CAPÍTULO VEINTE, DAR BATALLA.

TÍTULO: DAR BATALLA.

Williams.

Giuliana.-- No tengo problema en darte el 10 por ciento de las acciones, pero no quiero a esa estúpida en la empresa, ni tampoco cerca de ti.-- Esta se mostró reacia a mi pedido, pero voy a seguir intentando.

Williams.-- Seré solo tuyo, pero debes confiar en mí, volveremos a ser la misma pareja de seis años atrás.-- Puse mis manos en su cintura y la atraje hacia mí juntando nuestros cuerpos.

Sé que ella hará lo que estoy pidiendo, puedo sentir su nerviosismo al estar cerca de mí.

Horas después en la Empresa Smith.

Nos adentramos a la sala de juntas y siento las miradas de todos sobre mí, suelto la mano de Giuliana y corro el asiento, ella se acomoda y yo junto a ella.

La mirada de mi hermana y madre es de enojo, ambas quieren matarme en este mismo momento, pero la mirada de Luz es la que me intimida, sus ojos son un túnel negro, no demuestran ningún sentimiento y eso me asusta.

Alonso.-- Comencemos.-- Dice este y prestó atención.

Alonso.-- Propongo a mi hija cómo CEO de esta empresa, mi voto es para ella.-- Habla este y sé que trae una carta debajo de las mangas, ya que trajo con él a varios de los suyos.

-- Cómo accionista y dueño del 5 por ciento de las acciones, doy mi voto a la señorita Giuliana.-- Una de las 3 personas que vinieron con él le dio su voto a esta, luego lo siguieron los dos restantes.

Luz hizo mal en contar su estrategia, ella debió actuar en silencio.

Catherine.-- Mi voto es para Luz.

Ana.-- Mi voto es para Luz.-- Estás dos dieron sus votos al igual que el diseñador y la gerente de ventas, pero ambas quedaron con cuatro votos cada una.

Giuliana.-- Creo que yo he ganado.

-- Williams, amor mío, solo tienes que dar tu voto.-- Las miradas se clavaron en mí por segunda vez.

Alfonso.-- ¿Qué has dicho?.

Giuliana.-- Le he cedido mi diez por ciento de las acciones a mi esposo.-- Ella habló muy confiada, pero yo me vi entre la espada y la pared.

Por un lado, tengo a Luz, la mujer que amo y también madre de mi hija.

Y, por otro lado, a Giuliana, la mujer que debo convencer de mi lealtad.

Williams.-- Mi voto es para mi esposa.-- No sé si voy por el camino correcto, pero no puedo perder la empresa familiar.

Luz.

El medio día llegó y con el la votación para la presidencia, sabía que Alfonso imitaría mi jugada, sabía que ellos serían cuatro para votar, pero no me imaginé que sé agregaría un jugador más a su tablero, mucho menos que esa persona sería Williams.

Alfonso.-- No hay más nada que decir, la nueva CEO de esta empresa es mi bella hija.

-- Acéptalo Luz Domínguez, perdiste, no tienes cerebro ni clase, tu apellido lo dice, eres tan vulgar y común al igual que él.-- Me reí al ver su ignorancia, para mí un simple apellido no lo es todo, estoy orgullosa de mis raíces, no interesa llevar un apellido extravagante o uno reconocido por el mundo entero, a mí lo único que me interesa es no perder lo que el señor Smith me confió.

Luz.-- Su juego no ha acabado.

-- Pueden pasar.-- Dije por lo alto y la puerta se abrió dejando ver a Nick y Yadiel.

Nick.-- Mi voto es para Luz.

Yadiel.-- El mío también es para Luz.

Luz.-- Ahora díganme usted quién ganó.

-- Yo recibí 6 votos y su hija solo 5.-- No voy a ser hipócrita, disfruté al ver las caras de mis rivales.

No soy tonta, delante de él solo di a conocer a cuatro de mis aliados, pero me guardé dos comodines debajo de la mesa, yo también sé jugar, pienso dar batalla, no bajaré la cabeza y me haré respetar por la fuerza si es necesario.

Lo que en verdad no me esperaba era que Williams fuera un traidor y estuviera en contra de su propia familia, de igual manera me mantendré fuerte y firme, la suerte está echada, solo falta ver quién moverá los hilos más rápido para salir vencedor.

Alfonso.-- Esto no es válido, ellos no son accionistas reales.-- Objetó esté y me puse de pie.

Luz.-- Aprenda a perder señor, Nick y Yadiel también tienen el 5 por ciento de las acciones .

--Pero tranquilo, si gusta puede pasar a revisar el manejo que le doy a la empresa.

--Por cierto, quiero contarle otra cosa, su sabotaje no sirvió de nada, he hablado con los clientes que intentó ahuyentar, ellos seguirán comprando las prendas de aquí.

--No siga con sus estupideces, solo pierde su tiempo, no podrá arruinar todo mi trabajo.

--¿Sabe por qué?

-- Por qué soy una maldita perra y no me da miedo defenderme.-- No esperé a que ase hombre respondiera sandeces, me di la vuelta y salí fuera de la sala.

Giuliana.-- Crees que eres muy inteligente no es así.-- Esta salió rápidamente detrás de mi.

Giuliana.--Déjame decirte que estás equivocada.

-- Mientras tú estás asegurándote de quedarte con esta estúpida empresa, yo me acerco más Williams.

-- Mi intención solo es recuperar a mi esposo, y bueno, también alejarlo de tu bastarda, ella no sabrá lo que es tener un padre.-- Apreté los puños con fuerza, estuve a punto de lanzarme sobre ella y darle una golpiza, pero no le daré ese gusto.

Luz.-- Mira cariño, mi pequeña niña no necesita de Williams, nunca lo hizo.

-- Pero no me provoques, por qué si lo haces, te juro que te lo quitaré, pero si te comportas como una buena chica solo le haré el amor todas noches y luego te lo devolveré.

-- Piénsalo, de esa forma podrás seguir disfrutando de las sobras que te dejé.

-- Porque por más que logres colocarlo en la repisa de tu habitación, Williams siempre será mío, él me pertenece solo a mí, no solo en cuerpo, también en alma.-- Le susurré suavemente en el oído, ella piensa que puede humillar a mi hija y salir bien librada, pero no es así.

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