Un encuentro un tanto excitante

Al ingresar a la oficina, me encuentro con un espacio amplio, con una distribución muy bonita, en el fondo puedo ver un tablero de dibujo super moderno, una impresora de planos de última generación y una computadora de alta gama, que todo arquitecto soñaría con tener, al costado de esta una salita con muebles en color negro, con un bar al costado y una mesa de centro, el diseño minimalista como el resto de la decoración, que se veía elegante. En las paredes blancas colgaban varias obras de arte, pero la que más me llamo la atención era una de nuestra hermosa ciudad de Macchu Picchu, pero con un estilo vanguardista moderno, super elegante.

Después de hacer todo mi recorrido desde la puerta del despacho, caigo en cuenta que otra vez esos ojos serios me miraban de forma expectante y sin decir ninguna palabra hasta que nuestras miradas se cruzaron.

– Buenas tardes, Alexia. Te estaba esperando – me dice con voz sensual.

– bu... bue… buenas tardes, sr. D’Angelo, creo que se equivocaron en recepción, mi reunión era con Recursos humanos – dije al principio tartamudeando, pero después reaccione y termine mis palabras muy seguras.

– Toma asiento, tu reunión con el jefe de RRHH será en un momento, pero quería hablar primero contigo – dijo levantándose de su sitio, se acerca a mí.

Me pone una mano en la cintura y me dirige a la salita. Tomo asiento y él se sienta justo al costado mío.

Dios en serio este hombre me quiere volver loca, creo que mejor busco en otro lugar mis prácticas, a menos que me digan que trabajaré en otro edificio de la compañía, y ahí si talvez pueda aceptar sin problemas. No podre trabajar con todo lo que este hombre me hace sentir, y eso que solo lo conozco 2 días.

Al sentarme trato de alejarme un poco de él, pero al ver que me alejaba él pone una mano en mi brazo y me da a entender que no lo haga.

– ¿trajiste tu portafolio? – me pregunta de forma seria, por lo que trato que mi corazón ponga 1ra y baje un poco la velocidad, y contesto de forma profesional. – Claro que sí, siempre lo traigo conmigo – le digo, entregándole mi portafolio.

Se queda observando los 25 proyectos que tengo ahí, realizados la mayoría con la constructora de mi padre, desde pequeña he estado en este mundo, y siempre me dejó ayudarlo e incluso en varios casos como los que están en mi portafolio, armarlos y dirigirlos junto con él.

– Son muy interesantes, pero veo algunos acá que tienen varios años de antigüedad – me queda mirando con duda en su rostro, por lo que me da un poco de risa.

Sonriendo, le cuento sobre la constructora de mi padre, y que todos esos proyectos fueron diseñados por mí y dirigidos por ambos desde que yo tenía 14 años.  Que puedo decir, me encanta lo que hago y siempre tuve el sueño de volverme una arquitecta de renombre.

Creo que se quedó sorprendido, porque me quedo mirando un buen rato sin decir nada.

– Y me puedes explicar por qué no haces tus prácticas en la empresa de tu padre, según me comento el Decano, que no aplicaste a ella, nunca - dijo muy serio.

– La verdad, es que prefiero hacer mis practicas fuera de las alas de mi padre, para poder crecer como persona y arquitecta, sin que todos me miren sin dar su opinión sincera, por ser la hija del jefe – aclare este punto de la mejor forma posible.

– bueno, me da gusto, que tomaras esa decisión, así puedo tenerte acá – aclaro su garganta antes de terminar de hablar, como si estuviera nervioso.

Se levantó de inmediato, llamó por el intercomunicador a su secretaria. Esta apareció al minuto para llevarme a mi verdadera reunión con RRHH.

Todo esto pasó tan rápido, que con las justas termine de acomodar mis cosas, para salir detrás de ella – Volteo y veo al sr. D’Angelo concentrado en la ciudad que se ve a través del ventanal que tiene atrás de su escritorio.

– Hasta luego señor – digo antes de desaparecer por la puerta.

------/------

Mi reunión con el jefe de RRHH fue larga, me explico en que consistía mi contrato, el horario que estaría establecido para mí, en coordinación con el Decano; mi sueldo, la verdad, no pensé que sería tan elevado, siendo esta en modo de prácticas.

Resulta que mi némesis, hablo con el Decano sobre mis horarios, así que ahora trabajaré en la constructora los lunes, miércoles y sábados, y tendré clases los martes, jueves y viernes. Ósea que solo tendré los domingos para pasarla con mis amigos y programar nuestras salidas.

Si mi semana se va viendo complicada, pero es por lo que me esforcé tanto, y no pienso desaprovechar esta oportunidad de oro.

Voy a demostrar que puedo ser la mejor y ser un orgullo para mi padre, aunque él siempre me repite que soy lo mejor que le ha pasado y que me ama desde lo más profundo de su corazón.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***