Su traición

Desearía que en esta temporada tan difícil Armando dejara de ser tan estricto y no prestara tanta atención a su deber y conciencia, diariamente me esfuerzo para que no sienta lo que mi corazón siente pero es inevitable está dependencia emocional que nos obligaron a tener cuando nos comprometieron con ese hechizo, solo lo a llenado de ansiedad, confusión y miedo, ya que por ahora yo puedo transmitir un sin fin de sentires sin ordenar.

No lo he dejado entrar en mi mente para no empeorar la situación, no sabe nada de mi constante lucha interna y así como un vil mortal solo puede ver mi amarga expresión fría; Ante sus ojos solo puede visualizar una amargada mujer consumida por la venganza a la cual no le importa nada ni nadie, es mi culpa por llenarlo de dudas al no comunicarle mis emociones pero creo que es la única manera en que dejara de verme tan débil e incapaz.

No soy así, claro que me afecta la muerte y el dolor de todos pero no puedo mostrar debilidad, no puedo solo quejarme y llorar delante de todos, debo ser fuertes por cada uno de ellos, en toda guerra existe la muerte y ese hecho no se puede evitar, si queremos ser libres debemos luchar asta el final.

Armando tiene razón en una sola cosas, mi impulso y motivación es el deseo de venganza.

Yo más que nadie sabe que evitar esta guerra no sirve de nada, ocultarse no sirve de nada porque la guerra lleva siglos y la única manera de acabar con esta eterna cadena de maldad es llegando asta el final, luchar y ganando, la venganza y nuestra libertad es lo menos que puedo obtener después de todo lo que he perdido a lo largo de esta eterna vida.

Hace muchos años Armando con gran anhelo de conocer todo de mí, un día me propuso entrar en mi mente y se lo autorice, no vi un problema o motivo válido para no hacerlo además yo tenía gran curiosidad por descubrir lo que se siente que el se sumerge en mi mente; sin embargo, por la confianza que siempre decía tenerme después de hacerlo unas pocas veces no vio necesario seguir entrando en mi mente e incluso prometió que no entraría sin mi autorización, le creo puesto que entre nuestro amor y confianza ya no tenía caso hacerlo.

En estos momentos difíciles sé que sus miedos aumentan por notar tanto cambio en mi personalidad más el hecho de no saber con exactitud lo que piensa esta loca; cabeza lo angustia.

Sé perfectamente que por mi evidente orgullo, rabia y depresión en estos últimos años nuestra comunicación se ha fracturado pero le he restado importancia.

El largo viaje fue silencioso de hecho se estaba comportarte tranquilo y atento como siempre y esa misma actitud es la que me llena de culpa.

Reconozco que soy yo la que muchas veces a roto nuestra tranquilidad con mis arrebatos de estrés pero que puede esperar de mí, cuando solo viví bajo la sombra de guerras, adrenalina y problemas, tantas buenas personas que vi morir ante mis ojos, los muchos malos reptiles que he matado; ¿Como ser una mujer reptiliana feliz o común si no nací para serlo?

Armando me hizo detener el yate mucho antes de llegar a mi destino, embarcamos en Oostende un pequeño puerto cerca de Bélgica, aún nos faltaba una hora de viaje pero el insistió en que me detuviera.

Armando baja del bote y yo decido quedarme a descansar, últimamente no he dormido lo suficiente y ni siquiera e podido alimentarme bien, con todo lo referente a la guerra sumado a la presión y responsabilidad que cargo sobre mis hombros no e tenido tiempo ni ánimos.

Suena el teléfono universal que teníamos para comunicarnos con nuestro grupo y familia.

Tomo la llamada y enseguida Ángel habla, él es un líder de un pequeño grupo que se encuentra en el campamento donde nos ocultamos, llama para darme la mejor noticia que recibo en el día de hoy.

El maldito reptil que ordeno la emboscada donde perdí a mi bebe se encuentra a una hora del campamento, está con la compañía de un pequeño grupo de 30 reptilianos.

Esta noche es la posibilidad perfecta para emboscarlo, si regresamos ahora llegaremos a tiempo y seré yo quien lidera el ataque, mi cuerpo siente adrenalina por las venas tan solo de imaginar y saborear mi venganza tan cerca, con esto pueda que este capítulo de mi vida se cierre.

Con lo que me hizo se convirtió en uno de mis más grandes enemigos, sin duda hoy tenemos que atraparlo, lo asesinaré, pero antes sufrirá lentamente.

Con esta adrenalina que tengo ya no puedo descansar, no tengo tiempo que perder debo planificarlo bien mi siguiente paso.

Recordando una de nuestras reglas, todos los enfrentamientos los realizamos en lugares alejados y ocultos de la ciudad o de los humanos para proteger nuestra existencia y además para proteger a los mismos humanos.

Todo es posible en una batalla, aunque en estos tiempos pocos humanos sospechan un algo sobre nuestra existencia; sin embargo, solo historias ficticias sin prueba alguna.

Con tantos años de nuestra existencia ya hemos entendido como vivir en las sombras y precisamente eso nos facilita los ataques porque incluso todos los malvados grupos viven lo suficiente lejos de la civilización, la gran mayoría se comportan como pandillas delincuentes o asesinos perseguidos por las autoridades humanos.

Todos esos delincuentes se ocultan muy bien de los humanos, solo que con nuestros expertos rastreadores siempre doy con su ubicación que necesito para luego atraerlos hacia nosotros es muy fácil provocarlos y llevarlos a su límite.

Ni un plan o estrategia que mi esposo organice a fallado por eso estoy agradecida de contar con su compañía, que el este a mi lado aun cuando no está de acuerdo para mí significa mucho, sin su ayuda no podría llegar tan lejos.

Mirando el extenso mar, salgo de mis pensamientos cuando siento unos brazos rodearme y pegarme a su cuerpo, volteo para observar su mirar cafés oscuros.

-Te amo eres todo en mi vida no puedo ni imaginarme una vida sin ti– aunque sus palabras eran sinceras su mirada era cristalina y débil.

-Lo sé mi vida pero ¿por qué me lo dices de esa manera que sucede? – pregunto por qué siento algo diferente en su estado de ánimo y su mirar es mucho más triste.

-Perdóname por no apoyarte pero ahora mismo esta guerra debe terminar, si te dejo continuar ambos terminaremos muertos- con sus palabras un escalofrío recorre mi cuerpo al mismo tiempo que siento que con un rápido movimiento de su mano clava en mi cuello una especie de aguja, una que no había visto de donde la saco.

Llevo mi mano a mi cuello al mismo tiempo que abro mis ojos con asombro viéndolo, con miedo y confusión sin comprender que estaba sucediendo.

- ¿Qué me inyectaste? Porque haces esto- digo sintiendo mi cuerpo pesado y cansado.

-Perdóname pero es que te amo demasiado que sencillamente no me queda otra opción, juro que no te dolerá solo vas a dormir y luego despertarás y estarás bien te lo prometo- comenta con lágrimas rodando en sus mejillas, siento su corazón dolido expandiendo una terrible tristeza que yo misma siento en carne viva.

Sigo confundida sin entender que está planeando, pero mis rodillas no aguantan me desvanezco al mismo tiempo sus brazos no me permiten caer, acaricia con delicadeza mis mejillas, todo a mi alrededor se va oscureciendo intento pronunciar palabra pero me costaba.

-Te amo Armando pero lo que haces no es lo correcto- fue lo último que susurre viendo el cielo azul por última vez, cerrando mis ojos para dejarme llevar por esa relajante sensación, siento sus carnosos y húmedos labios sobre los míos.

☆☆☆

Después de que todo quedo en blanco despierto en el puente y mis siguientes recuerdos son los vividos en la mansión Wilson.

Una marea de pensamientos y recuerdos se cruzan unos con otros, como unos fragmentos donde cada uno toma un rumbo diferente, encajando en el justo momento y tiempo pareciendo todo tan confuso e irreal.

Una pesadilla tras otra se repite en mi mente, tenía que ser solo eso, unas terribles pesadillas aunque todo se sienta tan vivido y real me niego a creer que todas esas atrocidades pertenecieron a mi vida.

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