Subasta 1/3

Ikki se dio cuenta que la actitud del jefe había cambiado un poco, justo después de aceptar el trabajo, sentía como si lo estuviera persiguiendo, lo molestaba, hacia comentarios extraños incluso se mostró casi desnudo y no solo una vez si no varias, Ikki realmente no sabía que pasaba, pero le alegro saber que después de unos días todo volvió a la normalidad, ya no lo acosaba por todos lados y lo dejó trabajar en paz y su trabajo según su perspectiva se había vuelto el mas sencillo de todos, aunque la mayoría de los omegas que estaban ahí le recordaron que su trabajo era el mas peligroso debido al temperamento explosivo del jefe.

Se podría decir que en general la estadía en la mansión fue agradable hasta cierto punto, al menos para Ikki, el no recibir las brutales golpizas por parte de su padre cada vez que había algo que no le gustaba a este, eso ya era una mejora significativa en su vida, ya que siempre que no cometieran errores, siempre que se supieran comportar, que no estuvieran lloriqueando, siempre que hicieran su trabajo no serían reprendidos, claro había algunas excepciones que no entendían estas reglas simples, pero eso ya no era problema de Ikki, y a pesar de que a estas alturas ya conocía a todos los omegas de ahí, el no se involucraba con nadie, no los perjudicaba, pero tampoco los ayudaba, a pesar de que nunca compartió la idea de su padre de que los Omegas son inservibles, en esta situación en la que se encontraba, el sabia que su supervivencia dependía solamente de el y no estaba en posición de arriesgarse para ayudar a nadie mas.

La razón por el excelente trato que se les daba era solamente porque no querían maltratar la mercancía, pagaban más por omegas lindos e inmaculados, claro se pagaba mucho más cuando eran puros, asi que trataban por todos los medios de no usar la fuerza física, sin embargo, a veces eso era imposible.

Ya había pasado otro mes más desde que tenían a Ikki en ese lugar, no había encontrado ningún punto débil en la seguridad de la mansión, por lo que no pudo lograr su objetivo, no importaba cuanto lo pensara, no podía encontrar la forma de escapar, aunado a eso su desesperación iba en aumento ya que la fecha de la subasta también se estaba acercando.

Una semana más paso, fue entonces cuando llego un nuevo lote de personas, este ya era el tercero, pero estos chicos parecían aún más aterrorizados que el grupo con el que Ikki llego.

Mientras todos veían a los recién llegados Ikki, como siempre, veía todo con poco interés, asi que simplemente echo un vistazo, en ese instante algo llamo un poco su interés, pero no le dio mayor importancia y se dirigió a su cuarto.

Ikki se encontraba descansando en esos momentos cuando llego uno de los guardias jalando a otro chico

Gorila 2.- Ikki, este chico se quedará contigo,

Ikki.- mmhh, ok, *no es como si te importara mi opinión* (Susurrando)

Una vez dicho lo anterior el Gorila se fue dejándolos solos, los dos chicos se quedaron viendo, para sorpresa de Ikki el chico frente a él era el beta que había visto que llego con el nuevo lote.

Ikki.- soy Ikki.

X.- So-soy Near, ¿qué es este lugar?

Ikki.- No te lo dijeron cuando llegaste

Near.- (Negando con la cabeza)

Ikki.- este grupo se encarga de venta de omegas

Near.- Pero, yo soy beta, yo no les sirvo para nada (Comenzando a llorar)

Ikki.- Bueno, eso yo no lo decido, como veras yo también estoy aquí atrapado.( Poniendo sus ojos en blanco con una sensación de desagrado ya que odiaba los lloriqueos)

Near.- No tienes miedo de lo que nos va a pasar

Ikki.- Claro, como cualquiera aquí, pero de que nos sirve llorar, nadie nos va a rescatar, además si lloramos enfurecemos a los guardias o al jefe y podrían castigarnos, así que en realidad no vale la pena.

Near.- Tienes razón, pero en verdad tengo mucho miedo

Los chicos comenzaron a platicar, una vez que el beta dejo de llorar Ikki se dio cuenta de que era un buen chico, al instante se creó un agradable lazo de amistad, algo un poco extraño incluso para Ikki ya que no se interesaba en nada que no fueran sus propios asuntos, pero debido a su interacción constante, resultado de compartir cuarto, hizo que su amistad se fuera creando poco a poco.

La convivencia diaria fue haciendo su lazo cada vez más fuerte, se contaban cosas de su vida pasada, aunque en realidad solo era Near el que hablaba,

Near.- Sabes, ya estaba comprometido

Ikki.- Pero si solo tienes ¿que? 15 años

Near.- Jajajaja, no, ya tengo 20, pero luzco más joven.

Ikki.- eso es cierto, pero entonces ¿como terminaste aquí?

Near.- Bueno, a mi suegra no le agradaba mucho, su hijo es un gran alfa que se enamoró de mi, y me conquisto poco a poco, debido a que yo no tengo familia, ni dinero y mucho menos estatus, ella pensaba que no era digna de estar con su maravilloso hijo, además, ella ya tenía pactado un compromiso para el con otra familia influyente de la ciudad, una omega mimada, voluntariosa y caprichosa, por lo tanto yo le estorbaba.

Ikki.- ¿y? ¿Qué paso entonces?

Near.- Bueno, ella aprovecho a que mi alfa salió de la ciudad por negocios, entonces me llamo a su casa supuestamente para hacer las paces, yo nunca me imaginé que al llegar me drogaría y pues aquí estoy.

Ikki.- en verdad que hay brujas asi en esta vida.

Near.- y a ti ¿que te paso?

Ikki.- nada tan trágico, simplemente mi padre me vendió.

Near.- como que nada tan trágico, por Dios, que tu propio padre te haga eso… diablos.

Ikki.- Bueno, asi paso, pero es mejor olvidarlo, cuando llegue su momento el karma les llegara a esas dos personas, no lo crees

En ese momento en el que Ikki pensaba en la venganza solo en ese momento por fin una sonrisa se plasmó en sus labios, era una sonrisa fría, sin un toque de alegría, Near a pesar de ver la belleza de Ikki, su corazón no pudo evitar dar un brinco de miedo por el aura que emanaba de su cuerpo en esos momentos.

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