Capítulo 8

Mientras los días pasan con calma en la ausencia de la princesa Anastacia quien sigue en el Palacio nodel, su abuela, la Reina madre quiere reunir a El Rey Leo con Cesil nuevamente, su hijo a salido de su control últimamente y que mejor forma de manejarlo que a través de alguien que no puede desafiarla y es de su lealtad.

Reina madre Ana: —Llega al Palacio.

sirvienta: Bienvenida su Alteza.

Reina: ¿Que ha pasado mientras no estuve?

sirvienta: el rey comprometió a la princesa Anastacia con el príncipe Sebastián del palacio nodel.

Reina: ¿compromiso? —se sorprende.

sirvienta: Eso no es todo... Hace unos días la princesa fue envenenada, permanece en el Palacio nodel por estos momentos. la criada que le dio el veneno se suicidó.

Reina: —Sonríe disimuladamente— llamen a Cesil,  estaré en mis aposentos.

Para la Reina madre Cesil, siempre fue digna de su agrado y ya sabe que Cesil fue quien mandó a envenenar a Anastacia, era lo más obvio para ella.

Cesil: Me mandó a llamar madre —entra a los aposentos de la Reina madre.

Reina: Cesil querida, ven aquí —la reina madre en realidad sólo usa a Cesil para su propósito, la reina usa la manipulación como su mejor arma y la usa con mucha sabiduría.

Cesil: —se sienta al lado de la reina madre—

reina: así que envenenaste a Anastacia.

Cesil: —se sorprende asustada— No madre yo no —la reina la interrumpe.

Reina: No intentes negarlo, calma no te asuste, no estoy enojada al contrario, me alegra —sonríe— desafortunadamente sigue viva... pero ya nos encargaremos más tarde, te llame para otra cosa.

Cesil: ¿Que podría ser madre?

Reina: Quiero que te prepares, esta noche te enviaré a los aposentos de mi hijo.

Cesil: ¿Enserio madre? —emocionada.

Reina madre: —asiente mientras sonríe— Tienes que hacer que vuelva a ti en especial en estos momentos, que olvide a esa sirvienta que una vez le procreo hijos y vuelva con la nobleza, espero no arrepentirme de enviarte.

Cesil: haré todo lo posible, muchas gracias madre —se retira alegremente.

Cesil está emocionada porque tiene mucho tiempo sin ir con el Rey a sus aposentos, desde que Alexa apareció el Rey ya no la mira. Se siente sola en el Palacio y con sus hijos preparándose para partir hacia otras provincias, no le queda nadie, además la verdadera razón por la que Cesil quiere acercarse al Rey es para conseguir más poder y protección. Sabe que Anastacia no dejará pasar este incidente tan fácilmente necesita estar preparada y que mejor forma de hacerlo que volverse más fuerte y tener al Rey de su lado.

Cesil: Muchachas preparen todo. Hoy iré a ver a su majestad y necesito estar impecable —dijo al ingresar en sus aposentos.

Mientras Cesil elige  los vestidos y las joyas con las sirvientas, la reina madre hace su movimiento en el Rey y fue a hablar con el.

Guardia: su majestad, la reina madre está aquí.

Rey Leo: hazla pasar.

Reina madre: Querido hijo —alza los brazos para darle un abrazo.

Rey: ¿que te trae por aquí madre? pensé que seguirías en el Palacio de Delsa unas semanas más —responde al abrazo.

Reina madre: Me enteré de que mi nieta se enfermó y vine lo antes posible.

Rey: No se enfermo, la envenenaron madre.

Reina madre: ¿y el culpable?

Rey: se suicidó.

Reina madre: Ya veo... ¿y su compromiso, cuando lo decidiste? ¿porque no me avisaste?

Rey: No era necesario madre, fue una decisión de ambos reinos ¿eso es todo? Tengo mucho trabajo por realizar.

Reina madre: bueno, no te enojes sólo soy curiosa es todo… vengo por otro motivó.

Rey: ¿de que quieres hablarme?

Reina madre: Le dije a Cesil que se prepare para esta noche, Quiero que la recibas.

Rey: No estoy de humor —suspira, desde que la señorita Alexa murió el Rey no ha estado con nadie más, siente que traiciona su memoria y su amor.

Reina madre: Es la madre de tus príncipes, no puedes tratarla como si no existiera. ¿Cuánto tiempo quieres que espere por ti? ¿¡Cuánto más necesitas que sufra!? quiero que la recibas es lo único que te he pedido ¿acaso es eso tan difícil? 

Rey Leo: Madre, Cesil ya no es mi esposa, no es mi amante. Es la madre de mis príncipes, eso es cierto pero nada más, a menos que sea para asuntos de mis hijos ¿para que la querría en mis aposentos? ¿Debo recordarte el porqué la castigué en el pasado? 

Reina madre: …aún vives en el pasado hijo mío, ¿Qué te ha hecho la pobre muchacha para que la trates así? Eso no es justo —la reina ve que el Rey Leo no está cediendo a sus reproches si no al contrario se está molestando— ¡si no la recibes esta noche, no te lo perdonare. eso te lo aseguró —alzando la voz y se retira molesta dejando al Rey Leo pensando en sí recibir a Cesil o no.

Mientras Anastacia se acerca más al príncipe Sebastián en el ámbito amoroso, Cesil se prepara para ir a ver al Rey. Cesil toma un baño, se cambia increíblemente hermosa, se nota su entusiasmo y felicidad, se rocía el perfume favorito del Rey en el cuello, el pecho y resto del cuerpo, se rodea de las mejores joyas, coronas, collares e incluso pulseras. Antes de asistir con el Rey pasa por los aposentos de la reina.

Cesil: ¡Madre!

Reina madre: Cesil te ves hermosa, es imposible que mi hijo no quiera estar contigo otra vez.

Cesil: tengo miedo madre ¿Qué pasa si no quiere recibirme?

Reina madre: No te preocupes por eso, él te recibirá, ya me he hecho cargo de eso.  —Sonríe dando dos palmadas a las delicadas manos de Cesil.

Cesil: estoy nerviosa, es como cuando me envió con él por primera vez, la espera se me ha hecho eterna el día de hoy —Sonríe alegremente.

Reina madre: Paciencia, ya vendrán más días como estos, ahora ve ya es hora, no hagas esperar al Rey.

Cesil: Muchas gracias su Alteza —Cesil hace una reverencia y se retira con una sonrisa.

Al caminar por el pasillo dorado Cesil no puede evitar sentirse nerviosa, se le empezaba a dificultar el respirar, miles de preguntas pasaban por su cabeza, el pasillo hacia los aposentos del Rey se ven tan lejanos para sus ojos, siente que ha caminado por horas, al llegar a la puerta da un gran suspiro.

Cesil: Diganle a su majestad que estoy aquí.

guardias: Un momento señora —entra a avisar al Rey

Cesil: —mira a sus sirvientas— Vayan a descansar —las sirvientas se miran entre sí, las dos sirvientas que la acompañan piensan lo mismo ¿Qué pasa si no la recibe el Rey? Y si la recibe ¿cuánto tiempo se quedará? ¿Acaso pasarán la noche juntos hasta el amanecer? Su deber es esperar hasta que el Rey de una respuesta, pero Cesil se ve confiada y preparada aparte les ha dado una orden así que ambas se inclinan y se retiran preocupadas.

Guardia: Puede pasar —saliendo de los aposentos del Rey.

Cesil: —ansiosa entra a los aposentos y se inclina ante el Rey— Su majestad.

Rey: Adelante Cesil.

Cesil: Este lugar ha cambiado un poco mi señor —mira alrededor con nostalgia. 

Rey: ¿Eso parece? Me lo encuentro acogedor de esta manera. —el Rey recuerda una de las tantas pláticas con Alexa en donde le pedía permiso para redecorar esos aposentos y sonríe.

Cesil: así es —mira al rey mientras se acerca—  fue una larga espera mi señor, pensé que no quería verme. me preguntaba cada noche ¿Que he hecho mal? ¿acaso le ofendí de alguna manera? Cuando la madre reina me dijo que usted me llamó aquí, mi corazón apenas podía resistirlo.

Rey Leo: No te llame Cesil, mi madre fue quien organizó todo esto.

Cesil: —dolida— lo siento mucho majestad, supuse cosas sin pensar.

Rey: No te preocupes por eso, Ven siéntate.

Cesil y El Rey comen juntos en la terraza a la luz de la luna, hablan sobre sus hijos pero… sólo hablan hasta ahora, Cesil empezó a impacientarse tiene que buscar la manera para estar con él, sus planes constan de ello.

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