Mi conciencia

♡Anya ♡

Me remuevo al sentir mi cuerpo pegajoso, las sábanas me molestaban al igual que la almohada, mi cabeza palpita con fuerza y esa molesta sensación se combina con un terrible dolor, además mi cuerpo duele como si no hubiera descansado absolutamente nada.

Una fuerte puntada se instala en mi cabeza cuando a mi mente viene todas esas terribles pesadillas, me quejo sintiendo que mi cabeza va a explotar.

No deseo levantarme, el cuerpo me pesa pero en contra de mi voluntad debía hacerlo para así encontrar una manera de calmar este fuerte dolor de cabeza, me impulso y me siento al borde de la cama viendo todo a mi alrededor cuando de pronto vuelvo a sentir esa fuerte puntada en mi cabeza como si clavaran algo en ella.

Llevo mis manos a ella, grito pero a los segundos empeora el dolor.

Me levanto y al mismo tiempo me viene un fuerte mareo y de la nada todo comienza a pasar muy rápidos por mi mente como unos confusos fragmentos similares a una película de terror.

Sintiendo mi corazón herido y ese aire de tristeza que se aferra muy fuerte a mi pecho, no pudiendo más, mis mejillas se empapan de lágrimas y vuelvo a gritar pero esta vez por la rabia cuando termino por caer en cuenta que no es una pesadilla.

¿Todo es real?.

Me vuelvo acostar abrazando con fuerza la almohada, volviendo a llorar pero sin aguantar todas esas ganas y dolor como si todo lo que estaba recién recordando hubiera pasada tan solo ayer.

Unos minutos después entra Armando, enseguida tapo mi rostro con las sábanas porque no lo quería ver, estoy muy dolida y enfadada.

Siento cuando a mi lado la cama se hunde, él se acuesta y se acomoda, pone sus brazos sobre mi cintura y justo cuando lo siento abrazarme me levanto de la cama.

-No me toques- le digo muy molesta para luego darle la espalda.

-Mi vida perdóname, todo fue para mantenerte a salvo- Entonces me giro para verlo, sin importarme que me vea con los ojos húmedos.

-No, nunca te perdonaré esto, siempre dices lo mismo pero ya no te creo, eres un egoísta solo piensas en ti- le respondo en voz alta lanzando toda mi rabia hacia fuera, sollozando y faltándome el aire.

Armando presiona sus labios haciendo una mueca de dolor y unas lágrimas se desbordan de sus ojos, intenta limpiarse pero de nada sirve cuando otras vuelve a empapar sus mejillas.

-Sabes lo que soy y no fue egoísmo, Anya yo de verdad temía que murieras, ese día en que intervine en tu anhelada venganza Jeremy se comunicó y me informo que tuvo una visión en donde ese tal fausto te quitaba la vida, alejarte de mí y esconderte fue mi única opción- responde intentando acercarse a mí pero retrocedo y le advierto con mi mirada para luego apuntarlo con mi dedo acusatorio

-Te dije que no me toques- le grito- Entonces tú sabías todo sobre ese animal que organizo el ataque en donde perdió la vida nuestro hijo- mi voz se quiebra cuando un nudo se formó en mi garganta- como pudiste, tú sabías que ese maldito estaría cerca y en vez de hablar conmigo para planificar un plan- llevo mi mano a mi cabeza sintiendo otra vez la fuerte punzada- tú decidiste dejarlo vivir y enviarme lejos de ti, me obligaste a tener otra vida y hacerme pasar por muerta, te atreviste a tomar decisiones sin pensar en el daño que me hacías- mi mirada se vuelve oscura.

-No lo estás entendiendo, se trataba de una trampa de fausto para asesinarte y el lo hubiera logrado si ese día te acercabas, entiendo que estés molesta, sé que no lo ves de la misma manera que yo lo hago, de verdad lo siento pero era la única opción, si te advertía tú jamás me hubieras escuchado-dice con seriedad

Camino al closet cambiándome colocándome lo primero que encuentro para luego salir de la habitación, necesito aire puro, siento demasiada rabia y mi cuerpo tiembla con evidentes ganas y deseo por transformarme; Él es la compañía menos indicada si me trasformara pudiera incluso atacarlo y lastimarlo.

-Mi vida- dice Armando a mi espalda viendo como me alejo- vamos a solucionar esto

-No puedo, necesito tiempo a solas- digo saliendo rápido de la habitación luego me detengo porque lo siento caminar tras de mí- te repito dame tiempo a solas Armando no empeores las cosas- lo señalo con mi dedo acusatorio y me giró para seguir mi camino, pero lo escucho.

-Está bien pero por favor no salgas de la isla.

Camino saliendo fuera de la casa viendo y reconociendo a todos; Vuelven fragmentos y recuerdos al lado de cada uno, sus nombres e incluso todo de sus vidas, otra vez me aturde una puntada.

No paro de caminar aunque mi cabeza seguía doliendo y palpitando como si fuera a explotar por tantos años de recuerdos.

Camino con rapidez dejándome llevar por el impulso de alejarme; Mis piernas tienen vida propia y con la misma rapidez se alejan de la aldea, Saliendo por la puerta de atrás donde se veía árboles y mucha plantación.

Me adentro a una zona boscosa que se encontraba a mano izquierda, unos largos minutos dando vueltas con la única compañía de mis terribles y muy dolorosos recuerdos.

Entre tanto dolor y recuerdos, a mi mente viene un lindo lugar lleno de paz, sigo caminando reconociendo que ya estaba cerca, un par de minutos más al pasar unos antiguos árboles encuentro esa única vista igual de pacífica y hermosa como la recordaba.

Muy parecido al acantilado en la mansión Wilson, con la gran diferencia que no era un acantilado pero prácticamente la misma hermosa y tranquila vista, este lugar tenía el mar a escaso paso de mí.

Con ello comprendo el porqué mi conciencia de la nada adoraba ese alejado acantilado en los terrenos de mansión Wilson.

Decido no perder tiempo y desvestirme, nadar un poco es lo que deseo y quizás con la suerte a mi favor eso me ayude a relajar mi cuerpo y me quite el abrumador dolor de cabeza.

Necesito relajarme lo suficiente y evitar una gran pelea con Armando porque su traición me duele tanto y me da tanta rabia que solo deseo devolverle el dolor.

Aunque en el fondo sé que no soy capas de hacer daño al hombre que amo, no puedo evitar sentirme de esta manera.

Debo estar a solas y controlar esta conciencia, no es fácil descubrir que todo lo que me ha pasado es mi larga vida es mucho peor de lo que pudo vivir jade, con ninguna de las dos identidades e sido tan feliz como deseaba, estoy tan ahogada en decepción y dolor que solo veo oscuridad.

Desnuda lista para nadar el agua toca mis pies e inconscientemente cuando llevo mi vista a ellos, mis manos tocan mi vientre y justo cuando ese triste recuerdo vuelve a hacer estragos en mi corazón, se concentra todo el dolor en mi pecho, los recuerdos me atormentan con cada paso que doy para entrar en las profundidades del inmenso mar.

Camino asta que el agua cubre todo mi cuerpo sintiendo mi piel aún caliente de la misma manera que mi alma reptiliana lucha por salir y estando en la completa soledad no veo necesario reprimir nada de lo que siento.

En este lugar puedo ser lo que desee así que por primera vez me dejo llevar por las ganas y deseo que mi alma reptiliana siente.

Al entregarme me convierto, sin siquiera sospechar que al entregarme de esa manera, pierdo mi conciencia cuando mi alma reptil toma todo el control; mi alma humana se siente débil e inestable en un agotador y lento suspiro, ella tan agresiva y dominante se apodera de toda mi mente.

Me sumerjo en el mar nadando con total libertad y paz, detallo la belleza que me ofrece tan amplio y pacífico lugar.

Pensando de todo un poco, viviría aquí toda una vida.

A mi mente viene una repentina ilusión y deseo de crear una cabaña justo en este lugar tan mágico, ¿será algún día lograré ese deseo?

Los recuerdos del pasado me llevan a las profundidades de esta isla, recuerdo la bonita conexión que tuve desde que llegué a ella.

Cuando Armando y yo la compramos sentimos que un mágico sentimiento nos envolvió, se sintió como si ya formara parte de nosotros.

Ese entonces cuando la conocimos me visualice todo una vida en este lugar.

En mi mente tengo un sin fin de recuerdos que poco a poco van encajando en el tiempo y lugar exacto, si bien hay demasiados malos momentos también es cierto que tengo buenos, únicos y mágicos momentos donde fácilmente todos y cada unos pueden llamarse felicidad porque la vida se compone de pequeños fragmentos buenos y malos; Ambos necesarios para enseñar y cambiar tu manera de ver la vida.

No sabía cuantas horas había pasado, nadando, meditando, pensando de todo un poco pero sentía que eran una eternidad, sin embargo, aún no me sentía lista para regresar.

Entre más nadaba y me entregaba a las profundidades más disfrutaba de este momento a solas, en donde mis prioridades y mis sentimientos se ponen en total sincronía.

Con la misma intensidad de una alegría, de la nada arremete un amargo recuerdo, mis lágrimas brotan y se mezclan con el mar, desahogando todo eso que antes se acumuló y necesito sacar.

A medida que sigo llorando poco a poco voy dejando todo el sufrimiento atrás.

Es increíble como mi cuerpo reptiliano a tomado el dolor; Ha resistido, sin quejarse como en mi estado humano lo hubiera hecho.

Sigo resistiendo a pesar de todas las horas que llevo bajo el agua, nuestro metabolismo es increíble y apropiado para todo tipo de clima, puesto que nuestra piel escamosa se adapta muy bien a los cambios de temperatura.

Sigo sin tener total control de mi cuerpo pero no se siente mal, todo lo contrario mi alma reptil disfruta de ser libre y con ello no veo la necesidad de luchar y dominarla, si me siento tan bien, en estos momentos después de tantas horas ya ni sé cuantas; El dolor en mi pecho se ha ido disipando, me siento resignada, se que mi pasado ya no tiene reparación, solo me queda vivir el presente.

Es un hecho que ya no soy la misma, he vivido muchas vidas y los años no pasan en vano.

Soy joven pero vivir todos esos siglos me a dejado enseñanzas; El alma se deteriora y duele pero muy a pesar de que duela, con cada lucha siempre obtenemos fuerza y conocimiento.

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