Ya en el interior…
—¡Sigueme Daren! —le dijo Evano mientras lo tomaba de la mano.
Pasaron por toda la sala, que era encantadora, llena de lujos muy exuberantes, esculturas qué cubrían los alrededores al igual que pinturas muy detalladas y demasiado realistas, de tamaños gigantescos para una casa normal.
En medio se encontraba una piscina, pero está en lugar de estar escarbada, más bien está tenía casi ocho metros de altura, la rodeaban vidrios qué no permitían pasar el agua, era casi como una pecera gigante o un acuario, en su interior había peces hostiles qué permitían nadar con ellos y para poder entrar en ella se encontraba una escalera dorada que llegaba a la parte superior de la alberca, los gemelos ya anteriormente visitaban el lugar para divertirse, pero siempre acompañados por sirvientes. En la parte superior del salón, el techo estaba cubierto de vidrio permitiendo dejar entrar al sol con todo su esplendor algunas enredaderas se habían esforzado para poder treparse sobre los vidrios y llegar hasta el centro.
—Cómo me encanta venir aquí a contemplar los peces hermano —Dijo Daren mientras se encontraba recargándose en el vidrio y les prestaba atención a los movimientos relajantes que creaban los peces, era como entrar en un trance.
En ese momento a Evano no le interesaba el llamativo lugar, solo mostrarle lo que tanto le apresuraba —¡Daren!, deja de estar distraído y apúrate, que venimos a ver otro mundo y no el que siempre estamos acostumbrados, el tiempo transcurre y no nos va a dar para ver todo lo que quiero descubrir.
—¡Ya voy… ya voy! —le dijo a Evano un poco perezoso, y después se dirigió a los peces —.Adiós pececitos —agitaba su mano diciéndoles adiós — después vengo a verlos con calma, para meterme a nadar junto a ustedes ya que me están apurando en este momento.
—¡Ya anda! Después sigues viéndolos —Evano lo tomó de la mano y lo jalo.
En el interior de la sala de descanso, en una zona muy escondida se encontraba una puerta muy sencilla sin tanto ornamento como las demás que acompañaban la sala.
Daren miro indiferente a Evano.
—¿Es enserio que vamos a entrar hermano a ese lugar?
—¡Sí! —dijo sin dudar Evano.
—Pero sí ahí es solamente una simple bodega donde guardan semillas y otras cosas cómo materiales de limpieza del Castillo.
—Pero no has visto qué más hay ahí, Daren.
—¡Ay por favor hermano!, no soy tonto —.dijo Daren un poco molesto de la broma que anticipaba de Evano.
—No eres tonto, es por aquí la entrada. Enserio.
—Si claro — Abrió la puerta para mostrarle que no era ningún tonto —¿Ves? solo hay cosas.
—Um, jaja.
—De qué te ríes Evano. ¡Lo sabía!... era una broma tonta tuya verdad, siempre haces lo mismo.
—Tranquilo Daren, ya no te enojes porque te voy a mostrar. Y me vas a creer.
—Umm…no lo sé.
Evano entro a la bodega — Vamos que esperas afuera, entra.
—No me da la gana.
—Ya déjate de payasadas y ven —lo jalo de la manga del saco y lo arrastró al interior.
Después Evano se acercó a un montón de costales qué se encontraban apilados en un mueble.Se colocó los puños de las manos sobre las caderas y con una postura orgullosa dijo:
—¡Muy bien!, aquí comienza la aventura.
Comenzó a quitarlos a pesar de que eran demasiado pesados.
—¡Deja ahí hermano, te vas a lastimar! —lo quiso detener Daren.
—En lugar de quejarte, anda, ven y mejor ayúdame.
—¡Hay estás loco!, que me voy a romper la espalda.
—Estoy loco un poco… jeje —Evano sonrío un poco sarcástico. Mientras más la pienses menos hacemos eh.
—Um… ¡Está bien! ya te ayudo. Pero nada más resulta otra broma y te juro que ahora sí me enojo. Y, fuiste advertido.
Daren tomó una esquina del costal y Evano la otra y así comenzaron a cargar hasta terminar la pila que era de más de veintiún costales.
—¡Si que pesan demasiado! — exclamó Daren mientras se quitaba el sudor de la frente con la manga de su saco.
—Ya no te quejes, la vez pasada los puse yo solo sin tanto lloriqueo.
—Ummm…Bueno ya, muéstrame el supuesto lugar que nos puede llevar al exterior del Castillo. Porque yo no veo nada ahí, solo la pared.
—¿Ves esa pequeña línea delgada que aparenta ser la separación de esa pared a la otra?
—Sí, la veo.
—Coloca las palmas de tus manos en la línea.
—Ummm…¿En serio qué estás jugando verdad hermano? —entrecerró los ojos Daren sospechando que algo venía
—¡Vamos anda!...
—Está bien, confiaré en ti —Daren colocó las palmas de sus manos, pero aún se encontraba dudoso de lo que podría hacer una broma, y esta vez Daren no sé dejaría a los juegos qué siempre le hacía Evano, ya que ahora sí estaba preparado para soltar un puñetazo en el brazo a su hermano, para que ya se comportará y madurara.
Al momento de colocar las palmas de las manos donde le indicó Evano, se quedó ahí esperando para ver qué sucedía pero, nada sucedió en ese momento.
Esto si lo molesto —Ahora sí Evano, ¡me las vas a pagar!... Te juro que ya no me vuelvas a jugar otra broma más. Sé que soy muy tranquilo y me dejó de tus juegos, pero, hoy, no estoy con las ganas de soportarlos, así que… —y cuando le iba a lanzar tremendo puñetazo, la separación de la pared comenzó a resplandecer, en su interior se escuchaba un crujir, como cuando pisas madera ya putrefacta —. ¿¡Ehhh!?...
—¡Ves te lo dije!. Pero así como te pones creo que para la próxima ya no te voy a decir nada —Evano se sorprendió que por primera vez vio a Daren comportarse de esa manera enojada, siempre trataba de tranquilizar las cosas.
Mientras platicaban, la pared se movió como una puerta corrediza permitiendo ver en su interior un pasaje en el cual podían introducirse los gemelos.
—¿Ese pasaje nos llevara entonces al exterior del palacio?.
—Sí.
Muy sorprendido dijo Daren —Pero cómo lo descubriste, si ni siquiera yo me di cuenta qué era un pasaje.
—La pasada vez cuando tú te encontrabas dormido, un gato blanco con oreja negra se asomó de la puerta queda este lugar, me llamo tanto la atención porque tenía una mirada extraña, sus ojos eran púrpuras y en su interior parecía ver un universo, su presencia era casi una sensación qué me absorbía. Después el gato se introdujo a este cuarto y yo sin dudarlo, lo perseguí.
El gato colocó sus dos pequeñas patas delanteras en la pared, en ese momento no se encontraban los costales esos yo los puse después, y bueno después de colocar sus dos patas se abrió este pasaje.
—¿Cómo es posible que nunca me di cuenta de ese extraño gato? —Daren se sentía confundido
—Pues como te dije la vez pasada, siempre te encuentras distraído y no te das cuenta de lo que sucede a tu alrededor.
—Pues vamos a entrar, y ya no perder más tiempo Daren.
—Sí… Pero antes de eso te quiero pedir una disculpa por dudar de ti, qué siempre me haces lo mismo y esta vez te juro qué después de lo que sucedió con mi madre… no sé, tal vez quería desquitarme con alguien y posiblemente ibas a ser tú.
Evano se sintió un poco amenazado.
—Je,je… por suerte esta vez no estaba jugando contigo, porque como veo la situación, creo que iba acabar hasta con el ojo morado.
—Muy probable hermano. Bueno, ahora sí vamos a entrar, ahora sí me urge conocer cómo se ve el exterior.
Entraron en el pasaje, este era un poco oscuro pero daba la sensación de que entraban pequeños rayos de sol cómo si el reflejo apunta como creando una pirámide. Y mientras continuaban adentrándose…
—A pesar de que está un poco misterioso este pasaje se siente tranquilo, no me da inseguridad —dijo Daren mientras veía los alrededores.
—¡Verdad que no!, A mí tampoco me dió miedo.
Continuaron caminando así por un rato más, hasta toparse frente a un espejo.
—¡Qué extraño espejo! —Daren lo observaba detenidamente.
—Umm…de eso te quería contar Daren. La vez pasada cuándo perseguía el gato esa introdujo detrás de este espejo.
—Se ve brilloso como un espejo pero a la vez parece agua.
—Exactamente, como lo viste tú en este momento . En aquel momento pensé que tal vez era una cascada silenciosa qué te permite llegar al otro lado, así que sin pensar de más lo traspasé.
—No lo sé hermano, no me da buena espina hacerlo —Daren tenía miedo de cruzarlo.
—No te preocupes, no pasa nada qué no ves que me encuentro aquí, si no ni siquiera supieras la existencia de este lugar .
—Y por lo menos sabes que hay del otro lado.
—Si.
—Ya déjate de excusas, piensas demasiado y no disfrutas la aventura.
—Esque..
—Hernano no me pasó nada, regrese sin ningún rasguño.
Daren acepto la lógica de Evano —Bueno en eso tienes razón.
Pues bien andando…
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Updated 70 Episodes
Comments
Irma Ruelas
problemas
2022-10-21
1