Insano.

__Vamos muy bien Danna, ese corazón está lleno de vida y no hay indicios de posibles fallas, pero, debes seguir cuidándote, nada de forzar de más a tu sistema cardiovascular.

__Suenas cómo todo un doctor...

__Soy tu cardiologo...

Después de un gran fin de semana, Danna tenía que volver a la oficina.

El investigador que llevaba el caso de su padre le tenía una gran noticia.

__Señorita Villa, encontramos el arma de su padre, ahora mismo se le están haciendo exámenes para encontrar más pruebas.

Eso sin duda puso a Danna feliz, estaba cada vez más de encontrar la verdad.

Pero su buena fortuna no duró para todo el día. Carlos llegó despotricando contra todos.

Abrió la puerta de golpe y Danna pudo ver que el hombre estaba fuera de sí.

__¿Me puedes explicar, por qué diablos no puedo salir del país ?. __Carlos y Lorena regresaban a su casa en España, pero en el aeropuerto no se les permitió subir al avión, había una orden que les impedía salir del país.

Danna sabía que los Castillejos estaban siendo investigados, pero desconocía que no podían viajar fuera de Mexico.

__No se de que hablas...

__No mientas, ¿sospechas de nosotros Danna ?, fui amigo de tu padre, como un hermano, todo lo que he hecho es tratar de proteger esta empresa, que al final del día también es tuya, porque te estás empeñando en quitarme todo, yo pagué por esto y aun así me estás haciendo quedar como un vulgar ladrón.

__Yo no hice nada, te repito, mi papá no te daría ni sus pecados, jamás hizo un fraude, nunca te vendió esta compañía, tú fuiste el que traicionó a su "amigo" por dinero, porque siempre quisiste lo que mi papá tenía ¿me equivoco?.

__No hay pruebas en mi contra, en cambio, la firma de tu padre está en esos documentos y ni hablar de las cuentas en las Bahamas, estas ciega, no vez que tu padre era una maldita rataaaa.

Danna perdió el control y le arrojó todo lo que había en su escritorio.

__Sal de aquí, no vuelvas a entrar a mi oficina.

__Te duele que te diga la verdad, pero es así, tu padre no era un santo, si no, pregúntale a tu madre porque el matón de tu abuelo nunca lo quiso.

Danna se detuvo a mitad del pasillo.

__Carlos, miserable idiota, pronto querrás estar en el lugar de mi papá, eso te lo puedo jurar. __Le sonrió y le dio la espalda.

David oyó los gritos y subió rápidamente.

Vió la mano de su padre queriendo alcanzar un bote de basura y las claras intenciones de inpactar a Danna con él.

__¿Que crees que haces?, no se te ocurra.

Danna volteó al oir la voz de David.

__Llevate a tu padre de aquí, no quiero que vuelva a mi piso, no lo quiero ver aquí porque la próxima vez voy a disparar el arma que usó mi padre para "matar" a ese tipo, ¿Agustín Blanco se llamaba no?.

Carlos Castillejos tembló.

Regresó sobre sus pasos y entró al elevador privado.

__Danna, lo siento, no sé que te dijo...

__Desaparece David, ve tras tu padre...

Sintió sus palabras como mil dagas clavándose en su corazón, ella ni siquiera lo volteó a ver.

En el elevador, Carlos se encontró a su nuera, Miranda venía por David, hoy tenían su primer ultrasonido y David insistió en acompañarla, ella había evitado tanto que él estuviera en sus consultas, temía que descubriera o que hiciera cuentas y no coincidieran.

__Miranda, ¿ya resolviste tu problema?.

__Claro que no, tu sabes que David me tiene vigilada, no puedo dar un paso sin que lo sepa.

__Pues date prisa, si esa cosa nace, se dará cuenta que no es suyo.

__Pero si tiene su sangre...

__No seas idiota Miranda, ese mocoso no va a nacer, David no es el padre y sabes que si te descubre, te va a destruir.

__Tu dijiste que lo hiciera creer que es su hijo y me está funcionando, David quiere al bebé y estoy pensando en quedarme con él, tal vez haga algo para adelantar el parto y así crea que su hijo fue prematuro.

__Por tu propio bien, deshaste de eso...

Carlos tomó el estómago de Miranda, que apenas y se notaba y lo apretó, ella quiso quitar sus manos, pero no pudo con su fuerza.

__Tendremos mucho tiempo para hacer cosas sucias. __Carlos metió sus manos en la blusa de Miranda, apretó los sensibles pechos hasta hacerla jadear, luego mordió su cuello, siguiendo hasta su clavícula y yendo más abajo, puso en pausa el elevador y comenzó a morder todo el cuerpo de Miranda.

Ella no podía resistir, Carlos la tenía en sus manos y no podía hacer nada para evitar que el hombre hiciera lo que quisiera con ella. Lo peor y lo más enfermo, es que le gustaba, le gustaba todo lo que Carlos le hacía, por muy indecente e inmoral que fuera.

Carlos devoró los senos voluptuosos, mordiendolos hasta dejar moretones por ambas partes, las aureolas le sangraban, no le daba tregua, sus manos perfectamente limpias y arregladas pellizcaban su lugar más íntimo, haciendo que su boca soltara quejidos muy elevados.

__Cállate, vas a hacer que alguien venga a ver que sucede.

__¡Llévame a otro lugar, no puedo más!.

Sonaba suplicante y Carlos ya estaba demasiado caliente como para rechazarla.

__Sal tu primero, te veo en el estacionamiento, en el coche de...

__No, quiero ir a otro lado.

__Entonces ve al subterráneo ahí está el Mercedes, voy detrás.

Le dio una última mordida y jalón de cabello, dejándola más aturdida de lo que ya estaba.

Era insano lo que ellos hacían, pero no habían parado desde que Miranda fue a la fiesta de graduación de David, esa noche entró a la habitación de Carlos y Lorena, muy borracha y se desnudó frente a él.

Esa fue la primera vez, ella era la novia de David y aun así la hizo una y otra vez suya.

Desde entonces ella satisfacía los más enfermos deseos de Carlos, a cambio de dinero y una casa que él le dio, una casa que era de los Villa.

Salieron rumbo al hotel al que siempre iban, la misma habitación y con unas ganas que hasta dolían.

__Eres mi puta favorita Miranda, me encantas...

__Por favor, hazlo ya...te quiero...dentro.

__Vas a aguantar...

__Sabes que si...

La habitación se llenó de gritos y jadeos impropios para una relación de suegro y nuera, el hizo que ella lo llevara a su boca, haciendo que todo su ser casi la ahogara.

Después siguió torturando los pechos cada vez más grandes de Miranda, mientras su boca los dejaba rojos de tanta tortura, con su mano la hacía temblar, su vientre estaba duro, pero ignoró eso, puso su atención en el escultural cuerpo de Carlos, él definitivamente la volvía loca.

Él era un hombre rudo, Miranda ya lo tenía fuerzas y entonces era el turno de él, amaba tener el control absoluto del cuerpo de ella, solo así podía satisfacer sus necesidades.

La tomó por la espalda y la embistió tan fuerte que Miranda comenzó a temblar, ya no tenía fuerza para tratar de quitarlo, una pequeña lágrima salió de su ojo.

Él siguió, cada vez más fuerte, apretaba sus pechos tanto que ya estaban morados, golpeaba sus glúteos dejando sus manos perfectamente marcadas en la piel blanca.

Pronto comenzó a sangrar como cada vez que estaban juntos, él la lastimaba y por muy sucio que sonara, le gustaba, le gustaba sentir toda esa furia dentro de ella.

Cuando Miranda creyó que era el final, en su letargo escuchó crujir su pelvis, Carlos llevó al límite sus piernas al grado de quizá provocar una contractura su cadera.

Después de eso, la sangre comenzó a salir en chorro. Carlos terminó, quedó rendido al lado de Miranda.

Luego llamó al un doctor que atendía en una farmacia de dudosa reputación abajo del hotel, para que viera a Miranda.

La vida dentro de Miranda, se había ido.

__Te hice un favor,¿ lo vez ?, ahora ya no tienes que hacer nada.

Ese día perdió la posibilidad de ser madre, la vida que renunció a tener, le quitó también la suerte de volver a gestar, su útero no soportó y salió con su bebé.

El doctor le dio unos medicamentos para el dolor, la durmió y le hizo un legrado, todo en la habitación del lujoso hotel, sin los medios necesarios que podía tener un hospital.

Carlos sentía algo más que atracción física por Miranda, era insano pero quizá podría estar enamorado o sólo que ella era la única que le había hecho sentir tan bien. Y no sentía reparo en compartirla con su propio hijo.

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