CAPÍTULO QUINCE, ARTIMAÑA.

TÍTULO: ARTIMAÑA

Williams.

En lugar de ir a mi habitación fui hasta la de Luz. No tuve el valor de llamar, mi cabeza no estaba en condiciones de pensar.

Me mantuve parado allí hasta que decidí esperar a que amaneciera, no quería continuar cometiendo errores.

En la mañana temprano Luz salió y se encontró conmigo parado en la puerta, ella preguntó si sucedía alguna cosa y respondí que necesitaba hablar con ella.

-- Han pasado demasiadas, cometí errores, me he equivocado, también te juzgué sin escucharte primero, pero todo ello acaba aquí.

-- Tuve toda la noche para pensar y he tomado una decisión.

-- Voy a darte un espacio, no voy a correr detrás de ti, no voy a volver a reaccionar cómo si fuera una bestia.

-- Solo te pido que me permitas ver y tratar a Addison.

-- No quiero más peleas contigo, ni tampoco asustar a nuestra hija.-- Baje la mirada al suelo.

Me sentí avergonzado al recordar el rostro de Addi, el día ayer la asusté, la quise forzar a quedarse conmigo, ahora comprendo que de esa forma solo la alejó de mí.

Pero a partir de ahora seré paciente, no voy a seguir con mi comportamiento errado.

Luz.-- Me parece bien, no voy a negarte que la veas, ella también es tu hija.

-- En verdad me alegra que estés razonando.-- Ella hizo una sonrisa de costado.

Williams.-- Ahora sí, ya te he dicho todo lo que tenía para decir, no te quitó más tiempo. -- Me paré derecho y emprendí mi camino.

Luz.-- ¿Entonces cenarás con nosotras?. Detuve mi caminar al oírla.

Williams.-- En unas horas regreso a Miami.-- Ni siquiera fui capaz de voltear a verla, si lo hacía, si la miraba y decía que me quedaría, era muy probable que no quisiera marcharme y no es ello lo dije que haría, debo darle espacio y ganar su amor nuevamente.

Miami, Estados Unidos.

Giuliana.

-- Padre, debes intervenir, has algo, no quiero divorciarme de Williams.-- Por supuesto que no estoy dispuesta a hacerlo, soy capaz de todo por permanecer a su lado.

He soportado sus infidelidades y desplantes por casi 6 años, no voy a rendirme ahora, y menos para que Williams corra a los brazos de otra mujer.

Alfonso.— Mi querida hija.

-- ¿Por qué no lo piensas mejor?

-- Talvez el matrimonio de ustedes dos fue un error desde el principio.

-- Yo deseo que seas feliz, no que vivas en un matrimonio sin amor y amargada por el resto de tu vida.-- No, si yo no soy feliz Williams tampoco lo será.-- Me negué rotundamente y me eché a llorar desconsolada.

Sé muy bien que mi padre me ama, él no soporta verme llorar y hará todo lo que esté en sus manos para darme gusto.

En fin, con algunas lágrimas voy a conseguir mi prometido.

Alfonso. -- No llores querida, ya pensaré que puedo hacer, pero no quiero verte así, mi corazón se rompe con cada lágrima que derramas.-- Mi padre secó mi rostro con su pañuelo y luego se fue a su despacho.

Luz.

Después de haber hablado con Williams me quedé viendo su espalda mientras se alejaba, un gusto amargo invadió mi boca, por un segundo quise gritarle, quise pedir que sé quedará, pero los malos recuerdos también llegaron.

-- No, no puedo volver a convertirme en aquella estúpida chiquilla.-- Me repetí varias veces la misma frase, arranque esos estúpidos sentimientos y cubrí mi corazón con una armadura de acero.

Williams no va a cambiar, él no puede cambiar, no lo hará, ahora solo debo pensar en Addison.

Miami, estados unidos.

Alfonso.

Me hubiera gustado que Giuliana se divorciara de Williams, pero mi querida hija lo ama demasiado para aceptar tal cosa.

Di miles de vueltas, quemé cada neurona de mi cabeza para encontrar una solución, me tardé varias horas, pero ya tengo una idea que puede funcionar.

Por la noche en la mansión Smith.

-- Señor, ya hemos llegado.-- El chófer me habla y segundos después sale del automóvil y habré la puerta de este.

Me bajó y voy directo al portón, habló con el guardia de seguridad y él me permite el paso.

Al llegar a la puerta de dicha casa me recibe una de las empleadas más antiguas, le mencionó que necesito hablar con su patrón y ella se niega a dejarme pasar, se excusa con la ausencia de Ana, pero después de advertirle que tendrá problemas, ella accede y me permite la entrada.

-- Buenas noches.

-- ¿Cómo estás querido amigo? -- Salude a Juan, quien estaba sentado en el sofá leyendo una revista de economía.

Juan.-- Alfonso, que alegría verte.

-- Hace muchos años que no nos vemos, pero ven, conversemos.

-- Me llegó la noticia de que acabas de ser padre.

-- ¿Fue niño o niña?

Alfonso.-- Fue una niña?.-- Le digo, por un lado, siento pena por él, pero mi hija es más importante que cualquier cosa en este mundo.

-- Sabes amigo, he venido por el negocio que debemos cerrar, ya debo irme y necesito que firmes los papeles.-- Abro el maletín y saco los documentos cuidadosamente redactados.

Juan.-- Lo había olvidado, pero ya mismo los firmaré.-- Le pasé el bolígrafo y lo vi firmar, ahora si Williams, ya no podrás escapar de mí.

Te tengo en mis manos y deberás hacer lo que mi hija y yo te digamos.

Alfonso.-- Fue un placer hacer negocios contigo, el dinero será transferido a tu cuenta en un hora.-- Lo saludé, tomé los documentos y salí rápidamente, por suerte Ana no estaba y todo fue más fácil de lo que pensé.

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Artimaña: Maniobra engañosa o fraudulenta para conseguir algo.

Táctica o técnica para engañar o timar a alguien.

Esa es la carta que sé juega Alfonso, la vil Artimaña, y con ella ganará el tiempo que necesita Giuliana.

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