La casa de subastas

El jet aterrizo a medianoche, y los estaban esperando varias camionetas negras, Ikki suponía que estas los transportarían a su destino.

Gorila x.- Bien chicos, sean inteligentes como aquí el chico frio, no hagan tonterías y no les pasara nada.

Ikki.- (* porque mierda me toma como ejemplo*)

Uno por uno, fueron saliendo en fila, pero había un chico que no escucho las instrucciones, se armó de valor y quiso escapar, mientras uno de los gorilas no le

estaba prestando atención.

Esos tipos eran crueles, sabían que siempre había uno que quería escapar, y ese pobre tonto siempre se convertía en el ejemplo, le dejaban pensar que podría tener la posibilidad de escapar, lo dejaban correr y cuando por fin veía un poco de luz al final del camino, cuando veía una pequeña escapatoria, cuando su alma por fin estaba regresando a su cuerpo, solo entonces era cuando uno de los gorilas le disparaba por la espalda directo a la cabeza, sin posibilidades de arrepentirse, con esto dejaban claro que era imposible escapar y en segundo lugar que no había segundas oportunidades, si seguían por ese camino la única salida para ellos era la muerte.

Ikki solamente abrió los ojos cuan grandes eran, sin embargo, eso para los otros omegas fue como encender el botón de riego, ya que comenzaron a llorar incontrolablemente y a lamentarse nuevamente por su mala suerte.

Ikki ya estaba harto de todos ellos, pero no podía hacer nada, tenía que estar en ese lugar le gustara o no y no sabía por cuanto tiempo estaría en esa situación, así que por el momento lo único que le restaba era aguantar, su vida ahora ya no le pertenecía y si no quería tener el mismo final que aquel chico tonto que intento escapar, lo único que le quedaba era seguir comportándose como lo había hecho hasta el momento.

El resto de los gorilas también quedo maravillado con la actitud de ese pequeño omega

Gorila x.- amigo, seguro que lo que trajiste es un omega, no es solo un hermoso muñequito

Gorila 1.- lo sé, es extraño, pero esa actitud ha mostrado desde que lo obtuvimos.

Gorila n.- como lo agarraron

Gorila 2.-Un familiar lo vendió.

Gorila x.- Ya veo, aun así, su actitud es verdaderamente extraña, normalmente a los otros que son vendidos son los que más lloran y gritan por la injusticia, sería bueno que lo vigiláramos, que tal si se quiere suicidar por la depresión.

Gorila y.- Si posiblemente lo haga, ya saben, recuerden al chico de la última vez, también llego todo serio y una mañana simplemente amaneció todo frio.

Gorila x.-Si además lo compraron, así que si se suicida perderíamos mucho dinero.

Gorila 1.- No lo creo, ha estado así durante ya dos semanas, la única vez que mostro un poco de emoción fue cuando rompió en pedazos una foto de su padre que había salido en la revista.

Gorila y.-aun así, yo digo que hay que mantener un ojo en el.

Gorila x.-Si, estoy de acuerdo.

Después de que subieron en las camionetas a Ikki le toco ir solo con el grupo de gorilas, ya que dijeron que su compañero que le tocaba prefirió ir caminando, todo dicho entre risas y burlas.

Ikki.- Puedo preguntar algo

Gorila 1.- Dispara

Ikki.- A dónde vamos

Gorila 2.- Ya que no hay escapatoria para ustedes, y dado a que me caes bien te lo diré, iremos a una casa de subastas, es la mejor y más prestigiosa de esta ciudad, además tiene una gran ventaja, aquí nadie los maltratara,

Gorila 3.- por supuesto que no, pagan más por los omegas lindos e inmaculados

Gorila 1.- y claro, es clandestina

Gorila 3.- Solo porque eres tú, te daré un consejo, el jefe no es muy paciente, pero tu actitud no creo que lo moleste, así que no comiences a comportarte como el resto y a lloriquear, eso puede salvarte la vida.

Ikki.- Gracias por el tip.

Su corazón latía como potro desbocado, estaba muy nervioso, al final había acertado, se trataba de una venta, y aun en esa situación Ikki se puso a pensar que igual nadie lo iba a querer, no se identificaba como omega y el creía que no era tan atractivo como esos otros chicos que estaban a su lado, sobre todo su cuerpo lleno de cicatrices por años de maltratos, y golpes, además como se le quitarían 12 años de experiencia como alfa, como podría cambiar su comportamiento de la noche a la mañana, no era como si tuviera un switch que pudiera prender y apagar a su antojo, era algo simplemente imposible.

Después de lo sucedido con el chico que intento escapar al llegar, no tuvo ninguna duda de que todos ellos eran despiadados, el que disparo hace un momento estaba sentado a su lado como si nada hubiera pasado y simplemente comenzaron a platicar de otros temas como si nadie hubiera muerto, además no parecían tener ningún tipo de culpa por haberlos privado de su libertad.

A todos antes de entrar a las camionetas les colocaron una capucha negra para que no vieran a donde se dirigían, y así tampoco pudieran dar con la ubicación si en algún momento lograban salir de ahí.

Al llegar a la mansión, todos los omegas se pudieron dar cuenta que el lugar era hermoso, pero claro eso era solo una simple fachada, a ellos los dirigieron a otro edificio más alejado, se veía algo tétrico el lugar, las ventanas tenían barrotes, las puertas estaban reforzadas, cada uno tenía su habitación en la cual solo había un pequeño colchón para dormir y nada más, Ikki se sentía como si estuviera en prisión, mentalmente se divertía pensando en que ahora era el Reo N° 300, eso le hacia las cosas un poco menos difíciles y al menos hacia las cosas un poco mas llevaderas.

Ikki aun no se acostumbraba a la idea de ser un omega, pero recuerda todo lo que siempre dijo su padre contra ellos, basura, desechos, desperdicios, zorras que solo abren las piernas a cualquiera, ahora justo se sentía de esa misma manera, incluso un poco como un animal, mientras más pensaba en eso, más y más impotente se sentía y más se llenaba de rabia contra su padre, sabía que odiaba a los omegas, pero no sabía que lo odiaría hasta tal punto de venderlo a una casa de subastas, en verdad en cada una de sus acciones pudo notar el odio que mostraba su padre contra él, no era simplemente por ser un Omega, sentía que era por algo más, pero eso, nunca lograría averiguarlo.

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