capítulo 6

Me introducía entre la montonera de gente con mi mochila entre mis brazos, proseguí a avanzar hacia dentro del colegio, mi hombro chocó con el hombro de Han sin darme cuenta. Solo cruzamos mirada, mi mochila se calló al piso a causa del golpe, mientras extendí el brazo hacia abajo para levantarla, él la pisó y siguió caminando. Levanté mi mochila la sacudí mientras apuñalaba mi mirada en su espalda.

 “Debería hacer algo respecto a nuestra relación de hermanos para mejorar las cosas, pero ahora no es momento, tengo otros problemas por delante, después me enfocaré en ello.”

 

Seguí hacia adentro, busqué la oficina del director, las miradas no dejaban de hostigarme, no eran miradas amistosas.

 

Por suerte encontré la oficina, tenía una puerta angosta con un pequeño cartel en ella. La puerta se e contaba un poco abierta, cuando miré hacia adentro vi a un hombre de unos 50 años sentado en un escritorio, era calvo y tenía una barba peculiar, el señor se dio cuenta de mi presencia, señaló con su mano a que avanzara hacia adentro. Cuidadosamente pedí permiso, él me hizo tomar asiento, tenía sobre su escritorio muchos papeles desorganizado y un ordenador viejo, atrás había repisas llenas de documentos, mientras organizaba sus cosas me hablaba sumisamente.

 

-Estoy enterado de tu situación, puede que sea un poco difícil acostumbrarse, tómate tu tiempo para adaptarte, no te esfuerces mucho. -

 

-Gracias, director. -

 

-Bien vallamos a tu salón correspondiente… -

 

Seguí al director por todo el pasillo estrecho, todos parecían respetarles comportándose bien ante su presencia. Entramos a un salón, estaba lo que parecía un profesor dictando clases, había un poco de desorden social en ese salón, muchos gritos, risas y papeles salían de todos lados, parecían unos animales salvajes, el director habló firmemente para hacerse notar.

 

- ¡Bien regresen a sus asientos! -

 

Todos se sentaron muy rápido, apenas lograron verlo, pero en el fondo se escuchaban las personas murmurar, mientras me miraban.

 

-Luna siéntete libre de escoger un lugar para sentarte. -

 

-Bien. -

 

Caminé despacio hacia donde había un banco vacío cerca de una ventana, pasaba entre las personas que ya estaban sentadas, estaban observándome sin parpadear, no se perdían ningún detalle de mis movimientos.

 

Esto me estaba poniendo un poco incómodo, con cada paso entre la gente parecía que me hundía cada vez más en un mar de miradas.

 

Noté a una chica rubia con una mirada arrogante, mientras yo paso por su lado susurra a otra con la intención que la escuchara.

 

- Que fastidio, espero que no se me siente cerca. -

 

- Escuché que tiene amnesia. -

 

- ¿En serio tenemos que tenerla en nuestra clase? -

 

Tal como pensé no será fácil encajar aquí, bueno puedo ignorarlos a todos, ni que fuera tan difícil, son unos simples mocosos.

 

Corrí la silla y tomé asiento, puse mi mochila en el piso, no di interés a nada y me relajé, por más que me tuvieran observando de mala gana solo los ignoré. Sentado delante de mí había un chico alto de pelo castaño, lo primero que pensé es que podía aprovechar su estatura para ocultarme tras de él, de la vista de los profesores.

 

El profesor dictó sus clases con normalidad, me aburrí mucho, no entendí nada de lo que habló en toda la hora. Un timbre suena tal parece que hay unos minutos de descanso, todo el mundo sale del salón y queda casi vacío, me levanto de mi banco para únicamente dar una vuelta y salir de este ambiente pesado, por un momento bostezo del aburrimiento. Por detrás se me acerca una chica de pelo castaño claro y ojos ámbar, se presenta de una manera alegre y simpática.

 

-Hola soy Hana, sé por los rumores que perdiste tu memoria, ¿es cierto? -

 

No me gusta sociabilizar, sería mejor si la ignoro, pero se me coloca en frente de una manera persistente y no me deja avanzar, insiste de sacarme palabras, la chica se pone muy cerca de manera descuidada y logra incomodarme.

 

-Te has hecho un poco popular con los rumores de esta mañana. -

 

- ¿Esta mañana? ¿Qué hay con eso? -

 

- Es difícil de creer, ¿podrían ser ciertos esos rumores? ¿En verdad perdiste la memoria? ¿No te acuerdas quién soy? -

 

-Si perdí mi memoria, y no me interesa saber quién eres o recordarte. –

 

- No te pongas a la defensiva, éramos mejores amigas. -

 

-Si, bien dices “éramos” ahora solo somos dos extrañas. -

 

- Siempre serás mi amiga, simplemente ahora pasas por una transición complicada y lo entiendo. -

 

En este momento me pongo en duda, la chica no parece tener malas intenciones, pero si algo me enseñó la vida es que hay que desconfiar hasta de uno mismo. Supongo que la mejor opción es mantener a todas las personas lejos de mi hasta que reconozca bien a los amigos y a los enemigos.

 

No respondí más a sus conversaciones dejándola con las palabras en el aire, decidí continuar hacia afuera a tomar un poco de aire.

 

Tomé paso por el estrecho pasillo que salía del salón hasta el patio, mientras avanzaba observé una situación el que un chico débil estaba siendo maltratado por alguien más fuerte, el cual le reclamaba que le hiciera la tarea. Yo pase muchos problemas iguales cuando joven, es frustrante, pero no me entrometí no quiero meterme en problemas. Proseguí a seguir caminando, cuando más avanzaba, veía más de cerca la situación, me daba inquietud los golpes que recibía aquel niño escuálido. Lo que más me inquietaba era que los profesores hacían la vista gorda de la situación y no intervenían, los alumnos son todos niños adinerados, es normal que los profesores no intervengan ni lo suspendan, hay mucho dinero en medio, estos chicos problemáticos son hijos de mami y papi y se creen que el mundo gira alrededor de ellos, por tener mucho dinero creen que puede hacer lo que quieran es molesto.

 

El chico escuálido estaba tirado en el piso siendo pateado en el estómago por el molesto chico arrogante, robusto y muy problemático. Mientras proseguía a pasar por el lado de ellos, ignorando la situación.

 

El chico robusto agarró fuertemente el buzo del chico escuálido, poniéndolo de forma vertical, a la vez levantó su puño, iba a seguir con su cara. Cuando lanzo su puño hacia el escuálido accidentalmente intervine para prevenir que lo golpeara, sosteniendo su mano con fuerza. Yo por dentro dudaba de mi reacción, ‘¿por qué hice eso?, debí seguir caminando’. No obstante hablé con fuerza y firmeza.

 

-Creo que deberías dejar de golpearlo. -

 

-Tú que te metes, no es tu asunto. –

 

-Abusar de un débil para verte fuerte, es muy patético y lamentable. -

 

Con un puñetazo fuertemente golpeé su pera haciéndolo caer hacia atrás fácilmente, mientras estaba en el suelo me aseguré de sujetarlo para que no se levantara, presioné su cuello con mis brazos.

 

-¡Está bien, ya suéltame eso duele! No puedo respirar. –

 

-Espero que te quede claro, para la próxima no te la dejaré tan fácil. –

 

Cuando noté su cara de dolor con un par de lágrimas saliendo lo solté, enseguida que quedo libre vi su pronunciado enojo.

 

-Ya verás, esto no se quedará así. -

 

-Si, como sea, ya vete. -

 

El chico se enojó aún más y salió por el pasillo, pisando fuerte y sacando pecho, como si nada hubiese pasado.

 

El niño escuálido se levantó del suelo temblando, agarrándose del estómago, cuando logró pararse firme sus pies se aflojaron. Antes de que callera al suelo pude tomarlo del brazo y mantenerlo en pie. Por un momento me alegro de haber intervenido, el chico con esfuerzo trata de hablar.

 

-G-g-gracias. -

 

Noté que ya podía mantenerse en pie entonces lo solté.

 

-Deberías irte. -

 

Dejé atrás al chico escuálido, proseguí a seguir, salí de ese pasillo estrecho. Llegué hasta el patio en el cual había un gran roble con sus hojas rojas, debajo de él había un banco al cual me acerqué y tomé asiento. La madera del banco era vieja y las posaderas de metal era verde con marcas de oxidación, recosté mi cabeza hacia atrás.

 

El viento hacía que la hoja chocara entre sí produciendo un ruido tranquilizante, los rayos del sol reposaban sobre algunas de ellas y otras pasaban de largo llegando a tocar el piso.

 

Cerré mis ojos, sentí el viento, mover mi pelo por un segundo, se sentía relajante, me dio un poco de paz y una pequeña sonrisa por fin obtuve después de todo este frustrante día.

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Comments

Ofelia Arizaga

Ofelia Arizaga

estupanda,!!!

2024-06-08

0

Ofelia Arizaga

Ofelia Arizaga

entre mas leo, mas me gusta!!

2024-06-08

0

Lena Montes

Lena Montes

Oh, ahora será muy peligroso para ella porque está ganandose muchos enemigos.

2022-12-17

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