Al día siguiente, despierto muy temprano me remueve en la cama para luego estirar mi brazo y comprobar que el otro lado ella está vacío; Armando ya se había levantado pero como de costumbre deja una nota en la mesa al lado de la cama, junto a la nota también se encuentra una flor.
La nota decía lo mucho que me ama y por supuesto me da los buenos días, sonrió ampliamente, ¡¡Armando y sus detalles que me hacen amarlo mucho más!!
Me aseo y me alistó con ropa deportiva, una costumbre que adopte conviviendo en la mansión Wilson, pero era lo apropiado debo sentirme cómoda, ya que estoy decidida a comenzar con mi entrenamiento.
Estando lista solo me faltaba una toalla que me sirviera para el sudor, en el proceso, buscando entre todas las cosas que se encontraban en el armario me fijo que además de todas las pertenecías que tenía también se encontraba unos viejos y desgastados álbumes de fotos, los mismos me causan tanta curiosidad que sin dudarlo decido abrir el primero.
En el se encontraban fotos de nosotros como pareja en diferentes lugares y escenarios, lindos paisajes, eran fotos muy antiguas porque nos veíamos unos años más jóvenes además de que la calidad de las fotos no eran muy buena.
Unas lágrimas de nostalgia ruedan por mis mejillas, sin entender muy bien por qué me siento tan triste el dolor se centra en mi pecho.
Noto a la perfección que en varias fotos sonrió viéndome muy feliz, ¡¡cuanto daría por recordar cada uno de estos momentos!!, de solo ver las fotos se nota lo enamorada y feliz que estaba a su lado.
Me da tristeza porque deseo tener en mi memoria aunque sea un poco de todos los bonitos recuerdos que se reflejan en ellas.
Observo un poco más para descubrir que hemos viajado a muchos hermosos lugares del mundo, me detengo en una foto donde estoy viéndolo de una manera única, se puede decir que asta mágica; contemplándolo con un brillo especial en mis ojos como si el fuera un ángel.
Justo ahora estoy en el piso del cuarto disfrutando de ver estos mágicos y lindos recuerdos, cuando la puerta se abre de golpe.
Lo miro, en sus ojos se refleja preocupación y un atisbo de dolor por encontrarme en este estado.
- ¿Estás bien? Sentí tu tristeza, deja de ver eso – dice agachándose asta quedar a mi altura al mismo tiempo me quita de golpe el álbum de fotos.
-Estoy bien devuélvemelo quiero seguir viéndolo- le regaño
-No mi vida, mira como estás, no soporto el dolor que sientes cuando lloras de esa manera – solo cuando el termina de hablar llevo mis manos a mi rostro dándome cuenta que seguía con mis mejillas empapadas, no sabía exactamente cuanto había llorado.
-Lo siento, lo que me causa dolor es no poder recordar esos lindos momentos – acaricia mi rostro y me lleva asta su pecho para abrazarme fuerte.
-Un día más y recordarás todo lo prometo, lo único que te pido es que seas muy fuerte la realidad es que no todos tus recuerdos son buenos, en nuestra larga vida hay momentos mucho más dolorosos, por favor sé fuerte – su voz sonaba suplicante, con sus manos toma mi rostro para mirarme.
-Está bien debo recordar no importa el dolor que eso impliqué, solo deseo recordar mi pasado, ah mi alma le hacen falta esos recuerdos no puedo ser yo misma cuando una parte importante de mi ser se a perdido – Armando asiente con su cabeza comprendiendo mis palabras.
Me vuelve abrazar llevándome de nuevo asta su pecho, entre sus brazos al cabo de unos largos minutos me siento mejor y decido autoanimarme.
Armando se marcha cuando se asegura de que estoy bien, al salir de la habitación doy un largo recorrido por la casa reconociendo y grabándome sus espacios.
Cuando termino salgo de la casa notando que afuera había bastante movimiento cada uno haciendo algo pero cuando todos me ven se detienen dejando de moverse, es como si hubieran visto un fantasma.
Todos en cámara lenta cada uno posponiendo sus labores dándome toda su atención.
Los observo unos segundos más cuando me quedo de pie en la entrada de nuestra casa, son tan obvios que no pueden tan solo evitar quedar pasmados como idiotas sin dejar de verme un segundo, era un momento muy incómodo.
Intentando distraer la tención mi mirada recorre cada lugar y espacio frente de mí, entonces recuerdo las palabras de Armando, soy la heredera al trono, en pocas palabras su reina y líder, debo aceptar ese hecho aunque no recuerde nada.
Entonces con esa realidad por un momento los entiendo, ellos solo esperan que haga algo significativo o importante pero no estoy lista, camino con nerviosismo prestando atención al lugar.
En la medida que avanzo me detengo en la entrada de una casa que en frente tiene un cartel de madera donde dice gimnasio, camino en su dirección el lugar estaba hecho del mismos material de maderas y piedras era bastante amplio debidamente organizado con diferentes máquinas, un tanto viejas y desgastadas pero funcionales.
Entro, abanzo hacia una máquina mientras todos me quedan viendo sin disimulo, molesta e incomoda pero decidida a ignorarlos me subo y comenzo a pedalear rápido en la maquina para asi empezar a calentar mi cuerpo.
A los minutos ya nadie me prestaba atención; sin embargo, no estaba del todo cómoda entre tantos hombres y mujeres presentes, más por el hecho de no saber como romper el hielo.
Observo a mis amigos que entran mirando a su alrededor, estando igual de incómodos y apenados, me observan y sonríen cuando deciden acercarse.
Estando juntos, nos sentimos a gusto, ¡¡nuestro entrenamiento ahora si comienza pero bien en serio!!.
Tuvimos entrenado durante toda la tarde, mis piernas pinchaban y dolían, con cada rutina los recuerdos de la mansión Wilson vienen a mi mente.
Los músculos los tenía contraídos de tanto que los he trabajado, sudaba a mares pero esto de hacer ejercicio me gustaba, me encontraba exigiéndole a mi cuerpo mucho más que otros días, pero no estaba cansada, no deseaba parar, solo estaba deseando arrancar todo eso que siento en mi pecho cuando lo recuerdo a el.
Los recuerdos de mi corta estadía en la mansión Wilson son los que ahora duelen.
Con el pasar de las horas, por tanto entrenamiento comienzo a sentirme liberada, ese peso en mi pecho, la mezcla entre rabia y dolor va desapareciendo en la medida que sigo usando las máquinas de pesa.
Las miradas siguen en mí, esta vez disimuladamente pero no dejan de darme su atención, todos mis amigos decidieron tomar un descanso pero me observan, extrañados de notar que no me encuentro cansada que sigo con fuerza y ganas de entrenar, no se exactamente cuantas horas han pasado pero se que son demasiadas porque la noche había caído.
Mis amigos en diferentes oportunidades insistieron en que tomara un descanso, pero no les hice caso y continúe, finalmente todos se cansaron de esperarme y poco a poco voy quedando sola en el gimnasio.
Me detengo era tarde había caído la noche y estaba sola en el gran espacio; mirando a la nada pensando en Rodrigo, él deseó de tenerlo cerca y abrazarlo me está matando y tan solo llevo unos pocos días sin verlo.
Siento un nudo en la garganta y mis ojos llenos de lágrimas; lágrimas reprimidas que luchan por salir, debo llorar y sacar este dolor que tengo en mi pecho pero no quiero, no es correcto seguir enamorada de un tonto.
Mi orgullo me golpea al mismo tiempo que deseo solo ser yo y desahogarme con el llanto como tantas veces lo hago.
¿Cómo es posible amar a dos personas completamente diferentes?
Nunca dejaré a mi esposo eso lo tengo muy claro, mis sentimientos por el son reales, lo amo y es el único que me ama tal cual como soy.
Me conoce más que a nadie en este mundo pero que rabia tengo, ¿por qué necesito de Rodrigo?, extraño todo de el, su olor, su risa, su piel, la forma en como me habla sea buena o mala, que tonta extraño asta su mal humor y esos pensamientos irracionales.
Compartimos tres años en donde se fue aferrando a mi alma y piel, cada día y cada noche fueron especiales, ¿como olvidarlo tan pronto?, esto que siento necesitará mucho más tiempo; me aferraré a ese deseo que tengo de querer olvidarlo.
***Mi instagram @velasquezfelicia22
recuerda regalarme un me gusta 👍***
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 67 Episodes
Comments