*REGADERAS*

Carlo

Hoy es mi primera cena en casa de mis queridas acciones, después de mis muy merecidas vacaciones, sin esas desesperantes mujeres, llenas de problemas y sufrimientos diarios, por ello invite a mi primo David, primero para no aburrirme y segundo para reiniciar el tratamiento que le daremos a Fernanda para que en menos de un año apoderarme de sus acciones y de esa manera terminar de obligar a mi linda acción mayoritaria.

Los reportes de Ian siguen siendo de lo más detallados, en cambio los reportes del infiltrado en la universidad, que contratamos para que mantenga al margen a Jathzy, son un desastre, algunos datos sobre trabajos fallidos, accidentes o algo así, la próxima vez le perderé que me envié un correo, de esa manera podre entender la letra, ya que su escritura es peor que la de un niño que empieza a leer y escribir. Pero según mi socio, dijo que es el mejor en ese tipo de asuntos, es todo un camaleón en cuestiones de jóvenes y manipulación, solo espero que este haciendo bien su trabajo ya que he invertido una buena cantidad de dinero en este asunto.

Sra. Mc Gelica

Levante el teléfono de mi oficina, la llamada me la paso mi querido asistente Mel, según me dijo que llamaban de la escuela de mi hija, para hacer algo así como una entrevista, tome la llamada rápidamente ya que podría ser importante, y claro que era importante, según la secretaria que me atendió, solo me informaban que mi hija, había tenido una ligera caída en la regaderas del gimnasio, le agradecí a la secretaria, la cual no sabe tener el criterio para realizar este tipo de llamadas de emergencias médicas en los alumnos, según ella era algo sin importancia.

Al llegar a la escuela, pude ver el carro de Ian en el estacionamiento, es comprensible que el aun no se diera cuenta de este tema, pero mi molestia era general, así que, con los nidillos de mi mano, golpee fuertemente el cristal de la puerta del piloto, causando que se asustara, le perdí me siguiera, ya que tal vez necesite de su ayuda, ya que Pablo estaba haciendo el mandado con Verónica, y yo solo tome un taxi, para llegar lo más rápido que pide.

Una de las secretaria me indico el camino a el área de enfermería, camine un par de metros por un pasillo largo y casi al termino de este, encontré el letrero que indicaba la entrada a la enfermería, toque dos veces y ya no pude con mis nervios, abrí la puerta con cuidado, tratando de no invadir la privacidad de algún otro alumno, rápidamente una señorita vestida con un vestido de color blanco, me recibió con una cálida sonrisa, ella me dijo – es usted la madre de Jazz, a lo que respondí con un movimiento de cabeza.

Ella me pidió que la siguiera y entramos en una habitación pequeña pero privada, donde pude ver el cuerpo de mi hija recostado sobre esa camilla que me traía muy malos recuerdos, mi cuerpo me traiciono, haciéndome perder momentáneamente perder el equilibrio, tuve que sostenerme de uno de los muebles que ahí se encontraban, no supe de cuales, las manos de Ian sujetaron mi brazo derecho, regresándome a la realidad, una realidad que me dolía, pero en la que tenía que ser fuerte.

Escuche a la enfermera, que me preguntaba si me encontraba bien, a lo cual respondí en un tono de voz muy bajo, pero claro – si estoy bien, que fue lo que le ocurrió – las chicas de la clase de deportes la encontraron en las regaderas, lo más probable es que accidentalmente resbalara dándose el golpe en la cara y perdiendo la conciencia, yo personalmente me encargue de vestirla y verificar sus signos vitales, temporalmente esta aun desmayada, pero la ambulancia ya viene para que la lleven a un hospital y descarten cualquier otro daño.

Jathzy

Desperté por el constante sonido de un tambor o algo así, no sabía que era, mi alarmas jamás tendrían un sonido tan repetitivo como ese, intente abrir los ojos, pero los sentía muy arenosos, a mi mente llego la imagen del momento exacto en que la espuma del shampoo entro en ellos, un segundo después recordé el fuerte golpe, cosa que me hiso levantarme de mi estado de descanso, al enderezarme me encontré con una enfermera la cual no conocía, ella no era la enfermera escolar Sammy, ella me indica que tengo que permanecer un poco más en reposo en lo que llega el doctor en turno para dar su valoración y que mi madre pronto regresaría solo fue a dar los datos para el expediente.

La valoración de la doctora Torres, fue rápida descartando cualquier daño en el cerebro, pero le informo a mi madre de los signos de alerta, al parecer ya había hecho un par de estudios, mientras aún permanecía inconsciente, eso ayudo a que me dieran de alta en un par de horas, eran casi a las 6:00 de la tarde cuando salimos del hospital, Ian me ayudo a llegar al vehículo ya que él iba guiando la silla de ruedas que por protocolos hospitalarios tenía que usar hasta la salida del hospital.

Me sentía ridícula en ese mismo momento, pero no quería moverme mucho ya que aún me dolía la cabeza, creo que ese golpe fue algo fuerte, siempre había escuchado que una persona puede caer de su altura y perder la vida, pero jamás pensé que fuera realmente cierto, siempre creí que eran datos amarillistas de las noticias, pero a hora que, sufrí una caída desde mi altura, ayudada por el resbaladizo jabón en el piso, mi cabeza punzaba a cada pequeño salto que daba la silla de ruedas.

El regreso a casa fue tranquilo, mi madre me acompaño en el carro de Ian, mientras que Verónica y Pablo iban en el otro vehículo, al llegar a penas Ian detuvo el carro, Pablo llego a mi puerta y me tomo en brazos y no me soltó hasta dejarme en mi habitación, la cena quedo a medio preparar, por lo tanto, mi madre dijo que solo cenaríamos un poco de fruta picada y yogurt.

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