CAPÍTULO CATORCE, VETE AL INFIERNO.

TÍTULO: VETE AL INFIERNO.

LUZ.

En cuánto terminamos de cenar subimos a la habitación, fui directo al armario y quité toda mi ropa.

Williams.-- ¿Qué haces?

Luz.-- Pedí otra habitación para Addi y para mí, no pienso seguir en la misma habitación contigo, estoy harta de tu persecución, estoy harta de tus berrinches, ya no te soporto más.-- Dije cansada, y es verdad, todo esto es un cuento de nunca acabar, y también es agotador.

Williams.-- Ye advertí qué quiero pasar tiempo con mi hija, tengo todo el derecho, soy su maldito padre.

Luz.-- Williams, solo cuidaste de ella un día, y prácticamente te volviste loco.

Williams.-- Addison no colabora conmigo, es caprichosa y desobediente.

-- ¿Qué querías que hiciera?

Luz.-- Addison jamás se comportó de esa forma, lo hace desde qué apareciste.

-- Llegas a nuestras vidas después de años y quieres qué todo sea cómo sí no hubiera sucedido nada.

-- Pero déjame decirte qué nada es cómo tú lo piensas o quieres.

-- En este mismo momento eres un hombre casado, y aun así sigues con tus escenas de celos.

Williams.-- ¿Qué se supone qué haga?.

-- Estuve todo el maldito día cuidando de Addison, y tú cenando con un tipo qué apenas acaba de conocer.

Luz.-- Vete al infierno.-- Grité furiosa y abrí la puerta para salir lo más rápido posible, pero al estar frente a la salida, vi el rostro de mi pequeña. Ella estaba parada allí, con lágrimas en sus pequeños ojos, pronto sentí cómo mi corazón se partía en dos.

¿Qué mierda estoy haciendo?.

¿Por qué estoy permitiendo esto?

Williams.-- Ven con papá, tú debes quedarte conmigo.-- Dijo esté y se acercó a ella intentando levantarla en brazos, pero Addi se abrazó a mis piernas.

Luz.-- Ya basta Williams, solo estamos dañando a nuestra hija

-- ¿No lo ves?.-- Él se alejó y salí de allí con Addi.

Fui a la nueva habitación sin llevar nada, solo quería salir corriendo, no quería volver a pasar por lo mismo una y otra vez.

Nuestras vidas estaban bien, pero ahora es un completo desastre.

Mentiría si dijera qué no amo a Williams, pero las palabras lastiman más qué mil golpes, y se quedan grabadas cómo sí fuesen un tatuaje qué tienes qué llevar contigo hasta la muerte.

Addison.-- Mami.

-- ¿Lloras por mi culpa?

Luz.-- Claro que no cariño.

-- Tú eres lo mejor que tengo en la vida, pero no me gusta cómo te estás comportando, Williams es tu padre y tienes qué portarte bien con él.

Addison.-- Pero él no me gusta, te grita y dice muchas cosas malas.

Luz.-- Tú eres una buena niña, y no importa lo qué suceda entre papá y mamá, tú siempre debes portarte bien.-- Terminé de hablar y la abracé para que no viera mis lágrimas.

Cuándo logré calmarme, le di un baño y nos fuimos a la cama, pero por más qué intenté dormir no pude lograrlo.

Me levanté cautelosamente y llamé a la niñera, la cual me contestó la llamada algo adormilada y confundida.

NIÑERA-- ¿Sucedió alguna cosa?

Luz.-- Todo está bien, pero necesito que vengas a la habitación 105, debo salir un momento y no puedo dejar a Addi sola.

NIÑERA.-- Claro, me visto y en un momento estoy allí.-- Corté la llamada y mientras me vestía, Valeria llegó.

Ella se recostó junto a Addi y yo salí hacia la habitación de Williams. No puedo seguir evitando el hecho de qué él es el padre de mi hija.

Sería mejor afrontar las cosas de una vez por todas.

Al llegar a la puerta me acerqué y coloqué las llaves, pero antes de que pudiera abrir la puerta escuché unos gemidos, era la voz una mujer.

Me quedé dura, mi cuerpo no respondía, era cómo sí estuviera atada de pies y manos.

Los bulliciosos gemidos se oían cada vez más fuerte, pero a pesar de qué mi corazón estaba rompiéndose nuevamente no lloré, las lágrimas ya no salían, fue cómo sí mis ojos sé hubiesen secado.

WILLIAMS.

Luego de que luz y mi hija y sé fueran de la habitación, salí a beber unos tragos.

Las palabras que ella me dijo quedaron rondando en mi cabeza, nunca quise hacerles daño, pero ahora caigo y comprendo que estoy haciendo todo mal.

¿Pero qué puedo hacer?

YADIEL.-- Hermano... --- La voz de mi hermano menor irrumpió mis pensamientos.

Williams.-- ¿Qué haces aquí?.-- Pregunté con el ceño fruncido.

YADIEL.--- Estaba por aquí en uno de mis viajes de negocios, y luego de hablar con nuestra madre supe qué luz estaba aquí con Addi, entonces quise pasar a verlas, pero no tenía idea de que tú también estuvieras aquí.

Williams.-- ¿Y vienés a ver a mi hija con esta mujer?. -- Hable molesto mientras mi vista se posaba en la mujer junto a Yadiel, y su presencia cada vez me molestaba más.

YADIEL.--- Ella es Eva, una amiga.--- Niego viendo a la mujer vestida cómo una zorra.

YADIEL. --- ¿Dónde están luz y Addi?

Williams.--- Es tarde, regresa mañana.

YADIEL.--- ¿Has visto la hora?.

-- Voy a quedarme contigo.

Williams.-- No, no puedes.--- A este no le importó mi respuesta, él revisó mis bolsillos, tomó las llaves de mi habitación y sé marchó con su "amiga".

Luego de beber mí vaso de vodka, pagué la cuenta y subí hacia la habitación, pero para mí sorpresa luz estaba parada en la puerta.

Williams.-- ¿Me buscabas?.-- Está dio un salto del susto y se quedó viéndome, estuve a punto de preguntar qué pasaba, pero no fue necesario. Los jadeos escandalosos sé podían oír a kilómetros.

Williams.-- Es Yadiel, él está aquí con una de sus amigas.--- Dije de inmediato.

Luz.-- Yo... Yo solo vine a dejar las llaves.--- Está las dejó en mis manos y salió corriendo.

Me quedé sin saber qué hacer, no sabía sí ir tras ella o entrar y matar al idiota de mi hermano.

LUZ.

Al estar inmóvil en la puerta de la habitación de Williams, recibí un gran susto.

---¿Me buscabas?. --- Al oír la voz de él, di un salto a causa del susto que me pegué.

No sabía si estar feliz o qué, pero al saber qué no era él, el hombre dentro de la habitación, respiré con más calma. Pero a la vez no pude decir nada, dejé torpemente la llave en sus manos y hui.

AL SIGUIENTE DÍA.

No logré dormir en toda la noche, solo di vueltas en la cama, en cuánto amaneció me di una ducha y me preparé para las reuniones, las cuales tenía programadas para el día de hoy.

Me preparé tranquila, desayuné y en cuánto llegó la niñera me dispuse a salir, pero para mi sorpresa Williams estaba parado en la puerta.

Luz.-- ¿Qué sucede?.--- Pregunté sorprendida, solo eran las 7 am y Williams no tenía obligación alguna por cumplir.

Williams.--- Necesito hablar contigo.--- Esté se recostó contra la pared, su aspecto era de cansancio, tenía ojeras y un poco de aliento a alcohol.

Luz.-- Estoy de salida, tengo una reunión en algunos minutos.

-- Pero sí quieres podemos cenar con Addi.--- Esperé una respuesta de su parte, pero esté tardó en responder.

Williams.--- Solo será un minuto, necesito hablar contigo ahora mismo.

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