Cobra.

Adela estaba realmente molesta, arrojó las cosas a un lado, gritó completamente irritada. - ¡Maldita seas!

- ¿Qué te sucede? - preguntó su acompañante.

Adela lo miró con mala cara, odiaba a este hombre.

El hombre miró la cara malhumorada de la chica y fue hacía ella. - ¿Esos son tus modales? - Cobra la jaló del cabello, mirándola con bastante enojo.

- ¡Perdóname! - dijo dócilmente.

- ¿Así de fácil? ¡Más vale que cuides tus modales! No olvides que mientras te de dinero me perteneces. - le advirtió.

Adela quería arrancarle los ojos, estaba fastidiada de este hombre, así que tuvo una idea brillante. - ¿Sabes a quién me encontré? - su humor cambió.

- ¿Cómo voy a saberlo? - la miró como si mirará a un tonto.

- ¡Te lo diré! - sonrió. - Me encontré a tu luz de luna.

El hombre la miró con seriedad y entecerro los ojos. - ¿Cómo sabes que tengo una luz de luna?

Adela se quedó estática por un momento, era realmente estúpida, se le olvidó ese pequeño detalle, ella era una transmigradora que había renacido en el mismo lugar, llegó aquí en su vida anterior y conoció a Antonio y se casó con él, lo que no sabía era que solo era una sustituta de su verdadero amor, Denisse Ortega, la odió cuando supo la verdad.

Pero se alegró mucho al saber cómo había terminado, en manos de Cobra, el jefe mafioso del país, después de que Cobra se había cansado de Denisse se la dio a sus hombres y la compartieron entre ellos.

Adela quería que Antonio nunca se enamorara de Denisse, quería ser la única y no una sustituta, así que lo mejor era acercar a Cobra y a Denisse, era obvio que terminaría muy mal para ella.

- Te escuché en un sueño llamándola.- mintió Adela.

- ¿Así? ¿Cómo sabes que es ella y no otra persona?

- Ella se parece mucho a mi. - dijo tranquila, aunque por dentro estuviera en llamas.

- Muy bien, dime ¿Dónde está?

- Ella va en mi instituto.

- Supongo que pagarte esa escuela sirvió de algo.

Adela se puso muy feliz, quería encontrar a Antonio para que la rescatara de este maniático, que también la había utilizado como una sustituta.

No sabía que tenía esa chica Denisse que atraía a estos hombres.

Temprano en la mañana, fue Carlota y Raúl a recoger a Denisse y a Antonio del hospital.

Antonio se sentía incómodo, tal vez extraño, miraba a Denisse y creía que era una chica completamente diferente, no se portaba como lo hacía en su vida anterior.

Era arrogante y se quejaba si tan solo se quebrara una uña, pero ahora su cara tenía un enorme rasguño y ni siquiera se quejaba.

Al llegar a casa, todos se reunieron a comer, incluso invitaron a Antonio, Antonio quería negarse pero nadie se lo permitió y lo arrastraron hasta el comedor.

Todos reían alegremente, bromeaban y Denisse tenía que taparse la boca para no escupir su comida, Antonio quedó aturdido " ¡Ella no puede ser Denisse! ¡Es un extraterrestre! " Pensó con asombro.

- No quería decirlo, pero creo que es necesario que todos lo escuchen, incluyendo a Antonio.

- ¿Qué pasó, papá?

- Me enteré que han estado intimidando a nuestra preciosa Denisse.

Denisse dejó de comer. - ¡No es nada de eso! - agitó sus manos.

- ¡No mientas! Héctor fue quién me lo dijo.

" ¡Ese Héctor chismoso! " Denisse quería retorcerle el cuello.

- ¿Qué fue lo que te dijo? - preguntó alarmada Carlota.

- Me dijo que una chica la humilló en toda la escuela, diciendo que la imitaba y que la acosaba, por supuesto Denisse intentó defenderse pero todos estaban en su contra. - cada vez que hablaba le partía el corazón.

- ¿Por qué no nos dijiste nada? - preguntó uno de sus hermanos ansioso.

- No me pareció importante, solo cambiaré de look, tal vez me corte el cabello.

- ¿Qué estás diciendo? Tu siempre has querido tener el cabello como rapunzel.

- Eran cosas de niña, ya crecí, ahora lo quiero corto y fresco.

- ¿Cómo se llama la chica? - preguntó Antonio.

Todos prestaron atención de inmediato.

Denisse comenzó a sudar frío. " Es tu futura esposa " No lo diría en voz alta.

- Ella se llama... bueno creo que olvidé su nombre. - sonrió nerviosa.

- ¡Ni quién te crea! - dijo David haciendo pucheros.

Denisse trago fuerte, bueno que más da, de todas formas se entrarían tarde o temprano, era lógico por que lo mandarían a investigar. - Se llama Adela.

Antonio la miró con los ojos muy abiertos. - ¿Adela?

Denisse se mordió los labios. - Si creo que así se llamaba, tal vez me confundí. - sudo de nuevo.

- ¿Es así? - se burló Antonio.

Nadie lo notó, pero Denisse si." ¿No me digas que tu....? "

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