Aprobación.

Antonio y Denisse parecían cachorritos regañados.

Carlota miraba con bastante enojo a Antonio, mientras no tenía el atrevimiento de ver a su hija.

Raúl se sentía muy complicado respecto a ambos.

Los tres hermanos se escondían para no perderse ningún detalle, incluso Jazmín y Ángel se escondían junto a ellos.

- ¿Ustedes van en serio? - preguntó Raúl.

Denisse agrandó los ojos con sorpresa. - ¡Papá!

- ¡Usted señorita, me tiene muy decepcionado! - regañó Raúl, pero su corazón estaba muy renuente.

- ¡Papi! - Denisse parecía agraviada.

- ¡Quiero una fecha ahora mismo! - dijo Carlota con enojo.

- ¿Para qué? - se asustó Denisse.

- ¡No estoy hablando contigo! - regañó Carlota sin verle la cara.

Denisse se sintió muy triste.

- ¡No es lo que cree, señora! - habló por fin Antonio.

- ¿Entonces qué es? - salieron los hermanos desde la puerta del exterior del estudio.

Todos estaban reunidos esperando una respuesta, incluso Denisse pudo sentirse un tanto expectante.

- Es solo que... - Antonio por primera vez se quedó sin palabras.

Era verdad que la amaba, pero ¿Ella lo amaba? No quería arrastrarla.

- ¡Dejen de molestarlo! - dijo Denisse después de pensarlo.

No quería presionarlo.

- ¡Pequeña Denisse, sabes que te amamos, pero no te metas! - dijo Yahir.

- Si, deja que los adultos se encarguen. - dijo David.

Ismael la miró con seriedad, esto para hacerle saber que se había pasado esta vez y que las cosas siempre tienen un límite.

Denisse no dijo nada y encogió su cabeza hacía su pecho.

Antonio la miró, si ella renació junto con él, ¿Ella estaría dispuesta a estar con él? ¿Lo amaba todavía? ¿Alguna vez lo amó?

- Yo solo tengo sentimientos unilaterales por la señorita, ella es el sol, mientras yo soy el barro en el piso.

Jazmín lo alabó en su cabeza, Denisse y Antonio sin duda harían una hermosa pareja.

- ¿Estás diciendo que ella no siente lo mismo por ti? ¿Como es que lo sabes? - preguntó Ismael.

- Bueno, eso creo. - dijo dudoso.

- ¿Por qué no le preguntas a ella? - dijo David.

Todos pusieron su atención en Denisse, ella se sonrojó de inmediato.

- ¡Ya es tan tarde! ¿Qué pasa con la escuela? - quiso cambiar el tema.

- ¡No señorita, eso no funciona con nosotros! - dijo Yahir cruzándose de brazos.

Nadie la dejaría ir.

- Yo solo tenía un poco de miedo anoche, eso es todo.

- ¿Por qué no viniste a dormir con mamá? - Carlota se suavizó de inmediato, no podía soportar ver a su bebé sufrir.

Todos cambiaron su cara de regaño, por una de preocupación.

- ¡Ya no soy un bebé! - sonó con una niña malcriada.

El corazón de todos se calentó, que chica tan más linda.

- ¿Por qué fuiste a dormir con Antonio? - Ismael reaccionó, esos encantos no lo iban a engañar.

Todos reaccionaron.

Denisse que no logró salirse con la suya bufó. - ¡Es por que me gusta! - gritó con los ojos cerrados.

Los tres hermanos miraron mal a Antonio, entonces si querían quitarle a su dulce hermanita, ¡Qué atrevido!

Raúl también miró a Antonio con desaprobación, este hombre era mucho mayor que su niñita.

Carlota se sintió angustiada, su bebé ya no sería su bebé más.

Antonio miró a Denisse con buen humor.

Jazmín se sonrojó de emoción.

- Antonio vamos a confiar en ti, pero si le fallas a nuestra hermanita, bueno no querrás saber. - dijo Yahir.

Antonio sonrió levemente, eso significa que le daban su aprobación.

Denisse se quedó estupefacta. "¿Qué rayos está pasando?"

- No se preocupen, trataré a Denisse como mi único sol. - dijo educadamente.

Todos asintieron, pero Denisse estaba perdida.

" ¿En qué momento me pidieron mi opinión?"

Todos se fueron dejando solos a los novios.

Denisse no tuvo el atrevimiento para ver a Antonio y Antonio no sabía como comenzar una conversación con su nueva novia.

- ¿Realmente te gustó? - Antonio estaba expectante.

- ¿Qué clase de pregunta es esa? - parecía odiosa, pero en realidad estaba muy nerviosa.

Antonio lo encontró muy divertido. - ¡Tu si me gustas! - dijo con una brillante sonrisa.

Denisse quedó fascinada con esa cara sonriente. - Si, también me gustas. - dijo embobada.

Antonio estalló de felicidad y fue abrazarla y besarla.

En ese momento los espías salieron con mal humor.

- ¡Separence! - gritaron varios a la vez.

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