Secretos del pasado 1

Para sumarle más peso a mi culpa y terrible decisión, la única mujer que amo y amaré por toda la eternidad, ama a otro hombre.

Por esa razón yo mismo me odio, nada más recordar que fui yo quien la puso en esa isla la rabia revive, tengo claro que el único culpable soy yo a fin de cuentas, fui el que robe toda su memoria y con ello la obligue a tener otra vida, no sé si algún día ella me podrá perdonar por tomar esa terrible decisión pero lo cierto es que lo hice por amor.

El miedo a perderla me segó por completo y necesitaba protegerla, ya lo hecho está, solo me queda enmendar mis errores y esperar por su perdón.

Odio lastimarla aun cuando no fue mi intención, odio tener que ser yo quién reviva todos esos malos recuerdos que un día vivió en el pasado pero no me queda otra opción, prometí hacerlo y debo cumplir con mi palabra aunque eso me duela en el alma.

Cuando recupere los recuerdos me dolerá el doble pues estamos tan conectados que en ocasiones puedo sentir parte de sus emociones.

El ritual que hicieron cuando nos comprometieron, nos obliga a estar conectados en cuerpo y alma; el mismo en ocasiones nos ha ayudado a complementarnos y entendernos como esposo y esposa, estando en lugar del otro empatizamos en automático.

Por otra parte, cuando realmente uno de nosotros sufre se siente la agonía, de la misma manera que el otro lo siente y no hay nada que cause más dolor que ver sufrir a la persona que amas y además sentir en carne viva el dolor que esa persona siente.

Había tomado la decisión que el día de mañana en la noche le devolvería su memoria pero hoy es un buen momento, ya que en el día descanse lo suficiente, además no he utilizado mi don para así ahorrar toda la energía posible; energía que ahora necesito, me siento preparado y con mi poder renovado.

Respiro profundo me levanto acercándome a la cama, me agacho para quedar cerca de su rostro y la beso, trato de ser lo más delicado posible para así no despertarla.

Seguro mañana despertará molesta muy conmigo, así que debo aprovechar para darle este último beso que espero me alcance asta que ella decida perdonarme.

Todo lo que se avecina será difícil para ambos.

Me separo alejándome para sentarme de nuevo en el sillón me acomodo observándola.

No estoy preparado para volver a verla hundida en un nuevo dolor pero no me queda otra opción este día tarde o temprano tenía que llegar.

Al menos por ahora está a salvo y junto a todos nosotros, suspiro y me preparo para entrar a su pacífica mente.

♡ Anya ♡

Flashback- Recuerdos del pasado

- Mami, no, mami – lloro sin parar estando aferrada al cuerpo frío y sin vida de mi madre, de niña había considerado este momento el más doloroso de mi vida pues mi corazón dolía demasiado y nunca había sentido un dolor así; pero que iba a saber una simple niña, no podría imaginarme que la vida me tenía preparando dolores más intensos.

Tenía tan solamente cuatro años cuando después de un ataque a nuestro hogar nuestra reina y líder, mi madre pierde la vida, despedir de esa manera a mi madre fue un duro golpe, tengo vagos recuerdos de ella porque era muy pequeña además con el pasar de los siglos esos pocos recuerdos se han ido quedando en él olvidando.

Sé por todos que fue una mujer de carácter fuerte, la mayoría le temían pues fue una reina que impuso su palabra, buena guerrera, luchado, valiente y decidida, así era mi madre nadie que la pueda recordar sé atreve a decir que fue una mala reina pues aseguran que su corazón fue bondadoso y justo.

Derrocó muchas malvadas organizaciones de reptiles, amaba a su raza, su gente y todos sabían que tanto esfuerzo valía la pena, cada lucha que ella lideraba era por proteger a su sangre por la gran mayoría, los buenos reptiles, pero mi madre al igual que mis abuelos murieron luchando por su pueblo.

Al morir mi madre; A mis cuatro años quedando huérfana y sin familia me llevaron a vivir a la mansión de Blade Relish un primo lejano de mi abuelo, un hombre reptiliano de sangre pura, unos de los pocos de sangre pura que quedan con vida, pues la guerra nos arrebató a casi toda nuestro buen linaje.

Blade Relish fue el guardián protector de mi madre y al llegar su muerte, él cumplió su promesa al convertirse en mi guardián, mi madre confiaba en Blade y dejo todo organizado para que él se hiciera cargo de mi crianza; Blade es un hombre con carácter al principio su rígida expresión me causaba miedo pues solo era una niña que muy poco entendía del mundo, además al perder a mi único familiar era muy entendible que desconfiara de todos, pero con el tiempo descubrí que Blade es un buen hombre.

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Tengo 7 años, me encuentro tomando un breve descanso en el jardín pues a tan solo una hora viene a la mansión de Blade, la profesora a darme las respectivas clases privadas como siempre lo hacía desde mis tres años.

Se acerca mi padrino y protector Blade lo observo cuando llega cerca de mí; A su lado se encuentra un joven mucho más alto que yo y con mucha más edad, me lo presenta como su hijo, lo observo con detenimiento en el fondo me cuesta creerle, pues él nunca estuvo en casa y Blade nunca me hablo de él.

Mi padrino se marcha y nos deja solos dice él para conocernos mejor, Armando el joven que apenas e conocido camina lejos adentrándose al bosque; A los minutos regresa con una rosa me la entrega y sonrió por tan lindo gesto pues es la primera que me regalan, tampoco es que necesite rosas pues solo soy una niña pero la amabilidad del joven y su detalle me agrada.

Ese día comenzamos a conocernos, contando parte de su vida y la razón por la que no vivía en la mansión; A pasado todos estos años entrenando y preparándose para ser unos de los mejores luchadores, teniendo sangre real y pura es parte de su deber ser uno de los mejores, además el sería sucesor de su padre Blade por lo que ser el mejor es la razón más importante, cuando el momento llegue él será quien me proteja.

Los días pasaron y el joven Armando se convirtió en mi mejor amigo, era agradable aunque no es que tuviera muchos amigos, ya que nunca e podido salir de esta mansión, todos dicen que es por mi seguridad, me repiten una y otra vez que cuando tenga la edad suficiente debo hacerme responsable de mí deber, ser la reina y la líder que todos anhelan; por ello me protegen obligándome a siempre ser parte de esta aburrida y enorme casa.

Por años me preparé teniendo los mejores y estrictos profesores, fue cuando mi madre falleció que mi vida dio un giro difícil de asimilar para una niña de tan solo cuatro años, llore por días, también me portaba mal pensando que haciendo eso me devolverían a mi hogar, el mismo donde estaban todas las personas que conocía y con las que me sentiría más cómoda, fue difícil de entender el porqué de tanto cambio; Pero con el tiempo me adapte a mi nueva vida y con la llegada de Armando mis días fueron más llevaderos.

Con mi transformación reptiliana tuve muchos problemas, de niña a causa de mis berrinches y mal humor muchas veces perdí el control y sin desearlo lastimé a los empleados de la mansión, aun y con todos mis actitudes, todos me tuvieron paciencia y por supuesto tuve buenos profesores que me enseñaron a dominar mis poderes y transformación.

No fue fácil para una niña que desea solo jugar y disfrutar de sus juguetes, no es fácil aceptarte de la noche a la mañana, enterarte que además de ser una reptiliana soy una reina y la única esperanza de todos fue aun mas difícil, como aceptar tener tanta responsabilidad a tan poca edad, pues el tiempo y los años fueron todo lo que necesite para obligarme aceptar lo que soy.

☆☆☆☆

Teniendo 13 años estoy corriendo en un bosque al mismo tiempo que río con malicia, ya había dejado perdido, muy atrás a un tonto y molesto amigo.

¡Si suena loco! Pero me oculto de mi molesto y lindo amigo Armando quien ya es todo un hombre, desde que lo conocí cuando yo tenia tan solo 7 años no para de ganarse mi confianza ademas de darme detalles.

Ese entonces imaguine que era algo comun que un amigo hacia pero desde que cumplí 10 años me confesaron la verdadera razón; Dicen que cuando yo cumpla la mayoría de edad seré su esposa; por supuesto no creo nada de ello, yo jamás me podría casar con un romántico y loco como Armando.

Grito y pego un brinco entre fuertes risas cuando Armando me toma desprevenida, llega tras de mí y de un solo salto me atrapa con sus manos por la cintura, en el acto sin querer ambos tropezamos y caemos al suelo al mismo tiempo, me ataca haciéndome cosquillas y con ello no paramos de reír.

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