VISITAS

Como estaba previsto nobles llegaron al funeral de la Duquesa, todos se encontraban en el salón despidiendo y dando sus condolencias a los familiares.

Alexander: -está con sus hermanas paradas-

_no sabe como lamento la muerta de la duquesa ella era una persona de gran corazón, en todo lo que necesite puede contar conmigo

Alexander: -serio- gracias

Alissea y Alidea: -con la mirada perdida-

En la sala solo se podía escuchar los susurros de todos los nobles que lamentaban su muerte, pero los que más destacaba era que el duque necesitaría a una nueva duquesa para criar a sus hijos y mantener al ducado, son aquellas mujeres oportunistas que buscaban aprovecharse del sufrimiento de los demás.

Pues es la causa de la muerte de su excelente, ya era conocida por los presentes, llamando a la niña mostró por haber matado a su madre

El cuerpo fue movido, para poder enterrarlo en los cementerios del ducado, los presentes estaban atentos a cada movimiento que hacían los hijos, claro no quieren omitir ningún movimiento que daban claro para tener algo de que hablar en sus reuniones.

La ceremonia esta por concluir lo único que faltaba era enterrar el cuerpo en el oyó que se encontraba al pie del cuerpo, a medida que el ataúd iba descendiendo, los gritos se escucharon llamando la atención de todos.

Alidea: -no había dicho nada en todo el día, al final no pudo guardar silencio- MAMÁ!!! -llorando- mamá no te vayas mamá!!!

Alissea: -sus labios estaban cerrados, con un candado, se abrieron en ese momento, las lágrimas salian- mamá

Alissea y Alidea: -corren al ataúd pero son detenidas por sus nanas- mamá -sus lágrimas salían sin parar, intentaban liberarse pero era en vano no podían hasta que las dos caen por un repentino desmayo-

Aquella escena era devastadora de observar.

Pero pronto lo olvidaron por la presencia de las personas que se acercan a los niños.

Clarina (Emperatriz): -se acerca- Alexander -lo abraza-

Alexander: -abrazando a sus hermanas- su majestad perdoné por no levantarme pero -su mirada se posa en sus hermanas que se encontraban tiradas en el piso-

Clarina (Emperatriz): ellas deben de ser Alissea y Alidea -carga a una de ellas dejando sorprendidos a todos-

Sergio (Emperador): -estaba cerca, también carga a una de las gemelas- no sabes cuanto lo lamento -mira a las Gemelas- ellas aún son demasiado pequeñas para pasar por todo esto.

La sorpresa no solo era los emperadores pues también los príncipes se encontraban en ese lugar.

Toda la familia ha viajado apenas se habían enterado de la situación.

Los presentes no esperaban la llegada al funeral de la Duquesa. Aquellos se encontraban maravillados por la presencia de la familia real, ya que era difícil poder verlos a todos reunidos.

En situaciones como estas, es en las que se puede ver lo cercanos que son ambas familias.

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Después de dejar a las gemelas en las recámaras, la familia real fue llevada a la sala

Clarina (Emperatriz): -sentada con gran tristeza- he perdido a mi mejor amiga -llora-

Sergio (Emperador): -la abraza y trata de consolarla- cariño llora todo lo quieras

Los tres pequeños príncipes no podían entender, el dolor que siente su madre en este preciso momento, pues ellos no entendían el sufrimiento de perder a alguien querido.

Alexander: -entra a la habitación- yo lo siento por no saber atenderlos bien

Dimitry (primer príncipe): no te preocupes por eso, como están tus hermanas

Alexander: ellas no han querido comer por días, eso a causado su desmayo lamento haberlos preocupado

Elías (segundo príncipe): deja de hablarnos así después de todo eres nuestro amigo

Estella (primera princesa): es verdad, además nuestras familias siempre han sido cercanas

Clarina (Emperatriz): -aparta a su esposo para acercarse a Alex que se encontraba, todavía parado- Alex -sostiene las manos del niño- tu madre fue más que una amiga lo sabes verdad

Alexander: si lo tengo precente

Sergio (Emperador): -parado al lado de su esposa- puedes confiar en nosotros

Alexander: se los agradezco mucho

Clarina (Emperatriz): -suelta las manos del niño- nos quedaremos un par de días, espero no incomodar

Antonieta (Marquesa): -abre las puertas, interrumpido la conversación- eso no es necesario yo lo aré

Clarina (Emperatriz): marquesa Antonieta me alegro de que esté aquí

Antonieta (Marquesa): -inclina la cabeza- saludos al sol y la luna -dirige su mirada a los pequeños- a las estrellas del imperio. Majestades agradezco su ayuda pero tengo que denegar

Clarina (Emperatriz): no molestaremos solo queremos ayudar

Antonieta (Marquesa): y lo aprecio, pero en esta situación solo alteraría a las gemelas, como saben ellas nunca han estado rodeados de muchas personas, ocasionaría nuevas complicaciones espero que me entiendan solo quiero proteger a mi familia

Clarina (Emperatriz): entiendo yo aria lo mismo, mañana mismo partiremos no queremos que las gemelas se alteren

Antonieta (Marquesa): se los agradezco, y perdonen mi falta

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La habitación estaba oscura, era entendible la noche ha llegado, cerca de cada cama hay una lámpara de noche, las gemelas se encuentran profundamente dormidas, sus días habían estado llenos de tantas emociones que tenían que tomar calmantes para poder dormir

Alidea: -entre sueños- soy... una idiota...no pude sanarte -voz interna - Alidea, mi santa despierta, libera tu poder, poder, viene del conocimiento, conocimiento -vuelve a dormir-

Alexander: -entra a la recámara de sus hermanas- lo siento

-se queda mirándolas bastante tiempo y luego se retiró-

Antonieta (Marquesa): -estaba esperando afuera de la habitación- Alex, aún no comes, he ordenado que preparen la comida

Alexander: tía te lo agradezco pero no tengo hambre

Antonieta (Marquesa): si quieres cuidar a tus hermanas tienes que tener la fuerza necesaria para poder hacerlo, crees que podrás, su no tienes las fuerzas necesarias

Alexander: -pensando- comeré por ellas

Antonieta (Marquesa): me alegro, vamos

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Un hermoso día dio comienzo con un sol resplandeciente, dando vida a todo los alrededores de la mansión, los sirvientes han iniciado con sus deberes desde muy temprano, ya que las visitas son personas muy importantes que no se podía tolerar ningún error.

Alidea: -cerca de la ventana- hay visitas

Alissea: -sentada en la cama- visitas???, porque estás despierta tan temprano

Alidea: -aún mirando afuera- no pude dormir -camina a su cama- tuve un sueño

Alissea: -curiosa- que clase de sueño

Alidea: -sentada en la cama- alguien me hablaba, me estaba animando

Alissea: animando???, que quieres decir

Alidea: no lo sé, pero déjalo así, ya decidiste que vas a hacer, no piensas pasarte lamentado, todo tu vida

Alissea: -triste- lo que hice... no se puede reparar, y -determinada- no voy a lastimar a nadie más por eso voy a entrenar y superar mis límites -triste- así nadie va a quedar lastimado por mi culpa

Alidea: yo -mira su mano- voy a esforzarme en practicar mi magia

Alissea: -sorprendida- estás segura, tú eres más de ciencia

Alidea: aquí las cosas se resuelven diferentes y ya comprendo que si no me esfuerzo perderé a las personas que quiero

Alissea: -triste- lo siento por mi culpa hemos perdido a nuestra madre

Alidea: olvídalo, no voy a negar que la extrañaré. Solo queda seguir. Aún es demasiado temprano vamos a la cocina

Alissea: que piensas hacer

Alidea: -baja de la cama, dirigiéndose a la puerta- para subir el ánimo hay que comer algo dulce, no lo crees -sonríe-

Alissea: espérame -baja despacio para después correr tras su hermana-

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Francesco (Cocinero): -cortando las verduras- moveos rápido no falta mucho para que despierten -todos se movían según la orden que les indicaba el cocinero-

Alidea: -llevaba la pijama puesta, agarra la vestimenta del cocinero y la jala- cocinero

Francesco (Cocinero): -sorprendido- joven dama

Alissea: lo siento sé que le molesta cuando entramos a la cocina sin su permiso, pero -tímida-

Francesco (Cocinero): no -se pone a la altura de ellas- ustedes pueden entrar cuando quieran. Que se les ofrece

Alidea: yo quiero pastel -apenada por su petición-

Francesco (Cocinero): no hay problema yo lo ago

Alidea: no tú ya está ocupado -jala a su hermana- nosotras lo haremos

Francesco (Cocinero): no duden en pedir ayuda esta bien

Alidea: -camina a una parte vacía- está bien

Alissea: y que postre quieres hacer

Alidea: la tarta de tres leches -todos la miran dejando de hacer sus cosas. Sonríe triste- a madre le gusto y quiero comerlo de nuevo

Alissea: tienes razón -todos dejan de mirarlas, ellas comenzaron la preparación-

Después de unos minutos la masa estaba lista, pidiendo a Francesco que encendieran el horno, luego comenzaron con los acabados ellas mismas.

Francesco (Cocinero): -admiraba la torta- les ha quedado hermoso, pero porque han echo dos

Alissea: pero que pregunta, hay invitados no

Francesco (Cocinero): si así es, quieren que lo sirvan

Alidea: -sonríe- si

Alissea: madre dice que hay que tratar a los invitados lo mejor posible, dándole una estadía agradable

Francesco (Cocinero): -con una sonrisa triste- si tienen razón su excelencia siempre decía eso

Alessea: vamos se nos hace tarde

Alidea y Alissea: nos vemos

Mientras ellas se encontraban la cocina, ciertas personas preocupadas al no encontrarlas en su habitación, temieron lo peor, la búsqueda ya llevaba una hora sin saber nada de ellas hasta qué.

Alissea y Alidea: -corrían de la mano-

Dimitry y Elías se encontraban buscándolas por diferentes partes de la mansión.

Dimitry (primer príncipe): las has encontrado

Elías (segundo príncipe): no y tú

Dimitry (primer príncipe): nada, donde pueden esconderce unas niñas de siete años

Elías (segundo príncipe): sigamos buscándolas

Los dos ban por el mismo lugar, después de caminar un buen rato chocan con alguien

Alissea y Alidea: -caen al suelo- lo siento

Dimitry (primer príncipe): -en el suelo- que no miran por donde van, ya tengo suficiente con esas gemelas

Elías (segundo príncipe): -en el suelo- hermano mi mano -con una pequeña expresión de dolo-

Alissea: -se para molesta- topo

Dimitry (primer príncipe): -se para de golpe- que dijiste