BURBUJAS

Dr. David

Sabia muy bien que el medicamente aplicado en el hospital, empezaba a perder su efecto, por ello la motive a hacer un poco de movimientos no aptos para la condición actual de jazz, esperando la respuesta de su cuerpo a dichos estímulos, lo cual se presentaron al momento, le ayude a recostarla sobre la cama, fingiendo preocupación, la cual no sentía en realidad, era parte de mi actuación en este negocio, mi primo Carlo, me había asegurado una participación en su cadena hotelera en cuanto, las acciones de los Mc Gelica, pasaran a su poder, por lo tanto mi trabajo consiste en provocar en ellas malestares médicos y darles falsos tratamientos para favores nuestros fines mutuos.

Después de aplicar el relajante muscular el cual induciría a la chica en un sueño profundo, del cual no despertaría hasta la mañana siguiente, dejando de lado a esas amiguitas las cuales venían a visitarlas, una de las prioridades en este negocio era mantenerlas ahiladas de las amistades, para fungir como sus salvadores y poder enredarlas aun mas de lo que ellas mismas estaban.

Al llegar a la estancia donde se encontraba todos en los sillones teniendo una plática un poco recreativa de la acciones que vivieron cada uno de ellos en la escuela, la cara de mi primo era más de aburrimiento, ya que tenía que fingir su total interés sobre el tema, el accidente de la chica, favorecía de manera ocasional, nuestro nuevo acercamiento a las Mc Gelica, apenas llegue a lado de mi primo, la señora Fernanda pregunto por la condición de su hija, al igual que Carlo, solo les informe que por el día de hoy ya no podría recibir más visitas, ya que después de mi valoración, pude identificar que aun ella presentaba secuelas del golpe sufrido en las regaderas de la institución, por lo cual me vi obligado a administrar un medicamento para que pudiera dormir sin dolor el resto de la noche, ella me agradeció las atenciones y el asentamiento de mi primo, confirmo mi actuar.

Al escuchar mi diagnostico los cuatro chicos, pronto se despidieron de la señora Fernanda y de nosotros, con una sonrisa esta ves nada fingida por su partida, retomamos nuestra plática con la señora Fernanda, entre un par de cafés negros y unos bocadillos de harina endulzada, la conversación fue conducida hacia esos días los cuales estuvimos ausentes y mas aun sobre los temas de su depresión y el regreso a sus actividades diaria de ambas , dejando un poco de incertidumbre en ella, al comentarle de los moretones que vi sobre la piel de la chica, le comente a ella que en ocasiones los chicos como parte de su escape a las preocupaciones, en este caso la no aceptación de la muerte de su padre, puede que ella misma se este infringiendo daño en su cuerpo.

La platica la deje sobre la mesa, mi objetico se había cumplido y el rostro desfigurado en una expresión que no se podía describir de Fernanda, solo confirmaba mi teoría, de ese modo era la siguiente forma de entrar de nuevo en este juego de ajedrez por el control de la cadena hotelera. Nos despedimos a penas dieron las 9 de la noche fingiendo preocupación por el descanso de la señora Fernanda, el cual agradecido en un gesto de acuerdo con lo hablado.

Jathzy

El sol de la mañana me invitaba a levantarme de mi cálida y cómoda cama, las sábanas se mesclaban entre mi piel y la pijama haciendo una agradable fricción sobre mi piel, pero un ligero dolor de cabeza, condujo mis pensamientos, a la clase de deportes, pequeñas imágenes llegaban a mi mente sin control alguno, cuerpos sudados, chocos riendo y festejando, me veía trotando por el margen de la cancha y la falta de aire al no estar en condiciones atletas para este momento, ya que la mayor actividad deportiva que yo practicaba era saltar de un canal a otro para ver a los deportistas en todo su esplendor, como a un alegre CR7 en la celebración de un gol, lo la premiación de los patinadores de hielo en las olimpiadas, se puede decir que soy fanática de todas las actividades deportivas sin practicar ni uno solo de ellos.

De niña siempre fui una chica de libros, novelas historias románticas y esas cosas, por ello mi ilusión era tomar la especialidad de literatura clásica y poder tener la suficientes bases para escribir y redactar mi primer historia de amor, la cual llegaría a ser el próximo éxito literario de los últimos años, donde mi obra sea reconocida por muchos y clasificada en un clásico, pero todo aquello termino, ahora me encuentro en una historia distinta una donde mi carrera se ha convertido en una carrera contra los obstáculos de la vida, una donde los simples pasillos de una universidad te demuestran a cada segundo que sino estas preparada para el mundo empresarial, es mejor que te retires a tiempo.

La primera semana escolar había terminado con un gran final, mi visita no solo a la enfermería escolar, sino al hospital de la ciudad, donde no hace mucho tiempo, habíamos estado después del accidente de trafico de mi padre, pero eso era lo que mas me molestaba de la situación era el hecho de que mi madre tuviera que pasar por esos tristes recuerdos por una estúpida caída en las regaderas, la próxima vez no aplicare tanto jabón a mi cabello para evitar las caídas.

Me levante de mi cama y pase al baño para darme lavarme bien, ya que mi cuerpo lo sentía adolorido y con una sensación no muy agradable en mi cuerpo, tal vez quien me ayudo a salir de la regaderas escolares, pensó que ya me había aseado bien, pero con solo imaginar que mi cuerpo estuvo en contacto con las paredes y pisos sucios de las regaderas, más me urgía un baño con espuma y esencias naturales, para recuperar la energías agotadas.

El agua caliente desprendiendo el suave aroma a uva, me invitaba a sumergirme en ella, retire mi pijama y pude ver en el espejo mi múltiples golpes de caídas en los pasillos de la escuela, sabia que solo era que yo no estaba preparada para una vida tan activa como una universidad de negocios y actividades deportivas, en el área de la universidad donde se imparten las clases de literatura el mundo es más tranquilo y emocionante ya que la vida se vive en una sobra de un buen árbol, dentro de las páginas de un libro, añorando encontrar tu portal mágico el cual te lleve a los mundos que te narra la literatura, suspire resignada y me adentre en las cálidas aguas de la bañera, que al tener contacto con mis movimientos, empezó a formar esa alfombra blanquecina constituida por miles de pequeñísimas burbujas, producto de el jabón, sonreí al sentir su contacto con mi piel, y al mismo tiempo me burle al saber que estas inofensivas burbujas, las cuales explotan al contactó de una superficie, fueran las causantes de mi visita al hospital.

*BURBUJAS*

BURBUJAS