CAPÍTULO OCHO, ARRENPETIDO.

TÍTULO: ARREPENTIDO.

WILLIAMS.

En cuánto los corredores de la empresa quedaron en completo silencio y armonía, mi vista sé fijó en luz.

-- Necesito hablar contigo.-- Dije muy seguro y con tono firme.

-- No seas idiota Williams.

-- ¿A caso no ves que ella está conmigo?.

-- No seas tan mal educado.--- Ese perro ladró creído.

En respuesta a su imprudencia, fruncí el ceño mirándolo con cara de voy a masticarte crudo, yo también puedo ser un perro si así lo quiero.

Luz -- Basta los dos, tú ve a trabajar, ya perdiste demasiado tiempo.

-- Y tú Williams, no tengo ganas de soportarte, no me fastidies.-- Dijo luz pará luego depositar un beso en la mejilla de aquel idiota y marcharse cómo sí fuera una Ferrari cero kilómetro, arrancando a toda velocidad y dejándome a mitad del camino.

Morí de celos, ¿cómo puede ser tan cruel conmigo?.

Por un momento pensé que me daría la oportunidad de remediar mi error, pero tristemente no fue así, solo me dio la espalda sin siquiera mirarme.

Me encaminé a mi oficina decepcionado, todas las ganas qué tenía de qué las cosas funcionarán pará nosotros dos, sé estaban marchitando cómo una flor sin ser regada, ella me golpeó duro y directo al corazón, casi cómo una puñalada a sangre fría.

Entre a mi lugar de trabajo, me tiré en el sofá y golpeé mi cabeza contra este.

-- Williams, reacciona, reacciona, no te rindas tan fácilmente.-- Me repetí en voz alta.

Me levanté y me senté en mi silla, en mi escritorio yacía una gran pila de trabajo, no me podía dar el lujo de no hacer nada.

El desfile qué organizó Luz salió muy bien, fue un rotundo éxito y eso causó muchas ventas y decenas de pedidos.

Así que comencé a revisar las carpetas de los documentos y una sonrisa se formó en mis labios.

Ella consiguió una venta con una boutique francesa, y en una semana tendría qué viajar a Francia, obviamente yo pienso ir a ese viaje con ella, no voy a perder semejante oportunidad.

"Qué mejor que Francia, el país del amor" pará lograr qué vuelva a enamorarse de mí.

Tomé la carpeta en mis manos y salí hacia su oficina, llego la hora de negociar.

Al estar frente a su puerta toqué despacio, y un segundo después escuché un adelante.

Me adentré y mi mirada no pudo evitar pasarse en todo su cuerpo. Qué no daría por levantarla en mis brazos y hacerle amor sobre ese escritorio, qué tiene tanta historia nuestra.

--¿Qué necesitas?, no tengo tiempo qué perder.--- Sus ojos seguían en los papeles qué tenía en sus manos, su voz fue fría cómo un témpano de hielo y a la vez cortante, pero no pensaba darme por vencido.

-- Revise está carpeta, es la del cliente francés, vi qué hay qué viajar, quiero ir, necesito ponerme al pendiente de todos los asuntos de la empresa.-- Mi voz fue tranquila y dulce, no tenía ganas de una discusión, pero ella me lanzó una mirada sin expresión y oscura cómo sótano cubierto por la misma oscuridad.

Luz -- No Williams, tú no puedes viajar, tienes qué quedarte al mando de la empresa.-- Su ceño sé frunció y volvió a mirar sus malditos papeles.

--¿Qué debo hacer?.

-- Solo dímelo, talvez me equivoqué y me comporté como un cobarde, pero quiero arreglar las cosas, dame una oportunidad, juntos podemos arreglarlo todo, solo necesito una oportunidad y no te vas a repetir-- Le grité frustrado.

Luz --¿Una oportunidad?.

-- ¡Qué gracioso!

-- Yo esperé una oportunidad de tu parte y solo recibí rechazo, insultos y abandonó.

-- ¿Por qué tendría qué darte una oportunidad?.-- Ese odioso tono qué puso me tomó por sorpresa, está no es mi pequeña.

¿En qué momento cambió tanto?

Me acerqué a su lado, cubrí su cuerpo con mis brazos y hablé con calma, calma qué no tenía, pero la estaba creando para ella.

-- Déjame amarte, quiero cuidar de ti, quiero formar una familia contigo, te amo, estoy arrepentido, sé qué te lastimé, pero también sé qué puedo curar esas heridas.-- Fue lo más sincero qué dije en mi vida, pero ella sacudió mis brazos y sé soltó de mí agarré.

LUZ.

Intenté evitar a toda costa hablar con Williams, a pesar del tiempo lo sigo amando, al fin y al cabo es el padre de mi hija, pero siento que no podré ser fuerte, tengo miedo de caer en sus brazos.

Me fui directo a mi oficina y me concentré en el trabajo, no quería pensar en él.

Llame a mi asistente y le pedí que me reservará tres boletos a Francia, por qué tendría qué quedarme dos semanas allí y no quería estar tanto tiempo alejada de Addi, entonces ella y la niñera tendrían viajar conmigo.

Después de que me confirmarán que los boletos estaban reservados, me puse a firmar papeles y a dejar todo en orden, deduje qué Williams quedaría a cargo de la empresa y por ello quería dejar todo claro y en regla.

Me pierdo en el trabajo, pero pronto fui interrumpida por un golpe en la puerta.

-- Adelante. -- Dije sin levantar la vista de los papeles, pero vi entrar a Williams por el rabillo de los ojos.

El muy descarado planteó ir a Francia conmigo, obviamente me negué, no resistiría estar cerca de él. Y tampoco podría, o él terminará dándose cuenta de la existencia de Addi.

Este se disculpó por sus errores e intentó hacerme creer que en verdad siente algo por mí, me pidió que le diera una oportunidad, la cual le negué.

¿Por qué tendría qué darle una oportunidad?

Él me la negó a mí.

Él me tomó por sorpresa mientras yo pensaba, se acercó y me abrazó a su cuerpo, sentí ese perfume tan familiar, el calor de su cuerpo qué tanto extrañé, pero baje a la realidad.

Me sacudí de sus brazos y me solté, el tenerlo tan cerca me hace daño.

-- Vete de aquí, no te daré una oportunidad, ni tampoco formaremos una familia, no seas tan estúpido, no voy a perdonar todo el daño qué me causaste.-- Grite con gran dolor y enojo, mi paciencia sé estaba agotando.

¿Cómo podría perdonar?.

No me siento capaz de hacer tal cosa.

-- Quieras o no, iré contigo, está es mi empresa.-- Contestó molesto y negué con la cabeza.

Lo qué no vi venir, fue que me volvería a abrazar.

Esté me levanto en sus brazos, mis pies quedaron en el aire, él es mucho más alto que yo.

-- Suéltame Williams.-- Dije furiosa, pero él calló mi gritó con un beso.

Luego sentí cómo mi trasero sé apoyo en el escritorio, él se acomodó entre mis piernas, pero inmediatamente lo mordí y lo empujé.

Williams. --¿Por qué te niegas a reconocer lo qué sentimos?.

Tú aún me deseas cómo yo a ti.-- Sus palabras fueron muy dolorosas, pero el sol no se puede tapar con un solo dedo.

Luz.-- ¿Quizás por qué me trataste como basura?.

Cómo una zorra, el daño qué me causaste no sé puede borrar con unas simples disculpas, y también olvidas un pequeño detalle, eres un hombre casado.-- Al terminar de decir esas palabras, él me miró con una sonrisa, sentí muchas ganas de matarlo, no entiendo cuál es el chiste.

¿O casó sé sigue burlando de mí?

Williams. -- Me voy a divorciar, tú misma lo oíste.-- Respondió mirando fijamente a mis ojos.

Mi cuerpo entero sé erizo, ¿cómo puedo ser tan débil? Ante esté hombre qué fue tan cruel conmigo.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***