Emma entró como de costumbre a la sala, con su uniforme blanco e impecable, su cofia recogiendo sus cabellos, Patricia la recibió dándole el reporte de la guardia nocturna, mientras hablaban Patricia se burla
-¡ah! Por cierto recuerda que el paciente Max, no usa pañales
-ni me lo recuerdes, sigo atendiéndolo porque no quiero que piense que soy una cobarde ¡pero no lo soporto! ayer me derramó la sopa sobre el uniforme, es un descarado, a cada rato me pide que lo lleve al baño y me mira con esos ojos que me dan miedo, pero voy a demostrarle que yo soy más fuerte que él, no me importa si es un matón o un asaltador de bancos
-pero recuerda que es peligroso no te confíes, Claudia y yo no le damos mucha confianza y nos mantenemos alejadas, escuchamos que sus enemigos están esperando el momento para matarlo aquí, el doctor ya habló con el director para que tome cartas en el asunto
-¿crees que entren aquí?
-según dicen los guardias que están vigilando en la puerta que no, pero hay que estar alertas-
Emma muy en el fondo sintió pena de este hombre, estar preso tan joven, en un país diferente y sin familia, a parte con estos enemigos esperando la oportunidad de matarlo, se fue a la cama de Max que estaba durmiendo y entonces quiso vengarse de lo de la sopa, alzó la voz y dijo su nombre logrando hacerlo levantar como un resorte, que si no tiene una de las manos esposadas a la camilla se va de largo al suelo
-¡buenos días señor Max!- el gringo se volvió acomodar en la camilla, tratando de disimular el gran susto que se llevó, miró la cara de burla que tenía la enfermera y cuando por fin le salieron las palabras le dijo
-ya veo que usted hoy vino borracha- la enfermera no le dijo nada, le retiro las sabanas rápidamente
-levántese que es hora de su baño
-últimamente te gusta bañarme más a menudo- a Emma se le subieron los colores al rostro pero reaccionó de inmediato
-esta vez entrará con usted el guardia, yo lo espero acá para tomarle los signos y darle el tratamiento
-bueno usted se lo pierde, mire que cualquier mujer, desearía ver todo mi arsenal- Max se acomodó para levantarse, el guardia lo acompaño hasta el baño, Emma por dentro se burló al verlo caminar con esa bata clínica que dejaba ver su trasero, que por cierto no era nada desagradable a sus ojos, comenzó a retirar las sabanas y entre estas consiguió una foto en la que aparecían retratadas, dos mujeres, una niña y un señor mayor, se imaginó a Max cargando en sus brazos a esa niña –
-Quizás es su hija, una de esas mujeres debe ser su esposa- pensó, volvió a sentir pena por él, terminó de acomodar la cama y colocó la foto sobre la mesa, escuchó al guardia llamarla
-¡enfermera! ¡Venga rápido!- corrió para el baño
-¿Qué pasó?
-el reo se queja que tiene un dolor muy fuerte- Emma no lo pensó y lo consiguió arrodillado en el piso, le preguntaba mientras él se quejaba
-¿Qué tiene? ¡Max! Dígame algo- el hombre seguía quejándose del dolor mientras se agarraba el abdomen, Emma angustiada le dijo al guardia
¡Llame al doctor por favor!
-¡señorita! ¡No la puedo dejar sola con él, es peligroso!- la enfermera gritó
-¡vaya! Este hombre no representa ningún peligro para mí ¿no ve como esta?- el guardia al ver la urgencia del momento le hizo caso, cuando se retiró, Max la agarró contra él y le clavó un beso, el corazón de Emma saltó por un momento y sentir la lengua de, el dentro de su boca, le cortaba la respiración, abrió los ojos y reacciono de inmediato apartándose de el con todas sus fuerzas
-¿Qué haces?- el cómo pudo se levantó y mostrando una medio sonrisa y su cuerpo completamente desnudo le respondió
-sabía que eso era lo que querías- la enfermera no tuvo más que decir
-¡estás loco! Colócate la toalla, debe venir el guardia con el médico, te pueden castigar por esto ¿lo sabes?
-sí, pero todo sea por complacer a la enfermera más amargada – en ese momento entraron el médico y el guardia, el primero le dijo a Emma
-¿Qué paso enfermera?- Max volvió a sonreír con picardía mientras la miraba, la enfermera decidió no decir lo que paso, sabía que lo castigarían y hasta lo mandarían al pabellón y ahí si lo mataban
-nada, doctor, el paciente tuvo mucho dolor pero se le calmo- el médico le dijo al guardia
-ayúdelo por favor para que se acueste, para poder examinarlo
El ambiente en la sala estaba aparentemente tranquilo, ya estaba llegando la tarde, Emma y sus compañeras estaban sentadas en un escritorio, cada una llenando los reportes y haciendo sus labores
Max le pregunto al guardia que estaba a su lado
-amigo se ha escuchado algo de “El grande”- asi le decían al cabecilla de la banda a la que pertenecía Max, el guardia le responde
-mira gringo, “al Grande” le dieron de baja y ahora vienen por ti, lo sabes, a ellos no les conviene que estés vivo, quieren verte muerto porque así todo el poder es de ellos, estas aquí porque el director parece que recibió una plata por mantenerte vivo, al parecer tu familia le están dando una fuerte suma para que te cuiden, por eso aun estas aquí, con la excusa de que estas herido, así que tranquilízate, porque hasta que no sepan que van hacer contigo, no vas a salir de la sala de hospitalización
-quiero yo hablar con mi abogado
-tendrás que pedirlo, ya sabes cómo es eso
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 110 Episodes
Comments