LLEGANDO AL SALON PRINCIPAL…
—¡El príncipe Evano y el príncipe Daren han llegado! —Dijo el anunciante del Rey, con un fuerte pulmón.
Daren y Evano caminaban escoltados por el Capitán y el soldado hasta donde se encontraba el Rey y la Reina sentados en su pedestal. El Rey se levantó y extendió sus brazos y con una gran sonrisa les dio una bienvenida.
—¡FELIZ CUMPLEAÑOS MIS QUERIDOS HIJOS!!!...
Daren con su pañuelo que tenía su nombre bordado en oro, se limpió la sangre que corría por su labio, que pocos momentos antes de entrar fue herido por el capitán ya que se resistía a dejar a la doncella. Mientras que Evano hizo al mismo tiempo lo mismo. Limpiarse los restos de sangre que poco antes había escupido y que corrían de su boca.
La Reina solo sonrió y muy déspota dijo:
—Por fin han llegado, los estuvimos esperando para enseñarles su regalo que con ansias esperábamos darselos.
Daren con ira le dijo:
—Madre, no queremos ningún regalo.
—¿Cómo es posible que no quieran un regalo?, su padre se esforzó demasiado.
—Madre cómo es posible en este momento hacer una fiesta, si hace un momento una doncella convulsionó frente a nosotros y tal vez en este momento se encuentre muerta porque nadie pudo ayudarla, ya que teníamos que estar aquí por órdenes de ustedes. ¿Y para qué? para que nosotros recibamos un regaló.
—Ustedes son lo más importante para mí, y así me lo agradecen, reprochando ¿que no desean ningún regalo? —dijo muy déspota la Reina.
—Asi es madre, no deseamos ningún regalo, solo queremos que vayan a revisar a la doncella y puedan ayudarla antes de que sea tarde —dijo Evano apunto de llorar.
La Reina solo le sonrío con una educada y falsa sonrisa. En ese momento el Rey alzó la voz;
—Queridos hijos, estense preparados para la sorpresa que viene.
Parecía una escena de apariencias todo el ambiente al cual habían llegado.
—¡Padre, que no nos escuchan!, no queremos regalos ni fiesta. Si acaso el único regalo que queremos es que ayuden a la doncella y que nos digan dónde está Nana, el capitán no quiso decirnos —el Rey lo interrumpió colocó su palma hacía el frente indicándole que mantuviera silencio y después se dirigió al capitán.
—¡Le aplaudo capitán! —el capitán le hizo una reverencia —a pesar de las situaciones a las cuales se enfrentó, cumplio al pie de la letra con su misión de traer a los festejados a mi, como fuera.
—Gracias capitán, es un honor y dicha poder satisfacer a sus peticiones, aunque disculpe el método, ya que fue necesario poder cumplir su petición.
El Rey le sonrió —no se preocupe por eso capitán, lo que importa es que cumplió
Los gemelos se hallaron con varias interrogaciones en ese momento.
Despues el Rey miró a Daren y a Evano —Pues bien, vamos a mostrar su regalo, pero antes de eso ya que desean con tanto ímpetu saber de Nana, los llevarán a dónde se encuentra.
—¿Padre y la doncella?
—¡Ah!... cierto la doncella…Ummm no se preocupen —se dirigió al capitán —¡Capitan!
—Si mí Rey —dijo el capitán mientras se incababa en el piso para recibir la orden del Rey.
—Mande a alguno de sus soldados a verificar como se encuentra la doncella.
—Por supuesto mi Rey.
—¡Inmediatamente!.Que ya no se pierda el tiempo sobre ese caso.
—Sí ¡Mi Rey!
—Escolta a los festejados a dónde se encuentra Nana y quiero que mis festejados se encuentren en primera fila para que vean a Nana.
—¡Así lo haré mi Rey! —el capitán se incorporó en posición de pie.
Mientras el Rey se dirigió a los gemelos.
—Hijos míos, principes Daren y Evano sigan al capitán.
—¡Sí padre !—le hicieron una reverencia —.Nos retiramos.
—Adelante, en un momento los alcanzaremos su madre la Reina y yo así que estense pendientes de nuestra llegada.
—¡Sí Padre!
Daren y Evano salieron de la sala más tranquilos al ver que todo estaba solucionado sobre el caso de la doncella y que por fin podían ver a Nana.
Caminaron por todo el pasillo hasta llegar a la salida, y allí ya los esperaba un carruaje muy ornamentado.
—Antes de subir al carruaje principes, tengo que vendarles los ojos.
—¿Vendarnos los ojos?¿Pare que? —dijo Evano.
—Es para que no puedan ver hacia dónde nos dirigimos, sino va a estar arruinada la sorpresa que les tiene su padre el Rey. Me pidió hacerlo.
—Está bien.
— Adelante capitán, vende nuestros ojos —concluyó Daren,los gemelos no pusieron objeción alguna después de eso.
En el interior del carruaje mientras estaba andando…
—Que bueno que ya todo se solucionó Evano. Después de todo el alboroto que sucedió anteriormente.
—Tal vez Nana sea quien nos preparó la fiesta y por eso no quería que supiéramos Daren.
—Tal vez hermano.
Los gemelos en el camino aún escuchaban como continuaba el alboroto de la gente. Querían preguntarle al capitán, pero después de recordar lo ocurrido anteriormente, mejor se abstuvieron de recordar y repetir la escena pasada, mejor preguntarían a Nana cuando llegasen.
Al detenerse el carruaje, ellos bajaron los guiaron a lo que era como un escenario, fueron subidos a una tarima. El capitán los sentó.
—Qué sorpresa nos tendrá Nana hermano —dijo en voz baja Daren algo emocionado pensando que habrá hecho Nana de fiesta para su cumpleaños.
—Ni siquiera yo sé hermano, pero me gustaría saberlo.
—mientras seguían platicando fueron interrumpidos.
—Y ante ustedes el Rey y la Reina —dijo el vocero del Rey mientras lo acompañaban y ornamentaban con su sonido su entrada.
Mientras que a Evano y a Daren les quitaban las vendas, en ese mismo momento...La gente comenzó a gritar…
—¡MATENLA , ES UNA BRUJAAA!!!
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