Capítulo 15

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Narra Jackson:

Estaba hablando con él padre de Alice sobre las noticias de deportes donde estaban anunciando que hoy había un partido importante del futbol americano por la tarde.

Mi tía Gisele estaba contenta ya que me llevaba bien con él, sé que eso era muy importante para ella.

Pero no tengo porque llevarme mal con él al menos que haga algo malo o se pase de los límites.

El caso que estaba hablando con él tan animado cuando escuchamos a Alice soltar un fuerte grito.

-¡AAAAHHHHHHH! - desde arriba.

Ladeo un poco mi cabeza sonriendo sabiendo perfectamente lo que significaba ese grito.

Ella se había duchado y se había llenado de la harina que la puse dentro del secador.

-¿Y ese grito? - pregunta mi tía Gisele mirándonos los tres, yo fingiendo sorpresa también como si el causante de ese grito no hubiera sido yo.

El padre de Alice me mira a mí, yo rápido me cruzo de hombros como si no tuviera idea.

Pero cuando él está dispuesto a subir para ver que la pasa se escuchan los pasos apresurados de Alice acercándose.

-¡JACKSONNNNNNN! - grita fuerte recibiendo la mirada de mi tía y la de su padre confundidos.

Entonces paso lo que tenía que pasar...

Termino corriendo a mi intentando pegarme con su secador que le arrebato su padre y el pequeño plato que había en la mesa me lo tiro que por tener reflejos lo esquivo viendo cómo se rompe cuando se da con el mueble de atrás.

-¡MALDITO CABRÓN DE MIERDA! ¡ESTO NO SE VA A QUEDAR ASI! - me amenaza de nuevo viendo como la vena de su cuello estaba hinchada por mi culpa.

-¡YA ESTA BIENNN! - nos grita a los dos mi tía Gisele cuando Alice se abalanza contra mi intentando golpear mi cara cuando yo me tapo con mis dos brazos protegiéndome.

La empujo un poco dándola en su pierna con la mía deteniéndonos los dos a la vez cuando mi tía nos grita cabreada por nuestra actitud.

-¡NO SOIS NIÑOS YA PARA ESTOS JUEGOS! ¡ESTO VA PARA LOS DOS! - grita el padre de Alice también cabreado con nosotros.

La golpeo de nuevo a Alice en su brazo recibiendo una bofetada nueva de su parte.

-¡MALDITA SEA PARAR LOS DOS! - vuelve a gritarnos mi tía.

Cuando nos miramos con odio...

-¿¡PERO QUE DEMONIO OS PASA A LOS DOS!? - vuelve a regañarnos su padre. - Pensé que os llevabais bien – nos mira confundido a los dos.

Lo que no sabe Tomas es que tiene una hija loca que pega con gran fuerza en mis partes y bueno en mi cara también, no creo que sea capaz de saber cómo es su hija.

-¡Yo llevarme con ese imbécil bien eso nunca pasara! - levanta Alice su voz cabreada.

-Se acabo Alice – le regaña su padre. - Estáis castigados – rápido miro a mi tía cuando escucho a Tomas.

¿Qué?

-¿Qué estás diciendo papa? - dice Alice bajando su tono sin creérselo tampoco. - No somos niños para que nos estes castigando – hay tenía razón.

-No, no os podemos castigar sin salir, pero sí de otras maneras – vuelvo a mirar a mi tía cuando comienza a hablar.

-¿Qué quieres decir? - le pregunto sin saber a lo que se quiere referir.

-Por vuestro mal comportamiento os merecéis los dos un castigo esto no puede quedar como si no hubiera pasado nada – el padre de Alice asiente con su cabeza.

-Vais a limpiar el sótano los dos y también la casita del jardín donde guardo todos los trastos de jardinería – no puede estar pasando esto...

-¿Qué? Pero papa... - se queja Alice.

-Nada Alice ese será vuestro castigo y más vale que os pongáis lo antes posible porque tenéis bastante trabajo a ver si así os dejáis de pelear pensando antes las consecuencias – no podía saltar apenas llevaba un día en esta casa, si hablaba habría más problemas.

Alice me da con su hombro aposta saliendo corriendo agarrando su toalla fuerte soltando un fuerte gruñido.

-¡Alice! - le regaña su padre al ver que me volvió a dar aposta.

-Recoge ese desastre – me dice mi tía señalando los cristales esparcidos que había por el suelo del plato.

Suelto un fuerte suspiro caminando hasta donde estaba guardado el cepillo y el recogedor cuando me lo dice Tomas.

Recojo los cristales barriendo el suelo tirando después los cristales a la basura dejando el cepillo y él recogedor de nuevo a su sitio.

Mi tía me manda a hacer mi castigo mientras que Alice se esté duchando de nuevo porque no la quedaba de otra.

Aunque se la había devuelto la iba a hacer otra por haberme castigado por su culpa.

Voy al sótano encendiendo la luz viendo todo lo que había, miro todo a mi alrededor viendo todo el trabajo que había aquí.

Me las iba a pagar...

Comienzo por apartar las cajas que estaban vacías y rotas dejándolas a un lado para luego tirarlas.

Había polvo por las mesas de madera que estaban llenas de cosas, cojo las cajas que están bien comenzando a meter algunas cosas dentro de ellas.

No pasa mucho tiempo cuando Alice entra al sótano con cara de pocos amigos poniéndose en la otra punta para no estar cerca de mí.

Siento más de una vez su mirada matadora sobre mí, la miro viendo como aparta rápido su mirada.

Sonrió teniendo ganas de molestarla.

-¿Qué tal va tu pelo? Sin duda te crecerá más gracias a mi – solo se lo digo porque sé que la va a joder.

Escucho un gruñido de su parte, la vuelvo a mirar viendo que me estaba mirando como si me fuera a matar en cualquier momento.

-Te vas a cagar porque te la pienso devolver y me debes un secador nuevo – me contesta ella tajante.

-Si se me olvidaba que las niñas pijas están todos los días con el secador en mano – me aparto rápido de la mesa cuando ella me tira una figurita de un muñeco.

-Que asco te tengo – sonrió de nuevo.

-Él sentimiento es mutuo, pija – sigo con lo mío.

Estamos un rato callados a lo nuestro recogiendo todo, ella trae productos de limpia empezando a limpiar la mesa mientras que yo limpiaba el mueble y luego colocaba las herramientas en la pared colgándolas en los enganches.

Veo algunas telas de arañas que las quito con el trapo viejo que había cogido, entonces justo en ese momento se me ocurre como fastidiar de nuevo a Alice.

Espero que tenga de verdad miedo a las arañas, bueno a casi todas las chicas las pasaba eso que no podían ver a las arañas.

-¡Cuidado tienes una araña! - levanto mi voz apuntándola.

Ella rápido comienza a saltar sacudiéndose soltando un grito provocando que yo suelte una fuerte carcajada llevando mi mano a mi abdomen.

Acabo llorando de la risa de solo verla como se sacude hasta su pelo sin parar de saltar y gritar.

Al verme que me estaba riendo de ella se detiene mirándome con odio caminando a pasos apresurados hacía a mí.

-Eres un mentiroso de mierda... - me da en mi brazo cuando me cubro mi cara sabiendo que iba directa.

Me sigo riendo echándome para atrás.

-Tenías que ver como saltabas – me río más de ella recibiendo otro golpe en mi brazo.

Ella me empuja furiosa de nuevo provocando que me diera con el mueble que tenía detrás escuchándose algunas cosas caer al suelo y otras romperse porque eran de cristal.

-Ahora lo recoges tu por imbécil que ha sido tu culpa – miro que se había roto una bola que había un muñeco dentro con agua.

-Cuidado – vuelvo a gritarla provocando que saltara de nuevo.

-Imbécil... - me rio de nuevo.

Era tan boba que caía en lo mismo una y otra vez...

Es verdad era muy fácil molestarla y me encantaba me lo pasaba bien, había tenido castigos peores y este por lo menos era mejor.

Recogimos todo después de unas horas, yo me encargue en sacar las cajas tirándolas a la basura de la calle.

Tomas y mi tía salieron a hacer la compra así que de nuevo estábamos a solas.

Me toco tener que regar las flores que tenían en el patio, así que me fui al patio sintiendo como él sol pegaba hoy más fuerte.

Alice se encargó de limpiar la mesa que había de cristal en la terracita y las sillas.

Vuelvo a sonreír cuando estoy con la manguera recordando lo que ella hizo conmigo anoche.

Ella me estaba dando la espalda agachada limpiando sin darse cuenta que me estaba acercando despacio a ella.

Cuando quedo a un paso de ella hago como que estoy regando por si se da la vuelta, pero como no lo hace aprovecho levantando la manguera mojándola.

Por tercera vez se tendrá que duchar hoy.

Ella abre sus manos dejando caer el producto y el trapo al suelo dándose la vuelta mirándome con su boca abierta sorprendida sin esperárselo.

Suelta un grito, pero mi vista rápido baja a su camiseta dándome cuenta que no llevaba sujetador y su camiseta empapada se pegaba a su cuerpo.

Eso no me lo esperaba...

Para el próximo capítulo tenemos que llegar a 2,60K👍

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