¿Por qué no quieres venir a casa?- pregunta Armando llegando a mi lado.
Sacudo mi cabeza dándome cuenta que estaba sentada en el suelo viendo a la nada, completamente sumergida en unos dañinos recuerdos.
Esto que siento es totalmente insano y confuso, no puedo amar a los dos eso no puede ser posible, aunque cuando lo sea debo arrancarme a Rodrigo de mi pecho; el no merece esto que siento, me quedo muy claro que Rodrigo no siente lo mismo, no me ama así que la confusión que siento no sirve de nada.
-Lo siento, me sumergí en mis escasos recuerdos, no debería perder tiempo en ello lo siento solo necesito tiempo para olvidar- Armando solo guarda silencio me toma del brazo y de un solo impulso me levanta, me abraza e inmediatamente inhalo su aroma, sintiendo su cálido cuerpo y sus brazos en mi espalda todo mi cuerpo se refleja.
Mi esposo tiene el don de calmar todos mis males, estar en sus brazos y respirar su aroma me causa paz, él me hace sentir segura, protegida y amada.
Caminamos a nuestra casa, luego de una deliciosa cena, unas copas de vino y larga charla con mis amigos, reímos y compartimos un par de horas en donde únicamente puedo estar feliz, al verlos tan animados.
No hay mejor terapia para la depresión que compartir con los seres queridos, el amor de tus seres queridos tiene poderes curativos.
-¿Eres feliz en tu nuevo hogar? – le pregunto a Gustavo, tomando su mano y me observa.
-Es muy pronto para sentir que pertenezco a este lugar pero soy feliz de que mis mejores amigos estén conmigo, soy feliz de seguir a mi verdadera líder, si me tocara volver a elegir, sin dudar un segundo elegiría estar donde ustedes estén– sonrió y le abrazo porque siempre tiene las palabras adecuadas.
Él es un gran hombre como me gustaría que consiga una buena mujer que lo merezca.
-Si claro eso lo dices ahora, asta que se enamore y se olvide de sus amigos – bromea Jacob quien estaba a nuestro lado
-Bueno él merece eso y mucho más, déjalo si la mujer que llegue le hará feliz yo seré la primera es brindar y celebrar por su felicidad- rio notando que sus mejillas se ponen rojas- en cambio, si a una mujer se les ocurre lastimarte de cualquier forma pues mi reacción no será nada buena por lo que ella tendrá que huir o morir.
-Yo estoy seguro de eso- Jacob rie con fuerza
-Gustavo mejor tomate el tiempo para elegir la adecuada – dice Armando riendo y todos nos unimos a él, mientras seguimos bromeando sin parar.
Después de unas cuantas palabras Noah cuenta que ya estaba conociendo a una chica, la misma con la que lo vi en la isla Scrub antes de venir a esta isla con Armando, al parecer fue atracción a primera vista; lo felicitamos y aconsejamos para que se diera el tiempo de ambos conocerse mejor para luego llegar a formalizar una relación.
La noche se hizo un poco larga pero placentera, ya nos encontrábamos en la habitación.
Armando después tanto insistir terminé aceptando a que me diera un masaje que tanto deseaba.
Estando completamente desnuda y llena de aceite sus mágicos dedos masajeaban mi espalda pasando por mi espina dorsal, subiendo asta los hombros, dándose el tiempo necesario en cada músculo sintiéndome en la misma sima del cielo.
Con cada roce mi cuerpo se relajaba pero al mismo tiempo se calentaba.
Sus manos bajan asta mis glúteos, masajeando y dando suaves apretones.
Trazando una ruta bajando por mi pierna, entreabro las piernas dándole espacio para qué continué el masaje, teniéndolo allí mi centro palpita por el deseo que me produce sus movimientos.
Sigue masajeando mi otra pierna bajando asta los pies donde sus dedos los relaja por completo, sentía una mezcla de relajación y placer, con cada segundo incrementa el delicioso cosquilleo en el vientre.
Grito cuando de golpe me gira quedando con mis s*nos y entrepiernas al descubierto.
Mi cuerpo se calienta cuando de repente siento su cálido aliento entre mi centro, sintiendo su húmeda, me quedo rígida sintiendo su traviesa lengua jugar como se le antojaba con mi intimidad.
Con su endurecida lengua lamia y la movía con fuerza y precisión, Armando me enloquecía de placer asta que los espasmos y deliciosas corrientes llegan haciéndome explotar de una manera descabellada en su boca.
Tan pronto entra dentro de mí y sentí sus rápidas e incontrolable fuerza en como me embestía tuve la leve sospecha que esta noche estaba más hambriento o lleno de pasión.
Efectivamente, ya siento conocerlo en todos los sentidos, al terminar repetimos nuestro encuentro íntimo asta que no pudimos más por el cansancio.
Con nuestra respiración agitada, sobre su cálido pecho y sus manos dándome caricias no supe cuando quedo profundamente dormida.
◇ Armando ◇
Me levantó no teniendo nada de sueño cuando Anya se quedó profundamente dormida, dejo un beso en su frente y con mucho cuidado para no despertarla me alejo de la cama.
Me quedó de pies junto a la misma concentrado viéndola un segundo, pues siempre me a encantado admirar toda su belleza, incluso a veces estando dormida sonríe y eso me gusta porque se ve tan feliz aun cuando se perfectamente que no siempre lo fue.
Mi esposa es hermosa en todos los sentidos.
Como muchas noches, una vez más se me hace difícil conciliar el sueño, sin dejar de observarla me siento en el sillón al lado de la cama, froto mi frente pensando de todo un poco.
Estoy preocupado sé que debo devolver su memoria, se lo prometí pero me angustia el hecho de saber que revivirá y recordará muchos terribles momentos, la vida de mi amada no a sido nada fácil; A sido una fuerte y sobreviviente luchadora pero sigue siendo demasiado sensible y esa debilidad la llevo a sufrir.
Hemos vivido tres siglos, cada uno a válido la pena tuvimos una larga vida feliz pero no todo fue perfecto, también hemos pasado por terribles perdidas y momentos difíciles; Si yo pudiera los eliminará para siempre de sus recuerdos pero no puedo tomar esa decisión; no es correcto y eso lo acabo de comprobar.
La mente humana está muy conectada a nuestra esencia todo lo que hemos vivido a lo largo de nuestra vida nos hace especiales y únicos.
Anya necesita de esos buenos y malos momentos solo así podrá seguir siendo la misma mujer que amo; mi reina y hermosa esposa, la única persona que es indispensable en mi vida, sin su presencia mis días son una agonía.
Recuerdo el tiempo que estuvimos separados y duele, recordar esos amargos y sin sabores años, duele, estaba muerto en vida, nunca nos habíamos separado por tanto tiempo.
Anya lo es todo para mí; volvería a soportar ese dolor solo por ella, no solamente estamos unidos por el gran amor que sentimos.
Nos une el destino y la promesa u ritual que una reina hizo para unirnos de por vida.
Hace tres más de tres años, como un imbécil pensé que podía luchar yo solo contra todo, incluso contra el destino.
Fue la única manera que se me ocurrió de protegerla, quitándole su memoria y dándole la oportunidad de tener una vida diferente.
Creí que estaría a salvo con una nueva identidad, estaba seguro que sería feliz volviendo a comenzar sin ese terrible pasado.
No me importo nada, eliminar todos los secretos de su pasado fue la única alternativa para salvarla, sufrí mucho cuando me toco tomar esa decisión y sufrí mucho más estando lejos de ella, pero me equivoqué su pasado nunca puede ser eliminado.
Solamente podemos enfrentarlo y vivir con la consiencia sucia.
Estos tres años Anya tuvo momentos buenos que la hicieron más fuerte y feliz, como también momentos no tan buenos.
En los tantos años que he vivido y obtenido tanto conocimiento, gracias a mi don pude conocer muchas mentes, diferentes manera de vivir.
Con los años llegando a hacer comparaciones y el saber tanto me lleva a concluir que la vida es así, con altos y bajos, queda en nosotros la manera en como decidimos vivirla.
Como siempre Anya con su carisma y transparente personalidad se gana el cariño y respeto de muchos; hizo nuevos amigos, formo parte de un nuevo equipo e incluso para mi desgracia SE ENAMORO DE OTRO.
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