>>7<<

Sahun

Odié profundamente que Alaia rechazara la tarjeta, pues de esa manera sentía que le debería aún más de lo que quiero deberle por este favor.

Rumbo a la casa de campo solo me límite a adelantarle quienes serían las posibles personas que estarían allí y porque debería de mantenerse alejada de Marcus y Victor, pues pese a que sea una mujer casada.. Esos dos no tardarían en coquetear con ella hasta conseguir llevársela a la cama sin importar de quien sea mujer.

Suspiré pesadamente y al parecer eso captó su atención.

- ¿ Está molesto conmigo? - preguntó y frunci mi ceño.

- Ya te he dicho que no me trates de usted y en segunda si.. Estoy molesto contigo. - respondí sin quitar mi mirada del camino. - Tienes que aceptar la tarjeta Alaia, solo de esa forma no sentiré que estoy debiendote algo.

- No estas debiendome nada. - respondió ella y voltee a verla con mi ceño fruncido. - Hiciste más de lo que cualquiera a hecho en la vida por mí y estoy muy agradecida por ello, creo que hasta soy yo quien está en deuda contigo.

- ¿Por qué estarías en deuda? Te casaste conmigo haciéndome el favor más grande que necesitaba, aceptaste mis condiciones sin poner peros y me ayudaste a resolver el asunto de las viviendas sin que te lo pidiera. ¿En verdad crees que estamos a mano?

- Tú me ayudaste a salir de esa casa en la cual era golpeada constantemente, me ofreciste tu apoyo, tu protección y un hogar. ¿Quien le debe a quien? - preguntó volteandose a verme.

- Es inútil tratar de arreglar algo contigo, eres muy terca. - respondí molesto.

- Se ve en un espejo señor Wesley.- comentó y frunci aún más mi ceño, notando que al igual estaba molesta conmigo.

No agregué más a el asunto y me dediqué a observar el camino mientras pensaba en alguna estrategia que esté guardando para usar más adelante, pues esto de que rechace una tarjeta de crédito sin límites realmente es extraño y más aún para una mujer que creció rodeada de lujos, porque me atrevo a decir que a pesar de sus malos tratos, Robert jamás a dejado que la vieran como una simple chica de la ciudad.

Al cabo de tres horas silenciosas en el carro, por fin llegamos a la casa de campo, a la cual no venía desde que era un niño.

Mis padres la frecuentaban cada fin de semana para hacer reuniones con la familia, pero como según todos era un poco frío, preferí quedarme en casa todo el tiempo.

Una vez bajamos, ví a mi padre correr en nuestra dirección a toda velocidad para luego tomar dulcemente la mano de Alaia y enrollarla en su brazo, algo que me molestó muchísimo, pues era mi esposa.

- Padre ¿Que hace? - pregunté con mi ceño fruncido.

- Iré a presentar a mi nuera con la familia, tú quedate si quieres. - respondió con frialdad para luego caminar en dirección a la casa mientras hablaba con Alaia, quien volteó a verme con preocupación.

- Acaba de llegar a la familia y tu esposa ya es una leyenda para todos, incluso el abuelo está ansioso por conocerla. - escuché decir a Victor y volteé a verlo. - Tanto así que ha cambiado de menú cada dos minutos pensando en que no le gustaría lo que se había dictado anteriormente.

- Pero que tonterías. - respondí, para luego encaminarme a la casa.

- Primo, si en verdad quieres conservar tu vida, Cuida muy bien de esa mujer porque.. El abuelo está totalmente complacido con ella sin siquiera conocerla. - añadió y descarté su comentario al instante. ( Sabía porque todos actuaban de esa manera, pues Alaia es la primera mujer después de mi bis abuela, con un titulo sorprendente y una capacidad aún mayor, no me extrañaría que el abuelo la nombrara como la nueva directora de la empresa.)

Al entrar a la casa, fuí directo donde se encontraban las mujeres de la familia la mayor parte del tiempo para poder ver que Alaia estaba bien pero.. Ella no estaba allí.

- ¡Hijo bienvenido! ¿donde está mi nuera? ¿no la has traído contigo? - preguntó mi madre mientras fruncía su ceño.

- Claro que vino conmigo, mi padre la trajo dentro de la casa y pensé que estaría aquí. - respondí sorprendido.

- El tío Hector ha hablado muy bien de esa mujer, de seguro la habrá llevado con los hombres de la familia.- comentó mi prima Nelie, mientras cruzaba sus brazos con molestia.

- ¡Yo también quiero conocerla! - gritó mi tía mientras se ponía de pie, pero fué detenida por mi abuela.

- Nelida, sientate por favor.- ordenó mi abuela mientras la veía con su ceño fruncido. - todos conocerán a la nueva integrante de la familia.- se puso de pie. - ¡Despues de mí! - y con eso dicho, corrió como si fuera una quinceañera en busca de un nuevo amor.

En menos de un minuto mis tías junto a mi madre salieron corriendo detrás de mi abuela y suspiré pesadamente, aún no podía creer que mi esposa fuera mejor tratada que las demás mujeres de mis primos.

Volví mi mirada a mi prima quien ni siquiera se molesto en levantarse y sin decir nada caminé donde supongo están los hombres de la casa.

Al llegar al despacho del abuelo, pude ver a todas las mujeres fuera y Sonreí. ¡Claro! Ninguna mujer podría estar donde los hombres se encuentran en reunión.

- Ahora si estoy maldiciendo el momento en el cual votamos por esta estúpida norma.- dijo mi tía Ester mientras fruncía el ceño.

- También tengo curiosidad por conocer a la señorita pero el abuelo no nos dejará entrar.- añadió Bri mientras veía la puerta con tristeza.

- ¿No puedes hacer nada al respecto mamá? - preguntó mi madre a la abuela quien se encontraba pensativa.

- Con su permiso señoras, yo si puedo pasar. - dije haciendolas a un lado, para luego golpear.

- ¿Quien es? - escuché decir a el guardia, Chris.

- Soy Sahun, abre. - ordené y vi la puerta abrirse frente a mi. una vez que entré ví como el pobre Chris peleaba con todas las mujeres para poder entrar.

Reí para mis adentros y llegué donde la reunión ya había comenzado. Mi abuelo veía a Alaia como si fuera la cosa más hermosa del mundo mientras que mis primos y tíos asentían a todo lo que ella les explicaba.

- Buenos días.- saludé y ví a Alaia voltear a verme con cierta incomodidad.- ¿Podrían por favor dejar respirar a mi esposa?

- Creí que jamás diría esto pero.. Tienes razón Sahun, desde que llegó están meta a hacerle preguntas y no la dejan respirar. - contestó mi abuelo y noté como todos se alejaban de mi mujer. - Ahora largo todos, quiero hablar a solas con mi nieta y Sahun.

- ¿Acaso no soy tu nieto? - pregunté con mis ojos entrecerrados pero no me respondió, simplemente vió con seriedad a todos, quienes fueron saliendo disgustados como si les molestara que solo yo me quede con el abuelo y mi esposa.

- Debo de admitir que me has impresionado mucho, hijo mío.- dijo el abuelo mientras me indicaba que me sentara junto a mi esposa.- Desde que tengo uso de razón, la única mujer que no se quedaba en casa y salía a ganarse la vida fué mi madre, desde entonces.. Ninguno de mis herederos a podido conseguir una mujer que peleara con su esposo por tener lo suyo, por construir su mundo desde cero. - añadió y fué la primera vez en mi vida que ví a mi abuelo sonreír. - Yo.. Estoy muy orgulloso de ti y de la esposa maravillosa que tienes a tu lado.

- Gracias abuelo, aunque no tengo que ver con el carácter indomable de mi mujer. - respondí mientras tomaba la mano de Alaia con dulzura. (Tú me estas dando muchos beneficios aunque no lo creas. )

- Por supuesto que no, solo te estoy adulando para que la mantengas a tu lado, quiero saber que dentro de poco me anuncien que seré bis abuelo. - respondió y me tense ante sus palabras, si mi abuelo tenía una idea en la cabeza, era muy poco probable sacársela y si no quería perder mi puesto en la empresa debería de cumplir con lo que pedía.

- Abuelo, Sahun y yo estuvimos intentando tener un bebé desde que nos casamos pero.. No lo hemos conseguido.- comentó Alaia tratando de ayudarme. (¡No seas tonta! Acabas de ganarte el corazón del abuelo, no puedes decir una cosa como esa.)

— ¿Me estas diciendo que no todo en ti es perfecto? — Preguntó el abuelo con su rostro completamente serio.

—No abuelo, lo cierto es que yo me he estado cuidando y por ello no se ha embarazado. — intervine inmediatamente, viendo a Alaia sorprenderse. — Lo siento cariño, pensé que sería muy apresurado para los dos pero.. Al parecer no creo que venga en un mal momento, lo volveremos a intentar.

— Les daré medio año para que lo hagan, quiero un bis nieto.— respondió mi abuelo con seriedad para luego verme. —Sahun, si consigues tener un hijo con esta hermosa mujer.. Prometo que serás quien maneje todas las empresas ocupando mi lugar, solo quiero que me asegures que algo los unirá siempre para no romper el matrimonio. — finalizó, poniéndose de pie he invitar a Alaia para pasear en el jardín.

¡Maldita sea! Sí quiero ese puesto pero ¿tener un hijo con una mujer a quien no amo? No me esperaba esta parte, debí de ser consiente y seguir negándome al matrimonio.

¿Ella estará dispuesta a ayudarme?

...

Las horas fueron pasando y aunque todas querían estar pegadas a Alaia, fué algo imposible.

El abuelo no ha dejado que ninguna se le acerque y aunque me cuesta entender el porque.. Debo de admitir que hasta a mi me dan bastantes celos de ver como la cuida, ni siquiera a nosotros que somos los nietos nos ha prestado tanta atención.

La hora de cenar llegó y pese a que el almuerzo fué un poco dividido.. El abuelo nos permitió a todos sentarnos en la mesa, ya que nuestra familia es especial en cuanto a normas y la verdad.. Su nuevo acto nos tomó por sorpresa a todos, incluyendo a la abuela.

- Ven Alaia, sientate aquí, junto al abuelo. - Dijo palmeando el lugar en el cual nadie se sentaba desde que la bis abuela falleció. - Sahun, puedes sentarte a su lado si quieres. - añadió viéndome y asentí.

- Abuelo, ¿porque permites que esa recién llegada se siente en el lugar que la difunta bis abuela se sentaba? - preguntó Nelie con bastante molestia. - Ni siquiera yo que soy tu única nieta biológica puedo ocupar ese lugar.

- Nelie, no le hables con ese tono a tu abuelo.- la reprendió tía Nelida mientras la veía con su ceño fruncido.

- ¡Pues tengo razón! ¡Ni siquiera sabemos si es realmente la esposa de Sahun porque nadie se ha tomado el tiempo de verificarlo, solo les dijeron que era una maldita diseñadora con talento y ya todos andan detrás de ella como si fuera una celebridad!- añadió molesta mientras se ponía de pie.

- Sientate y cierra la boca porque no permitiré que difames mi nombre y el de mi esposa.- dije poniéndome de pie con molestia.

- ¿Tu esposa? - preguntó para reír falsamente. - ¡Desde que llegaron no te ví siendo un poco cariñoso con ella! ¡Ni siquiera un maldito beso le has dado!

- ¿¡Y porque demonios tengo que probarte eso a ti!? ¿¡quien demonios te crees que eres!? - respondí más fastidiado, para luego tomar la mano de Alaia y ponerla de pie. - Nos vamos ahora.

- Sahun.. - dijo ella con tristeza.- No hagas esto por mi culpa, es tu familia y.. Fué mi culpa.

- Claro que no linda, tú no hiciste nada malo.- respondí sonriendole con tristeza, para luego dejar un beso en su frente y volverme a mi abuelo. - Lo siento abuelo, en verdad no queríamos causar problemas. - añadí intentando marcharnos.

- Sahun párate ahí. - ordenó mi abuelo.- sabes bien que no tolerare este tipo de distanciamiento entre los miembros de mi familia y mucho menos que dos de ellos falten en la cena.

- Pero abuelo..- protestó mi prima.

- Ya lo he dicho y no se habla más del tema.- respondió indicandonos a ambos para que volvamos a nuestros lugares.

Caminamos nuevamente a regañadientes y nos sentamos en los lugares que el abuelo nos indicó, Alaia tenía su mirada en el plato y hasta creo que se estaba atormentando por esto.

- Cariño.- la llamé y apenas levanto la mirada dejándome ver las lágrimas en sus ojos. ( ¡Maldita sea! ¿¡Porque demonios me estaba doliendo el verla de esa manera!?)

Dejando todo mi orgullo a un lado, la atraje a mis brazos y la console sin importarme el que dirán, no quería verla de esa manera. pese a que es solo un beneficio para mí, le he prometido protegerla de todo.

- No llores, todo esta bien.- susurré en su oído sintiendo como asentía.

- Cenemos, todo está servido ya. - dijo mi madre mientras veía con pena a mi esposa, mientras que mi padre y abuelo veían de forma seria a mi prima.

Dejé que se sentara cómodamente en su lugar y comenzamos a cenar, no pude quitar mi mirada de ella en todo momento y tomé su mano haciéndole saber que todo estaba bien, aunque no lo estaba realmente.

- ya basta de tantos teatros. - habló con molestia Nelie, poniéndose de pie y saliendo sin importarle que mis tíos la llamaran con advertencia.

Esto sin duda se estaba convirtiendo en una catástrofe.

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Comments

Elvira Fretes

Elvira Fretes

jajaja esto si que no lo esperabas Sahun, ahora te pide un bis nieto 🤦🏻‍♀️. Que celosa la nieta, muy mal 🤦🏻‍♀️

2024-05-15

1

paula andrea perez noreña

paula andrea perez noreña

🤣🤣🤣🤣🤣

2024-04-29

1

Irma Rocha Cruz

Irma Rocha Cruz

ya valiste..... estúpida celosa.....

2024-04-15

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