejarla bajo el cuidado de un confiable amigo en la ciudad, atendida en un refugio para enfermos mentales. Debido al fuerte trauma, Melina nunca más volvió a hablar.

Las marcas en sus brazos y cara eran el recordatorio constante de lo horrible que fue su vida. Los primeros años, lloraba y gritaba por las noches, luego de muchos tratamientos, pudo estar calmada, aunque su personalidad alegre, su inteligencia, su actitud, se habían ido para dejar solo a una mujer solitaria que nunca hablaba y que parecía vivir en su propio mundo.

Don Ignacio, mantuvo en secreto la muerte de Víctor, solo se supo que Melina murió en el incendio con su hijo.

El mito del "escorpión" aún se sigue escuchando, la mayoría dice que se retiró y vive en Italia, otros que vive en las montañas de la sierra sinaloense.

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Melina llevó su mano hacia el lado derecho de su cara. Su piel mostraba relieves que las cremas y tratamientos no pudieron borrar.

Miró a Lorena y luego a Carlos, a él le sonrió, no era una sonrisa amable, era maliciosa.

Pasó empujando el hombro de Carlos y abrazó a don Ignacio, luego vio a Rosalinda, la recordaba tal cual como estaba ahora.

__Hola, ¿ya estás bien?. __Su voz era dulce, suave y fina.

Don Ignacio ya sabía que en los últimos años, ella había vuelto a dibujar, cantaba de vez en cuando y pronunciaba algunas palabras.

Por eso no se sorprendió.

Rosalinda no le contestó, solo le tendió un abrazo. Si bien en el pasado Lorena había sido su mejor amiga, con Melina también se llevaba bien.

__Señor Ignacio, quisiera ir a descansar, me siento...

Don Ignacio no la dejó terminar, tenía la mirada clavada en el par de idiotas que tenía en frente, quienes parecían haber visto un fantasma y su lengua se había hecho piedra.

__Si hija, el chófer te está esperando, por la tarde iré a verte.

Melina salió sin voltear, Rosalinda vio con nostalgia como se iba.

__No tenía planeado que supieran esto, pero dado que lo han visto, ahora sí toma en serio mis advertencias Carlos, no te acerques a mis hijas, sobre todo a Danna, porque no me temblará la mano para atravesar tu sucia cabeza, te juré un día que te mataría, hoy estoy cerca de lograrlo.

Tomó a Rosalinda del brazo y caminaron hacia la cafetería, Emilio que parecía haberse mezclado con la pared, les siguió.

__Papá, él es Emilio, es hijo de Carlos y Lorena.

__Encantado señor López.

__Emilio, buen nombre te eligió, así se llama tu abuelo.

Emilio no conocía a los padres de Carlos, él decía que murieron cuando él era un niño, solo conocían al abuelo por parte de Lorena y era un señor que nunca estaba de buen humor.

Después de desayunar, hablar y responder preguntas, Danna y Rosalinda se fueron a descansar.

Danna mostraba signos de fatiga y su ritmo cardíaco estaba lento. Eso puso en alerta a Rosalinda y llamó a Juan Carlos.

__Ha estado bajo un tremendo estrés, la noto agotada y está teniendo problemas para respirar...

__Tranquila, déjala dormir y que coma bien, igual debe tomar sus pastillas, si sigue igual viajaré a verla...

La llamada duró muy poco, Juan Carlos estaba con muchísimo trabajo.

__Hola, tengo malas noticias...

La voz de Iván al otro lado del teléfono, no se oía nada bien.

__¿Que sucede Iván?. __Le preguntó Rosalinda.

__Hoy me notificaron que Castmar, fue embargada...

__¿Como dices?.

__Carlos debía una cantidad de dinero muy elevada a un banco español, la empresa fue puesta como garantía...

Rosalinda azotó el teléfono y su taza de café salió volando hacia la pared.

No necesitaba el dinero, lo tenía de sobra pero era la empresa que Omar construyó desde cero, era el legado de su esposo.

__Iván, investiga todo sobre el embargo, quiero el nombre de dueño si es posible...

Pagaría mucho dinero pero le sobraba.

Durante los siguientes días no hubo más novedad, David evolucionada favorablemente, todavía no despertaba del todo lo mantenían dormido para aminorar su dolor.

Carlos desapareció, cuál rata. Dejó a Lorena a cargo de lo que pudiera ocurrir, ella era la madre de sus muchachos, creyó que influiría en ellos para que perdonaran al hombre que era su padre, estaba escondida en un discreto departamento a las afueras de la ciudad.

Iván llegó hasta la casa de Danna.

__Hola honey, te extrañé horrible....

Iván y Danna se abrazaron durante varios segundos.

No lo había visto, ni a Jade, no había ido al hospital por cuidar de su propia salud, su corazón estaba resintiendo todas esas emociones negativas y le había pasado factura.

__Lamento decir esto... el pago no lo podemos hacer nosotros, según lo legal, Carlos y David, son propietarios de Castmar Corp y no ustedes, eso significa, que hasta que David pueda tomar sus actividades, él tiene que ir a negociar, Carlos dejó un desastre...

__Y huyó como un perro, ¿encontraron a Lorena?. __Preguntó Danna.

__No, ella no salió del país, pero nadie sabe donde está.

__Espero y no trate de volver...

Danna fue al hospital, tenía que firmar unos documentos por ser la responsable de David y además legalmente era la esposa.

No pudo evitar entrar a su habitación. Estaba dormido, se acercó y vio su rostro, sus largas pestañas caían sobre sus párpados algo púrpuras.

Recordar le dolía, sus sueños rotos volaban alrededor de ese hombre, tendrían una enorme casa, con una alberca gigante, una granja y muchas flores en el jardín que construirán juntos, así como dos hijos.

Una lágrima se resbaló por su mejilla.

David abrió los ojos, estaba desorientado.

__Danna, mi Danna...ven, ven...

Ella se congeló, no supo como, pero de pronto él había despertado y de paso le habló.

__No debes hablar, tu...herida...

David extendió su mano hasta alcanzarla, la jaló sin mucho esfuerzo y puso su cara justo frente a la suya.

Su aliento era caliente, igual sus manos, pero Danna siempre estaba fría y no le dio importancia.

Hasta que David plantó sus labios sobre ella.

Su beso fue débil pero, desesperado por recibir uno a cambio. Danna abrió levemente la boca y cedió a su reclamo. Había soñado con algo así, era masoquista, pero no pudo evitarlo.

Llevó su mano a la frente de David y fue ahí que supo lo mal que estaba, tenía fiebre.

Se alejó en contra de su voluntad y presionó el botón de alarma.

__No me dejes Danna, hasta que la muerte nos separe ¿recuerdas?.

Danna asintió, pero la palabra "muerte" no era algo que le gustaba oír.

Las enfermeras la sacaron de la habitación, dejando a David solo y con un vacío en el pecho que le impedía respirar, Danna conocía el sonido del monitor que anunciaba cuando la vida se estaba yendo.

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