capítulo 8

Otro día de clases aburrido comenzó, proseguí entrar al salón, veo todo mi banco rayado con insultos, al parecer alguien de mi clase lo hizo. Tengo mis sospechas de quienes son los posibles culpables, no me interesa estos mensajes de personas desquiciadas.

Una voz sale gritando de atrás mío.

-Luna ¡amiga! -

-ha, eres tú Hana – la chica amistosa de ayer, al parecer recién llega a clases, es imposible que sea una de esas personas que me atormente a escondidas, la descartaré de mi lista por el momento. Atrás de ella estaba acercándose el chico con el que me choqué ayer en el patio, Hana notó mi mirada de desconformidad al verlo y curiosamente me pregunta.

- ¿Ya lo conoces? -

Ambos quedamos muy incómodos y dije que no, ella alegremente contesta.

-Él es mi hermano Rick, y Rick ella mi amiga Luna. Espero que se lleven bien. -

- ¿Desde cuándo acepté ser tu amiga? -

-Vamos no lo pienses mucho, mi amistad no es perjudicial. -

Su hermano tenía su mirada hacia el piso y no me mira a los ojos, de repente contesta arrogante mente.

-Si, como sea no me interesa. –

Sigue de largo a sentarse en su banco. A Hana le da gracia la situación.

-No le preste atención, él siempre es así. -

Esta chica no tiene la culpa de tener un hermano tan grosero, simplemente desde lejos le mandé una señal para demostrarle mi enojo, pero simplemente me Ignoro. Detrás de Hana sale otro sujeto muy entrometido, piel morena, pelo negro, ojo café, estatura baja.

-Oye, ¿Hana no piensas presentarnos? -

-A si lo lamento, ni cuenta me había dado que aún existía. Esta cosa que ves aquí parada al lado mío es un amigo de hace muchos años, este sujeto le gusta estar husmeando en asunto que no le concierne. -

-Se queja el roto del descosido. ¡Hola! Mucho gusto Luna, disculpa que me presente imprudentemente, en medio de una conversación que parecía importante, pero me llamo la curiosidad conocer la chica de los rumores, a por cierto mi nombre es Kevin. -

-No te preocupes, no era una conversación importante. -

-Este chico es un tonto, no le des mucha importancia. -

-Oye Hana no seas dura conmigo, hieres mis sentimientos. -

-No sabía que una cosa como tú tenía sentimientos. -

- Pero ¿qué dices?, acaso el amor que te brindo, el cual tú ignora, ¿no son sentimientos? -

-Ya cállate. –

-Al parecer ustedes dos se llevan muy bien-

- ¿Qué dices?, Este sujeto es un dolor de cabeza, no hay quien lo aguante. -

- Ese comentario dolió. -

Me senté y tomé las clases como cualquier estudiante normal, eran un poco aburridas porque no entendía nada. Observaba por la ventana que tenía al lado, la hora iba pasando y el sol se iba corriendo, luego de las clases normales tenía actividades de gimnasia. Mientras removía mi calzado para cambiarme, un par de chicas se me acercaron amistosamente diciendo que supuestamente eran amigas mías, me hicieron ir por unos baloncestos a un salón de almacenamiento, cuando quise darme cuenta las puertas del salón al que ingresé ya estaban atrancadas por fuera, quedé encerrado dentro del salón de almacenamiento. Era obvio que alguien lo hizo de manera intencional. Bajé demasiado mi guardia, si hubiese tomado distancia de las personas no hubiera pasado por esto. Me ingenie y subí por una ventanilla pequeña, el piso estaba un poco alto, me llevó tiempo escalar hasta la ventana. Me tomó un par de golpes, pero logré escapar.

Al regresar al vestuario me di cuenta de que no tenía mi calzado.

“esas zorras lo desaparecieron.”

Salí de ese lugar tarde, descalzo y un poco rasguñado, ya estaba oscureciendo, para no preocupar a mi familia que tuvieron demasiado ya con la supuesta pérdida de memoria de su hija. No quise entrar por la puerta en este estado tan lamentable y mediocre, por lo tanto, decidí escalar hasta mi habitación de arriba, ya tengo la costumbre de hacer este tipo de cosas, entrar en lugares sin ser notado y abrir ventanas o cualquier cerradura.

Cuando logré entrar en casa, me sacudí la suciedad, suspiré y me relaje.

-Por lo menos llegué sin levantar sospecha. –

Estaba muy exhausto, el día de hoy me quitó mucha energía.

Iba entrando derecho a la cama cuando de repente escucho una voz.

-Veo que te diviertes. -

Me exaltó un poco pensando que era una persona, pero observo bien y veo al gato caminando hacia mí, me dio un alivio.

- Maldito gato, ¿De qué diversión hablas?, esto es detestable, pareciera que soy algún tipo de delincuente, tuve que escalar por dos ventanas, paso metido en peleas o huyendo de problemas. Me prometiste una vida tranquila, y esto tiene más problema que un libro de matemáticas.-

-Entonces, tienes que resolverlos… o ¿escaparás como ibas a hacer la última vez? -

-Cómo que si fuera fácil, no lo soporto más. -

-No es tan complicado, si tenemos en cuenta esta vida, es más fácil que la anterior. -

-No se compara en nada con lo que he vivido antes. Me desharé de todo aquello que me impida la paz y viviré tranquilamente. -

Es contraproducente estar en el cuerpo de esta chica, pero mentalmente no soy tan débil.

-Te traje algo. -

-¿Qué?, ¿Qué podría traer un gato como tú?, ¿casaste un ratón o algo así?-

-No seas impertinente, además la cacería de ratones no se me da muy bien, soy más experto en casar almas que roedores, pero te traje algo que en momentos difíciles te ayudará. -

-¿Qué podría ayudarme en un momento como este?-

De repente el felino hizo aparecer una bufanda roja, pero no era cualquier bufanda roja, era la bufanda roja que mi madre me hizo a mano cuando era un niño. La sostuve entre mis manos y me conmovió mucho, obtuve un momento triste.

-Supuse que te ayudaría, no entiendo que le ves de especial a ese trapo viejo. Cuando estabas muriendo no te importaba más nada que sostener esa bufanda. -

-Gracias, fue hecha por mi madre, esta bufanda me hace pensar que ella en algún momento me amo, aunque a lo último me terminó abandonando. Cuando era niño tras el abandono, pensaba que no me quería, incluso llegué a pensar que yo hice algo malo, no lo entendía. Me preguntaba ¿Por qué no me llevo con ella?, ¿era una carga o una molestia?, ¿no era bueno?. Cada noche me aferraba a esta bufanda con la esperanza que ella volviera, pero jamás sucedió, después cuando crecí me di cuenta de que mi padre era alcohólico y ella escapó de él y su abuso. Pero aún sigo sin perdonarla por dejarme atrás… Esta bufanda representa que alguien me amo una vez en la vida, aunque ese amor haya durado poco, existió.-

-Los sentimientos humanos son un misterio. -

-No son tan misteriosos, en ocasiones son más simples de lo que crees, nosotros tratamos de complicarlo cuando tratamos de ponerle palabras para describirlos. –

-...-

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