CAPÍTULO DIEZ, CONOCER A ADDISON.

TÍTULO: CONOCER A ADDISON.

LUZ.

Me encontraba en mi oficina firmando y revisando documentos, ya que debo dejar todo en orden para viajar a Francia.

Prácticamente tenía todo listo, y pronto me iría a casa a pasar tiempo con mi Addi y preparar las maletas para el viaje, pero llegó Marcela (la recepcionista) y dijo qué Williams estaba en la recepción y quería hablar conmigo.

Puse los ojos en blanco al oírla, Williams se está poniendo difícil y también la estadía en el trabajo.

¿Cómo voy a trabajar tranquila con el en el mismo lugar?

Luz.-- Dile que estoy ocupada, no puedo atenderlo en ente momento.

MARCELA.-- Es muy grave la situación allí abajo, tendría qué bajar, el señor Williams ya está enterado de la existencia de Addi.-- Por segundos quedé en shock, pensé que este momento nunca llegaría, pero me equivoqué.

Salí de la oficina y bajé con Marcela a la recepción, en cuánto las puertas del ascensor se abrieron me encontré con un Williams furioso y confundido, el señor Smith desvariando y todo tipos de expresiones qué me asustaron.

Al final toda la verdad llegó a Williams y ahora amaneza con quitarme a mí hija, pero sí piensa qué le será fácil está muy equivocado, además está el señor Smith, quien está muy enfermo y cada vez pierde más la razón.

Luz.-- Señora Ana, llevémoslo al hospital, el señor Smith necesita atención médica.

Williams.-- No intentes escapar, quiero conocer a mi hija.

SMITH PADRE.-- Yo también quiero conocer a mi nieta, llévame con ella.

Asentí mirando al señor Smith, la señora Ana me daba miradas de disculpas, ella estaba muy apenada, pero no la puedo culpar, él sol no sé puede tapar con un sólo dedo, la verdad tarde o temprano sé sabría sin qué yo pudiera hacer algo para evitarlo.

Luz.-- Está bien señor Smith, lo llevaré con Addi.-- Luego de mis palabras salí de la empresa y me paré en la acera esperando a la señora Ana, quien salió tomando la mano de su esposo cómo sí fuera un niño pequeño y William detrás de ellos.

Éstos tres se subieron al auto móvil, William me observaba con enojo y yo seguía parada inmóvil en el mismo lugar.

¿Cómo voy a explicarle esto a mi hija?

Ella cree qué su padre está muerto, fue eso lo qué dije cuándo ella comenzó a preguntar por el.

Williams.-- ¿Qué esperas ?.

--Vamos.-- Di un largo suspiro y subí a mi auto.

Tiempo después estaba frente a mí departamento, quería huir, no quería entrar pero llegó el momento de enfrentar las cosas.

Bajamos y nos adentramos al edificio, fuimos al ascensor y nos subimos.

Mis manos temblaban sin contención, hubiera querido que este momento nunca llegará.

Williams.-- Este lugar no es digno de una Smith.

-- ¿Por qué tienes a mí hija viviendo aquí ?

Luz.-- Cierra la puta boca, Addison no es una Smith, ella es Domínguez, y deja de quejarte y agradece que no te mandó a la mierda.-- Lo insulté mientras abría la puerta de mi casa, y este se mantuvo callado.

SMITH PADRE.-- ¿Mí Addi dónde estás?.

--Aquí vino tú abuelo a verte.-- Las palabras del señor Smith sonaron en mí casa y Addi salió corriendo de la cocina y sé abalanzó sobre su abuelo.

SMITH PADRE.-- Te extrañé muchísimo mí princesita.

Addi.-- Yo también abuelito.-- Mientras mí hija hablaba con su abuelo nadie más dijo nada, Williams solo observaba la escena y Addi con los ojos brillando, nunca antes había visto en el esa mirada, mirada con incertidumbre pero también con amor.

Williams.-- Hola pequeña.

Addi.-- Hola, ¿quién eres? no te conozco.

Williams.-- Soy...-- El estaba a punto de hablar cuándo todos vimos salir a Nick de mi habitación recién duchado, con el cabello mojado, una sudadera y unos pantalones deportivos cómodos y descalzo.

Williams.-- ¿Qué haces tú aquí ?

Addi.---El va hacer mí papá.-- Mí hija hablaba feliz, con su pequeña sonrisa y sus ojos algo enrojecidos.

Luego sé soltó de su abuelo y fue con Nick, extendiendo sus brazos para que el levantará.

Williams.-- No te atrevas a tocar a mi hija.

-- El padre de ella soy solo yo, el que te acuestes con está zorra no te da el derecho de hacerle creer a mí hija que tú eres el padre.

WILLIAMS.

Después de la discusión en la recepción de la empresa salimos a casa de luz.

Estaba muy nervioso, acababa de enterarme qué era padre, tenía miedo de no hacer las cosas bien.

Le había dicho a luz que me llevaría a la pequeña conmigo, pero sólo fue un arranque de enojo.

Nada me gustaría más que tenerlas a ambas viviendo a mi lado.

Pero todo cambió cuándo estábamos dentro de la casa de luz y apareció el idiota de Nick, el muy imbecil quiere quedarse con mí hija pero no lo voy a permitir.

Luego hablé furioso al escuchar decir a mi hija qué el sería su padre, los insultos salían de mi boca sin pensar, pronto sentí la pequeña, pero pesada mano de luz golpeando mí rostro.

LUZ.

Los insultos de Williams me sacaron de las casillas, estoy harta de sus palabras ofensivas, pero el que me faltará el respeto frente a mí hija fue demasiado.

Me hacerque a él y le di una bofetada con todas mis fuerzas, para luego jalarlo fuera de mi casa.

Williams.--- ¿Qué mierda estás haciendo?

-- ¿Me vas a echar fuera y vas a dejar al imbecil ése dentro de tu casa con mí hija?

--- Sigues siendo la misma sinvergüenza.

Luz.-- Me tienes harta, piensa lo qué quieras pero vete a la mierda y no me jodas más.

Williams.--- Eso es imposible, tenemos una hija qué nos une y no pienso alejarme de ella.

-- Si tengo qué hacer las cosas legales las haré, pero voy a estar con ella.

Luz.-- Haz lo qué quieras, me vale madre tús palabras.

-- Ningún juez me quitará a mi hija para darcela a gigoló desvergonzado cómo tú, que está casado y anda detrás de cualquier falda qué ve.

Williams.--- ¿Estás celosa de mí?-- El muy idiota sonrió mirándome fijamente y no aguante más, largué todo aquello que tenía en lo más profundo de mi corazón.

Luz.-- Una tarde te fuiste así, sin explicarlo.

Tu qué siempre decías qué a mí me amabas tanto.

Una tarde lloré por tú amor, por tu recuerdo.

Y a pesar de qué me hiciste sufrir aún te quiero.

Y lloré y lloré y lloré cuándo te fuiste, y sentí, sentí qué me mentiste.

Rompiste mi corazón en mil pedazos, y clavaste en mi pecho el dolor y dolió tanto.

Rompiste mi corazón sin lamentarlo.

Una tarde lloré por tú amor, estaba herida.

Y tú veneno corría por toda mi piel como castigo, las lágrimas qué derramé fueron un río.

Y aunque no debería haber llorado por ti, lloré, y lloré y te maldigo.

(Quebré en llanto frente a él)

Cada palabra ofensiva de su parte dolía en mí pecho.

¿Cómo puede el amor lastimar tanto?

WILLIAMS.

Después de golpearme, luz me sacó del apartamento, y al estar en los corredores de esté, discutimos.

Estaba molesto, Nick es el novio de mi hermana, el no tendría porqué estar aquí, el verlo tan cómodo y cerca de la qué debería ser mí familia despertó mis sentimientos y mis celos.

¿Y cómo no hacerlo?. Si está demasiado cerca de la mujer qué amo.

Le dije muchas palabras hirientes, pero no esperaba su reacción.

No supe sí tomarlo como una declaración de amor o un reclamo.

Pero me sentí una basura cuándo ella comenzó a llorar después de terminar de hablar.

Me acerqué a ella y la abracé apretandola junto a mí pecho, sus lágrimas empapaban la tela de mi camisa, haciéndome sentir cada vez peor.

Levanté su rostro y nuestras miradas se fijaron, no aguanté más la tentación de tener sus labios rosados tan cerca y sin pensarlo la besé.

Nuestros labios sé fundieron en uno sólo, su cuerpo estaba tan pegado al mío qué podía sentir su calor, y cada fibra del mío se estremeció, pero no duró mucho, ella se alejó bruscamente de mí.

Luz.-- No vuelvas a tocarme.

Williams.--- En verdad siento todo el daño qué te causé, dame una oportunidad, déjame estar cerca de mi hija y de ti.

Luz.-- No es tan fácil como lo dices, me dejaste cuándo más te necesitaba, no me diste la oportunidad de explicar lo qué había sucedido, solo te marchaste y me dejaste atrás.

-- ¿Cómo puedes pedir una oportunidad después de todo?

-- Aun sigues insultándome, me tratas como a una mujer de la calle, ni siquiera respetas la precensia de mi hija, tú no cambiarás nunca, y no quiero llevar una vida así, una vida dónde siempre desconfies de mi.

Williams.-- Prometo cambiar, pero también entiéndeme, Hernán siempre estaba en medio de nosotros, el era tú maldita sombra.

-- Soy hombre, y cómo tal reaccioné.

Luz.-- Si, cómo un maldito idiota, qué ni siquiera fue capaz de dar la puta cara.

-- Fui yo, quien debió aguantar todo sola, ¿crees qué fue fácil para mí criar una hija cómo madre soltera?.

-- Déjame decirte que no lo fue, la sociedad tiene mucha recriminación, tuve que aguantar por Addison dedos apuntándome todo el tiempo, lenguas hablar de mi vida sin saber el por qué estábamos solo nosotras dos.

-- Mí pequeña recibió burlas por no tener a su maldito padre.

-- ¿Sabes cuantas veces tuve que secar sus lágrimas?

-- Fueron muchas, muchas veces, quizás perdonaría el daño qué me causaste a mí, pero él qué le causaste a Addi no, simplemente no puedo.

-- Y no dejaré que la lastimes, sí tengo que alejarla de ti, lo haré, nunca más en tú maldita vida sabrás de nosotras.

Williams.-- No puedes hacerme eso, te estoy pidiendo una oportunidad, sé que puedo remediar todo lo malo, sólo dame una oportunidad.-- Al sentir la desesperación por sus palabras no supe qué decir, sólo hablaba con las palabras qué salían de mi corazón lastimado.

Yo también la pasé mal, yo también lloré, y aunque un hombre no deba llorar lo hice.

Fueron machas veces las que las lágrimas salían de mis ojos sín previo aviso, fueron muchas las veces que marqué su número y colgué luego de escuchar su voz.

Soy un maldito humano, y también cometo errores.

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