¡Están vivos!

Denisse reaccionó y empujó a Antonio. - ¡No te tomes ese tipo de libertades! - dijo con voz chillona, pero linda.

Antonio tenía ganas de pellizcar sus mejillas, pero se contuvo, había muchos ojos mirándolo como un gran villano.

La familia Ortega estaba realmente celosa de Antonio, su pequeña princesa estaba siendo corrompida, no podían permitirlo, pero ella era feliz, lo único que podían hacer era mirar a Antonio con ojos de advertencia.

Todos fueron a desayunar, bueno tal vez era el desayuno y el almuerzo juntos.

Esta vez estaban Antonio, Jazmín y Ángel en la mesa como nuevos integrantes de la familia.

La atención estaba puesta en Antonio, los hermanos pidieron un filete cada uno, masticando con fuertes mordidas mientras miraban a Antonio con celos.

Carlota comía con elegancia, pero miraba a Antonio como el gran villano de los dramas televisivos que le gustan.

Raúl solo suspiró, se sentía culpable ya que él había traído a este lobo con piel de cordero.

Denisse estaba incómoda con el comportamiento de su nueva familia, entonces trató de desviar la atención de alguna manera.

- ¡Ustedes harían una linda pareja! - dijo Denisse mientras miraba a Jazmín sentada a lado de Ismael.

Jazmín se sonrojó y agitó sus manos. - ¡Por supuesto que no!

Ismael miró a la chica avergonzada.

- Solo tienen que esperar hasta que cumplas los dieciocho. - sonrió.

Ismael al ver a su hermana entusiasmada tomó una decisión dentro de su corazón, solo tenía que esperar tres años.

La familia que se conocían perfectamente, lo sabían, Ismael complace siempre a Denisse por lo que Jazmín sería realmente parte de la familia.

Carlota ya consideraba a la niña su nuera por lo que preguntó. - ¿Quiénes son tú familia? Me gustaría saberlo.

Jazmín sintió disgusto solo de pensar en ellos, por lo que solo estaba dispuesta a hablar de sus padres. - Mi madre era Nancy Huerta y mi padre era Franco Padilla.

Carlota frunció la frente. - ¿Eran?

- Si, mis padres murieron hace un mes. - sonrió con tristeza.

- ¡No puede ser! ¿Por qué nadie me dijo? - dijo agitada.

- ¿Estás bien? - preguntó Yahir.

- ¡Es que no puedo creerlo!

- ¿Qué pasa? ¿Dije algo malo? - Jazmín comenzó a preocuparse.

Carlota la miró, trató de controlar sus emociones. - ¿Tus padres son los mismos que yo pienso? - Carlota carraspeo la garganta, sintió que su pregunta era muy tonta, así que corrigió. - ¿Ellos son dueños de las más grandes fábricas textiles?

- Si. - dijo Jazmín sin entender.

- ¡No lo puedo creer! - Carlota estaba conmocionada. - ¿Dónde están enterrados?

Los Ortega miraron con cara extraña a Carlota.

Jazmín contestó un tanto incómoda. - No encontraron sus cuerpos.

Carlota se hecho a reír, sus hijos comenzaron a ponerse ansiosos, Raúl se sentía incómodo, Denisse estaba atenta a lo que diría después, pero Jazmín sentía su pecho doloroso y comenzaba a enojarse.

- ¡Mi niña, eso es una buena noticia! - le sonrió con dulzura.

Jazmín sentía que no podía hablar que se ahogaba con cada palabra que decía la mujer frente a ella.

- ¡Estoy segura que están vivos! - sonrió llena de esperanza.

Jazmín la miró confundida y toda la ira que se acumulaba se esfumó. - ¿Qué quiere decir?

- Bueno tu no lo sabes, pero tus padres son buenos amigos míos, ellos son los distribuidores que surten mi empresa de diseño.

Jazmín no dijo nada esperando que Carlota continuara.

Los presentes no hacían nada de ruido para no interrumpir.

Carlota continuó. - Hace un tiempo no muy largo Franco me dijo que estaba buscando la manera de que a las mujeres de su familia también se le heredarán posesiones, pero que su familia no estaba de acuerdo, poco después Nancy me dijo que sentía muy raro el comportamiento de la familia Padilla, la verdad no le preste mucha atención, las familias son raras en algunas ocasiones.

- ¿Entonces? - Jazmín estaba ansiosa.

- Recibí un mensaje de Franco.

- ¿Qué? ¿Cuando?

- Hace unos días.

Jazmín no podía creerlo, tenía una sensación de vacío en el estómago. - ¿Me está diciendo la verdad?

- Por supuesto, pero hay un pequeño problema, ese mensaje no era claro, era como si un bebé jugara con el teléfono y mandara por equivocación dicho mensaje.

- ¿Entonces?

- No te preocupes, en realidad creí que él se había equivocado por eso no presté atención, pero ahora dices que están muertos, no podía creerlo.

Jazmín la miró con espectativas.

- Voy ayudarte a encontrarlos. - Carlota le sonrió con cariño.

- ¡Muchas gracias! - Jazmín tenía una nueva esperanza.

Al ver a Ismael, Jazmín suspiró, él era realmente su héroe y no solo él, toda la familia, ahora se sentía como si perteneciera a esta hermosa familia.

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