Capítulo 3

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Todo estaba bien la gente iba llegando y la casa tanto por dentro como fuera en él gran patio estaba llena de gente, prefería estar más tiempo afuera ya que no me asfixiaba tanto.

Lucia se acerca a mí con una gran sonrisa llenándome mi vaso hasta que la detengo agarrando la botella.

Se la notaba que estaba peor que yo porque no era consciente de lo que echaba en los vasos nuestros ya que se había apiadado de la botella como si fuera oro.

-Mi futuro marido acaba de llegar – frunzo mi ceño cuando se acerca Alaska hacía nosotras con una gran sonrisa.

Entonces se quien se trataba cuando le veo salir por la puerta con un amigo suyo a su lado.

Ya tenía un vaso en su mano y la ropa que llevaba puesta era muy diferente a lo que se solía poner en la universidad.

-Estas fatal de la cabeza Alaska está claro que no será nunca marido de nadie – suelto una carcajada cuando escucho a Valeria.

-¿Y tú lo sabes de seguro? No eres bruja, puede llegar una mujer a su vida que le vuelva loco y le hipnotice para que nunca se valla de su lado – frunzo mi ceño cuando la escucho a Alaska.

-Sin duda el alcohol se te subió demasiado a la cabeza no sabes ni lo que dices – le dice esta vez Lucia.

-Chicas voy al baño no se me pierdan – me separo de ellas caminando a dentro de la casa.

Me tengo que poner de lado intentando avanzar por toda la gente que había, se podía oler el sudor que había en el ambiente porque la gente estaba demasiado pegada uno con otros en un sitio cerrado moviendo sus esqueletos como si no hubiera un mañana.

Él suelo estaba ya pegajoso tanto que tenías que hacer un esfuerzo para levantar tus pies por culpa de las personas que tiraban sus copas por ir demasiado borrachos.

Avanzo un poco consiguiendo llegar a las escaleras que daban arriba.

No tenía ni idea donde estaban los baños, pero supongo que estaban arriba como en casi todas las casas, bueno también en los libros describían las habitaciones y los baños.

Si... demasiadas novelas he leído que terminan siendo románticas y luego terminan felices y comen perdices.

Supongo que como toda chica adolescente en él muy fondo quería tener un amor de novela donde te decían todas esas cosas bonitas y te hicieran ver las estrellas en los momentos más íntimos, pero luego en la realidad todo era completamente distinto porque te prometían para luego decepcionarte en cuanto podían.

Subo las escaleras con cuidado teniendo que esquivar a unas cuantas personas que estaban bastante entretenidas ya que tenían sus bocas pegadas a otras como si fueran pegamento fuerte.

Avanzo por el largo pasillo viendo muy poco ya que aquí la luz era más débil y apenas se podía ver los rostros de las personas que estaban apoyadas contra la pared metiéndose mano con otra.

Sin duda ninguno de los que estaban aquí perdían su tiempo...

Tengo que encontrar un baño lo antes posible o me terminare meando encima.

Abro una puerta sin esperarme con lo que me iba a encontrar adentro.

Suelto un fuerte jadeo de sorpresa mirando hacia otro lado, pero ya era demasiado tarde mis ojos habían visto dos cuerpos desnudos contra la pared dándolo todo.

-¡OH! ¡MIERDA! ¡JODER! ¡PERDÓN DE VERDAD NO QUERÍA! - ellos me miran con los ojos bien abiertos dejándome en claro que los había cortado todo el rollo. - Me voy si... - me tapo los ojos intentando no ver nada más, pero eso solo complica las cosas cuando intento ir de nuevo hacía la puerta dándome con ella.

Suelto un jadeo de dolor palpando la puerta hasta que puedo abrirla de nuevo y salir de ahí lo más rápido posible.

Sigo avanzando mientras intento borrar de mi mente lo que acababa de ver pero será difícil de borrar porque así era mi mente de traicionera.

Abro otra puerta encontrándome con que esta vez no había nadie, suelto un suspiro cerrando con mi espalda la puerta.

Avanzo hasta que doy con otra puerta encontrándome con él baño, sonrió medio cerrando la puerta.

Me subo él vestido y me bajo el tanga comenzando a mear, suelto un suspiro de placer y a la vez alivio cuando me siento más liberada de la presión que comenzaba a sentir por aguantarme.

Entreabro mis labios cuando escucho una puerta abrirse y unos pasos se hacen presentes acompañándola segundos después una risa femenina.

Me quedo congelada por unos segundos escuchando los pasos torpes de unos tacones hasta que se escucha caer el peso de un cuerpo en la cama que había.

Estaba a oscuras ni si quiera había encendido la luz del baño porque no podía aguantar más, no quería cortar más el rollo a nadie, pero tampoco quería quedarme para escuchar lo que mis apreciados oídos no querían escuchar.

Una risa masculina y ronca se escucha también, él golpe de los tacones caerse contra el suelo...

¡AH NO! Tenía que salir de aquí lo antes posible...

Antes de que la cosa fuera a más, mi cabeza podría soportar verlos semi desnudos, pero no desnudos, por eso me reincorporo de nuevo después de haberme limpiado.

Me subo el tanga de nuevo bajándome el vestido despacio intentando colocármelo lo mejor posible.

Como no quería hacer ruido y menos que me vieran tenía que ser sigilosa por eso me quito los tacones avanzando a la puerta del baño agachándome tocando el suelo con mis manos y mis rodillas viendo la silueta de una chica tendida en la cama y un chico encima de ella comiéndola con ganas la boca.

Por la poca luz que entraba por la ventana puedo ver un dibujo en la chaqueta del chico indicándome que era jugador del equipo de futbol americano.

Avanzo un poco más intentando no hacer ruido con mis dos tacones que tenía en una de mis manos gateando intentando llegar hasta la puerta.

De nuevo la risa de la chica se hace presente cuando empieza a desaparecer su ropa ya que cuando la tira cae justo a mi lado.

Consigo llegar a la puerta la palpo levantándome un poco para poder abrirla, consigo abrirla no haciendo ruido.

La música se escucha más fuerte cuando la abro más y aprovecho para alzarme y salir corriendo, pero cuando paso por el marco de la puerta tengo que detenerme al casi terminar chocando con una persona.

Esa persona precisamente era Jackson...

Su mirada se posa en la mía mirándome con burla cuando me ve descalza dándome cuenta que no me había bajado tan bien como pensaba el vestido.

Casi se me ve una nalga por eso disimuladamente sin dejar de mirarle a los ojos termino bajándome el vestido.

Parece que nos retamos con nuestras miradas, era la primera vez que le tenía cara a cara y podía verificar con seguridad que no sentía lo que decían por hay otras chicas.

No sentía esa electricidad, ni esas ganas de tirarse a su cuello por lo bueno que estaba, no sentía nada.

Solo sentía ganas de reprimirle por el golpe que me había dado en la universidad y ni si quiera me había pedido perdón porque fue su culpa.

Me observa de arriba abajo mirándome de nuevo con burla mostrándome una medio sonrisa en sus labios.

-¿Qué te parece tan divertido? - consigo decirle seria demostrándole que yo no era una más del montón que se ponía nerviosa con solo una mirada suya.

-¿Jackson? ¿Eres tú? - la voz del chico que estaba dentro del cuarto con la chica se hace presente mientras nosotros dos seguíamos desafiándonos con nuestras miradas.

-¿Qué hacías a gatas? - suelta por fin.

-A ti que te importa – entonces paso por su lado golpeando su hombro como él lo hizo conmigo esta mañana.

Escucho una medio risa ronca de su parte, le miro por encima del hombro viendo cómo me seguía mirando con burla llevándose su mano a su nariz tocándosela para después bajar la mano de nuevo.

Imbécil...

Sigo sintiendo su mirada penetrante en mi cuando avanzo por el pasillo acercándome de nuevo a las escaleras.

Comienzo a bajarlas y hasta que no estoy debajo de nuevo no me pongo los tacones, sigo avanzando intentando llegar de nuevo al patio acordándome que me había dejado el vaso de plástico en el baño.

¡Mierda!

No pensaba volver arriba para ir a por él, no me quería ni imaginar con lo que me iba a encontrar sabiendo que ahora estaba Jackson.

Se rumoreaba que él había hecho tríos en varias fiestas diferentes sin importarle si le pillaban en mitad del juego como a mí me paso con la primera habitación que di.

Llego de nuevo al patio viendo a las chicas dentro de la piscina hablando animadamente con el equipo de futbol americano, como no...

-¡ALICE! - grita emocionada Alaska. - Vamos metete con nosotras...

-Si vamos Alice metete el agua esta genial...

Bueno, no perdía nada por meterme un rato...

Para el próximo capítulo tenemos que llegar a 450👍

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Alice

Jackson

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