capítulo 6.

Reencuentro

y esperanza.

Dylan.

No sabía

que iba a pasar tenía tantas dudas.

~No

dramatices.~

Me dijo mi

conciencia porque solo tenía una duda y si la respuesta es si, mi poca dignidad que aún me queda estará por los suelos y eso sería peor de cuando me fue sin

zapatos en un centro comercial y lo peor mis calcetines estaban rotos.

—¿Problemas?

— pregunté viendo como él se metían en el closet y minutos o segundos después salía

vistiendo un pantalón negro zapatillas y una camisa blanca casi y babeo por lo

guapo que es.

—Si

tengo que volver a mi manada en Italia— dijo y me decepcione mucho, ya que él

se iría a otro país.

~Tonta

apenas lo conozco de un día y no soy nada del más que un simple revolcón no

tienes por qué ponerte así~

Me dije a

mi misma tragándome todo lo que sentía y es que al estar con él me siento en

paz y pensar que se alejara se me hace un nudo en la garganta.

—No te

preocupes volveré lo más rápido que pueda— me dijo el mientras limpiaba mis

mejías por las lágrimas que salían —También puedes venir conmigo— me

propuso.

Y contuve

el “SI” al recordar que no tengo mis papeles y no sé dónde está la nueva casa. Solté

un suspiro y negué con la cabeza.

—No puedo, ya que tendría que reflexionarlo.— le recordé y él asintió.

—Te

llevaré a casa— me dijo y lo vi por unos cuentos minutos.

—¿Sabes dónde

está? — pregunte.

Él negó con

la cabeza

—Iremos al

instituto seguro que ahí está la dirección de tu casa— y yo frunció el ceño.

—¿Está

permitido ver la información de los estudiantes? — le pregunté y me comenzó a

vestir con mi ropa.

—No, pero

estoy muy seguro que a mí me la darán— dijo

—¿Y por qué

tan seguro? —

—Se podría

decir que anteriormente era profesor y que al ser una Alfa importante tengo ciertos

privilegios— dijo saliendo de la habitación con un saco en la mano.

Pensé en lo

que me dijo y si anteriormente fue profesor ¿Qué edad tendrá? Lo vi de espalda

y mi vista se concentró en sus nalgas lo redondas que estaban y grandes suspiré

si está algo mayor, pero lo hace muy bien.

—¿Qué edad tienes?

— le pregunté después de comérmelos con la mirada como si de un pollo frito se tratará,

aunque si fuera eso la nalga le mordería primero.

Solté una

risita en sí mente y negué a la vez.

—Treinta—

soltó él y no puede evitar atragantarme con mi misma saliva hice cuentas lo vi

a los ojos y él me veía atentamente.

—Dieciocho— susurré y sé que él me escucho.

Pero no

dijo nada y yo tampoco sabía la diferencia de edades y que en la sociedad

estaría mal visto, pero dentro de mí sé que a él no le importa y a mí menos.

Salimos de

la habitación y me di cuenta de que era una suite de un hotel prestigioso uff si

aquí todo son unos estirados e hipócritas.

—Wao se ve

muy lujoso ese hotel— solté después de salir y ve la fachada de este.

—Lo es—

dijo él —es uno de los más importantes en este lugar— dijo mientras

esperábamos que le trajeran su auto.

Al escuchar

ruido de motor vi su auto y aunque no sé nada de autos sé que este no es nada barato

seguro cuesta un par de millones.

El cómo

todo un caballero me invito a subir abriéndome la puerta y dándome su mano. No

puede evitar suspirar.

~Abre así

mis piernas daddy~

 No pude evitar pensar y al final como si él me escuchara

una sonrisa apareció en su rostro y se acercó a mí.

—No me

tientes pequeña porque puede ser que te arranque la ropa y te haga mía en este mismo

sitio — se escuchó tan sexi decirlo.

Que

¡diablos! Casi le suelto un: ~yes daddy~

Pero no, sino que un furioso sonrojo se me esparció por mis mejía este viaje sería muy

interesante.

:]

Una hora

después hemos llegado al instituto y al llegar no puedo evitar sorprenderme por

lo enorme que es y, ya que era un día jueves por la mañana en el recinto había clases,

pero yo esperaba ver a estudiantes comunes, aunque la sorpresa fue tanta que

estos parecían modelos, en cambio, yo parecía un sapo recién salido del agua.

Pero lo más

extraño fue que al llegar todo y absolutamente todos se voltearon a ver el coche

lo que me puso aún más nerviosa. Es como si fuera mi primer día y mi papá me

estuviera dejado.

Aunque a él

le puedo decir daddy y no se enojaría.

—¿Por qué

todos ven a si a acá? — le pregunte a Ares al momento de que él se desabrocha

en cinturón y yo hago lo mismo.

—Porque

todos esos alumnos son seres sobrenaturales y sienten la presencia de un alfa— respondía

tranquilamente, pero yo me escandalizo.

—¡¿Cómo que

seres sobrenaturales?! ¡¿Qué rayos hago yo en este lugar?! — trato de susurrar,

aunque me salió al revés.

—Es una

buena pregunta y más aún porque este es un sitio solo para estos seres— dijo y

yo lo vi peor —No te preocupes nadie te hará nada— me trata de tranquilizar,

aunque no lo había logrado.

Por qué sabía

muy bien que había seres que no toleraban a humanos y que yo estuviera rodeada

de estos me ponía en bandeja de plata harían de mi pollo a la parrilla.

Hablando de

pollo ya me dio hambre.

¿Habrá

algún problema que me cuele a la cafetería y me sienta a comer ahí?

Me pregunto

y luego niego con la cabeza porque quizás a la única que coman será a mí y los

pobres se podrían intoxicar.

Suelto una

risita por mi pensamiento estúpido y me preparo para salir junto a Ares para

que este no tenga que dar la vuelta, aunque me encanta lo caballeroso que es,

es como de otra época.

:}

Nunca pensé

que caminar por un instituto fuera tan incómodo porque si luego de que ambos

emprendiéramos camino hacia el interior de este los estudiantes se nos

quedaban viendo y algunos nos habría paso, pero eso no fue lo peor, sino que

unas chicas me veían como si me quisieran matar y otras con asco, pero lo que

si me molestaba era que vieran a mi acompañante con ojos de dese...

Incluso

hasta recordarlo me hace enojarme por qué tanta era la intensidad de sus ojos

que tuve que acercarme más a Ares marcando mi territorio tipo.

Aléjense

buitres que este filete aún está vivo y es mío.

Y al

parecer Ares se dio cuenta por qué vio mis intenciones de tomarle la mano y

cuando creí que me alejaría él me estrelló contra sus brazos y luego me tomo de

la mano para continuar con nuestro camino hacia la dirección.

No puede

evitar ver hacia el grupo de chicas y sacarle la lengua.

Si lo sé

muy infantil, pero él es mío.

—No

busques pleitos pequeños— me dijo Ares al estar ya solos en el pasillo porque los estudiantes habían ido hacia sus clases.

—Yo soy una

niña del bien jamás peleo con nadie— le dije y le di una mirada inocente.

Él solo

negó con la cabeza y siguió caminando seguro y no me creé porque yo tampoco me

creería.

Y luego

caminamos en silencio agradable a pesar de que él se portara cariñoso conmigo y

que yo celara a una persona que acabo de conocer sigo con la misma duda y sé

que si no se la digo terminaré loca.

Solo

caminamos por unos minutos y luego llegamos a la dirección. Al entrar nos

recibe una mujer de más o menos 50 años que al escucharnos entrar nos sonrió de

forma amigable ella me daba una buena briba. Yo le dé volví la sonrisa y considero

que fui la única, ya que Ares tenía su rostro serie, aunque así lo ha tenido

siempre solo cuando me veo o habla lo cambia.

—¿Está

el director? — le pregunto de manera seria.

—Si alfa,

pero en estos momentos está en una llamada— le respondió, pero al momento un

señor salió de la puerta enfrente de nosotros y al ver a Ares lo invito a pasar

a su oficina yo le iba a esperar, pero el tomo mi mano y nos llevó a ambos

dentro de esta.

Al ya estar

dentro el director me sentó en su silla y nos veía con curiosidad y a mí hasta

el punto de sentirme juzgada lo que hice que apartara la mirada y tomara más

fuerte la mano de Ares.

—¿Qué te

trae por aquí? — le pregunto a Ares.

—Necesito

un favor— le respondió y el señor arqueo una ceja y le indico que

continuara —Quiero ver los documentos de una de las estudiantes— dijo

sin dudarlo.

El señor

frente a nosotros suspiro y coloco sus manos frente al escritorio.

—Eso no está

permitido para personas no autorizadas— le respondió y por un momento creí que

nos iríamos sin conocer la dirección de la casa de mi padre. —pero se puede

hacer una excepción— dijo y él se levantó tomo una de las llaves en su bolsillo

y dirigiéndose a una puerta detrás de él.

Entro en

ella y no paso ni un minuto cuando salió de nuevo con una carpeta en las manos

y ni nombre resaltaba en este mi ceño se frunció, ya que él no le había dicho

nada y este ya tenía todo en manos.

—Supongo

que es el de ella porque es la única estudiante nueva que es humana y está

contigo— dejo entregándoselo.

Supongo que

él también es un ser sobrenatural y por ese motivo fue fácil saber de la única

humana recién ingresada era yo.

Ares tomo

los y se puso a leer yo quería hacer lo mismo, pero el mendigo es alto y con mi

estatura de umpa lumpa se me es difícil, mientras él leía su ceño se frunció, pero

no dijo nada luego de unos segundos dejo de leer y se giró hacia el señor le

entrego los papales tomo mi mano y nos sacó de la dirección lo vi confundido,

pero no quise hacer ningún comentario por primera vez me quedé callada.

Íbamos a la

mitad del camino cuando desvié mi mirada hacia él y está por hablar cuando otro

cuerpo impacto contra mí llevándome directo hacia el suelo.

—¡Au! — exclamé cuando mis nalgas tocaron el suelo si de por sí tenía trasero de tabla

hoy ya se fusionó con el suelo.

Al levantar

la vista para decirle hasta de lo que va a morir mi sorpresa es grane.

Frente a mí

esta.

—Tú— susurré sorprendida al verlo después de meses.

—Rayos

pitufina aún eres despistada— dijo mientras me ayudaba a levantarme.

No fui

capaz de reaccionar cuando él me tenía entre sus brazos con enorme abrazo que

removió en mi sentimiento y de una esperanza de que todo va a mejorar.

Sin duda

este reencuentro traerá cambios para mi vida.

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