Espiar.

Jazmín estaba realmente furiosa, quería reclamarle a ese infeliz.

Denisse notó a Jazmín y la detuvo del brazo. - No lo hagas. - le susurró.

Jazmín suspiró con pesar y se contuvo.

El camino a casa era un desastre, aunque todo pareciera tranquilo, la verdad era que no.

Jazmín estuvo conteniendose todo el camino, quería gritarle a Antonio.

Denisse se contuvo para no derramar una lágrima, estaba completamente devastada.

Antonio quería echar una mirada a Denisse, pero se contuvo, le preocupaban sus dudas, por eso era tan frío y distante.

Al llegar a casa, las chicas se bajaron con mucha prisa.

Antonio no pudo contenerse más y tomó de la muñeca a Dennisse. - ¿Puedo hablar contigo?

El corazón de Denisse se aceleró, era obvio que quería decirle que sí.- Estoy ocupada. - se zafó de su agarre y se fue corriendo a su habitación.

Denisse no iba a permitir que pisotearan su dignidad, claro que le gustaba Antonio, pero no por eso iba a dejar que la tratara como a él se le antojara.

Al llegar a su habitación encontró a Jazmín esperándola.

- ¿Por qué me detuviste? - reclamó Jazmín.

- No quería involucrarte, además Antonio tiene días ignorandome, supongo que eso era una ruptura silenciosa.

Jazmín estaba realmente enojada. - ¡Es una patán!

Denisse se rió, pero su risa era forzosa. - Relájate.

Denisse parecía tranquila, estuvo con su familia con su comportamiento habitual, pero una vez que se hizo de noche, se envolvió entre sus cobijas y comenzó a llorar.

No esperaba que Antonio fuera ese tipo de persona, claro ahora lo entendía, en los recuerdos de la Denisse original también había pasado esto, ella que estaba a punto de ceder y aceptar que amaba Antonio también recibió este mismo sobre, era por eso que ella había cambiado para mal, era por eso que lo había alejado de ella.

Denisse sonrió con burla, que tonta ¿Por qué no recordaba esta parte? ¿Se había cegado por su repentino descubrimiento de enamoramiento por Antonio?

No importaba ya, mañana buscaría un pretexto para alejar a Antonio de su vida de una vez por todas.

Antonio sentía su corazón pesado, tenía un mal presentimiento, había algo que le decía que algo no andaba bien.

Estaba frustrado, incómodo y lleno de dudas, tenía la sospecha que Denisse no era su Denisse.

Esta sospechosa se hacía más y más fuerte mientras pasaban los días, había renacido por lo que creía que esta sospechosa era realmente posible.

Se portó frío e indiferente, incluso cuando ella venía por las noches, entonces ella dejó de venir, ya no le sonreía como lo hacía, pensaba que hacía lo correcto, pero ¿Por qué se sentía tan vacío? ¿No podía estar equivocado verdad?

Esta noche Denisse no vino tampoco...

A la mañana siguiente, Raúl se acercó a él y le pidió hablar con él en privado.

- Muchacho ¿Por qué no me lo dijiste?

Antonio estaba confundido. - ¿Señor?

- No tienes que preocuparte por nada, puedes irte cuando gustes y regresar cuando puedas. - le sonrió con cortesía.

Antonio estaba aún más perdido. - ¡Oh, claro! Gracias señor.

- Bien, puedes irte en paz, mi Denisse ya se fue a la escuela, no te preocupes contraté a un nuevo guardaespaldas.

- Si, eso me tranquiliza.

Antonio empacó sus cosas confundido, no estaba despedido, eso era seguro, pero ¿Entonces qué?

Llamó a su mano derecha y le trajo el auto.

Fue a la escuela de Denisse para espiarla, se sentía como un pervertido acechador.

Denisse salió de la escuela con su amiga, se veía bastante serena, llegó al auto y le sonrió cálidamente a su nuevo guardaespaldas, eso le molestó inconscientemente, su expresión no era para nada buena.

Los días pasaron rápidamente, Denisse parecía más y más animada, Antonio solo podía verla de lejos.

" ¿Esto es lo que llaman anhelo?"

Antonio comenzaba a arrepentirse de sus actos, pero no sabía lo que hacía en ese momento.

También observó a Adela, ella era quien lo tenía más sorprendido, ella no había venido a esta escuela en su vida anterior, estaba completamente seguro que ella solo se había dedicado a trabajar ¿Qué era lo que pasaba ahora?

Con gran intriga, Antonio siguió a Adela con cautela, ella había llegado a un prostíbulo.

" ¿Ella no sería de ese tipo, verdad?"

Lo único que Antonio podía pensar era que Adela en esta vida se había convertido en una prostituta para estar en donde estaba, pero ¿Era así de simple? o ¿Había algo más?

Antonio se quedó por un largo rato pensando, eso fue hasta que algo llamó su atención, en realidad era alguien.

Un hombre alto, piel bronceada y apuesto, claro que Antonio un hombre completamente heterosexual no se fijaría en esto, si no más bien en el tatuaje que tenía en el cuello, una cobra para ser precisos.

" Si, ves a alguien con un tatuaje de cobra o cualquier tipo de serpiente corre."

Esto era lo que Denisse le había dicho a Jazmín.

Antonio abrió mucho los ojos.

- ¡No puede ser! ¡Pero que tonto soy! Ella lo había confesado.

Antonio se sentía como un vil tonto, Denisse lo había dejado bien en claro, ella había contado sus experiencias más oscuras y no precisamente cosas del pasado si no de cosas que aún no habían pasado.

- ¡Mi querida Denisse! ¿Renaciste igual que yo?

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