No vimos a Sofía el resto de la jornada escolar, tampoco estaba cuando llegué a casa, espere hasta que llegó Camil. Organicé la sala y me puse a ver una película con Camil. Ya iban a dar las 4:00 de la tarde cuando la suso dicha llegó.
- Hola tormenta\, hola Logan- Sofia entro corriendo\, subió las escaleras y entro a su habitación\, salió corriendo y entro a la ducha.
Subí y le di unos golpes a la puerta del baño.
- Tienes treinta minutos para estar lista- avise
- Si señor- escuche que contestaba.
Baje para asegurarse de que tenía todo listo. Pasados unos minutos, la oímos salir de la ducha hacia su habitación. Camil me miraba con curiosidad.
- ¿Sabes que de va todo esto?- cuestionó
- La tengo que llevar al hospital\, no sé más que eso.
- Sofía es muy extraña ¿no?
- Un poco
- Ya estoy lista\, ya estoy lista- llegó corriendo a la sala\, su cabello aun goteaba.
- No\, nos demoramos pequeña- me despedí de Camil- en la cocina hay comida por si te da hambre\, todo queda con seguro\, si necesitas algo nos llamas.
- Ya estoy grande\, Logan\, puedo quedarme unas horas sola- contestó.
- Hasta la noche\, tormenta- se despidió Sofía- No destruyas la casa.
Salimos rumbo al hospital, era mi oportunidad para preguntar. Durante la semana traté de sacarle el tema a María, ella aseguró que Sofía no sabía cocinar y terminó cambiando el tema; pero, yo sé lo que vi, todos esos premios son de Sofía.
- Estaba pensando en hacer unas pizzas- comente a la ligera.
- ¿Por qué no solo las pides?
- Quisiera hacerlas con Camil\, es una buena experiencia. Podrías unirte\, crear recuerdos con ella\, ya sabes.
- No es necesario- contestó- No me gusta cocinar.
- Pienso que podemos hacer una pizza sencilla\, para que no sea difícil para Camil- seguí presionando.
- No me interesa.
- Una de queso y jamón estaría bien\, ¿no?
- Logan\, necesito un poco de silencio\, gracias
- O tal vez una con piña\, o podemos hacer cada una diferente\, para tener de donde escoger.
- Hagan lo que quieran- contesto exasperada.
- Pero\, es por Camil - seguí intentando.
- ¡No quiero.! Hazlo tú\, tú eres el falso su hermano- contestó malhumorada\, frene en un semáforo\, baje la ventana y mire por ella.
- ¿Por qué todo es tan difícil contigo?- me queje- Solo quiero que participes\, no quiero que te sientas excluida.
- Lo lamento\, estoy nerviosa y me estas estresando con tanta insistencia.
- Pues ya no te molesto más.
- Tu y tu dramatismo- se quejó.
- Tu y tu mala actitud- le devolví.
- Tu y tu egocentrismo- siguió.
- Tu y tu rebeldía- no me iba a dejar.
- Tu y tu intromisión- sonrió victoriosa.
- Tu y tus secretos- le devolví la sonrisa.
Su pequeña sonrisa de victoria de apago y la cambio por una expresión de odio, después de ello se quedó callada, pronto llegaríamos al hospital.
- Todos tenemos secretos- concluyó.
- Yo no- asegure.
- Por favor- rio- enserio crees que me comí el cuento de “sus padres se mudarían y él no quería abandonar a Camil”, -dijo eso imitado la voz conciliadora de María- no te querías ir por ella, te lo valgo; pero, sé que no es la única razón, Anderson.
Me quedé callado, me dio gusto donde dolía, qué sabía ella de mí, no quería hablar más con ella, siempre es tan hostil, que enserio me aburre, no la entiendo, todo con ella es un misterio, está tan llena de secretos que realmente no conozco nada de ella. Me quedé con Maria porque es lo más cercano que tengo a una buena madre, mi madre se fue, me abandonó e hizo su vida sin mí, tuvo una familia lejos de mi, incluso un hijo y a mi solo me olvido; lastimosamente mi madrastra no pudo llenar ese vacío, quien sí lo ha hecho es Maria, quien me ha demostrado el amor y la devoción por Camil. Pero claro que podía entender ella si no es más que una grosera, siempre a la defensiva, siempre tratando mal a Maria quien solo quiere lo mejor para ellas, y me halaga, que ella me vea como a un hijo me hace feliz no es mi culpa que Sofía sea una mala hija y no la sepa valorar.
- ¿Qué pasa?
- Nada\, ya llegamos\, sal- mi voz sonó áspera\, accione las puertas del carro desactivando los seguros\, sin mirarla.
- ¿Por qué te portas así?\, tú no eres así.
- Así es como tu te comportas con todos\, qué más quieres\, un mejor trato\, se realista Sofía no puedes tratar a todos como si fueran basura y luego pedir un trato de reina. Todo contigo es muy complicado\, nadie te conoce\, todo el tiempo estás cerrada hacia los demás.
Las palabras salieron con rabia desde mi interior y ella lo sintió porque se quedó mirándome directamente a los ojos, su iris verde me miraba con asombro, como si no se esperaba tal reacción de mi parte.
- No es mi intención\, creí que estaba relajada con lo de hoy. Sin embargo a medida que me acerque al hospital me llene de miedo\, y yo solo quería un poco de silencio\, y no dejabas de hablar\, y no\, yo no entendí que pretendías unirme al plan\, creí que…- se quedó callada y se rasco la cabeza- Lo que digo es\, que aprendí a herir a los demás para callarlos. Lo lamento
Salió del auto, pero antes de cerrar se volvió y dijo:
- No se como confiar en las personas\, las personas que por excelencia me debían amar y proteger me han fallado.
Me quedé en el auto, analizando todo. Y no llegue a una conclusión, Sofía está llena de secretos, no confía en nadie, aun así creo que lo intenta. Mi celular vibró en mi bolsillo, era un mensaje de Sofía.
Sofí:
Para la masa de la pizza:
1 kilogramo de harina de fuerza o conocida también como harina 00
1 cucharadita de sal fina
2½ tazas de agua tibia
2 cucharadas soperas de aceite de oliva
30 gramos de levadura fresca
Salsa para pizza
Luego compra los ingredientes que quieras.
Posdata: Me gusta la pizza con piña.
Eso me hizo sonreír, Sofía es muy impredecible. Me quedé mirando el mensaje por un momento hasta que me reprendí, no es lógico que esa chica que hace unos minutos me había hecho enfurecer ahora con un simple mensaje arregle todo, además ni es un mensaje disculpándose o diciéndome algo precisamente a mi, es un simple mensaje. “Debo ser más coherente” me dije a mi mismo mientras salía del estacionamiento.
Aproveche el tiempo de espera y fui a comprar los ingredientes, María me llamó y avisó que pronto saldrán, le compre un helado a Sofía, para estar en son de paz. Cuando salieron, Sofía parecía cansada, ya era de noche. María se subió atrás con ella, le pase el helado, me agradeció en voz baja.
- ¿Para qué son todas estas compras?- preguntó María\, buscando un tema con el cual cortar el silencio del auto.
- Haremos pizza cuando lleguemos a casa- mire a Sofí sonriendo a través del retrovisor.
- " Haremos" me suena a manada- contestó con burla - Yo soy la jefa, así que solo voy a supervisar y degustar.
Ese comentario hizo reír a María.
- Como digas Sofí- contesté riendo\, automáticamente espere su usual regaño; pero\, sólo contestó.
- Como sea.
Se inclinó hacia en frente, puso su cabeza contra la silla del copiloto y dormito el resto del camino.
Llegamos y ayudé a Sofía a llegar a casa, parecía muy cansada tanto física como mentalmente, luego me devolví a sacar las compras del baúl.
Pasamos el restó de la tarde en medio de risas, María, Camil y yo hicimos las pizzas, Sofía tal cual dijo de decido a degustar, hicimos cuatro pizzas pequeñas una con piña que hicimos entre Camil y yo para Sofía, una mexicana para mí, una de pepperoni para María y la de Camil fue de chocolate. Sofía estuvo arropada con una cobija de ositos que la hacían ver muy tierna, al final de la noche cada uno se fue a su respectiva habitación.
Ya me había puesto mi usual pijama a cuadros cuando escuché que llamaban desde el otro lado de la puerta, abrí y encontré a Sofía aún cobijada.
- ¿Te puedo preguntar una cosa? - dijo en tono bajo.
- Ya lo hiciste- bromeé\, ella volteo los ojos\, no le dio gracia\, abrí la puerta para que pudiera entrar - Claro
- ¿Te gusta Lorena?
- No esperaba esa pregunta
- Pues… como chica no\, como amiga podría ser.
- No entiendo
- Verás - dije sentándome en la cama\, ella me imitó - Lo nuestro no nació por nosotros\, fue más bien organizado por nuestros amigos\, pensé que todo iría bien\, claro está que me equivoqué\, no pude con la personalidad de Lorena\, siempre que salimos iban sus amigas y ellas son un fastidio\, pocas veces salí con ella a solas\, esas veces sí me divertí- dije esto mientras ella me miraba fijamente a los ojos\, su mirada intensa me puso nervioso.
- Ella era mi mejor amiga- soltó de la nada. Deseaba que siguiera hablando\, aun así no iba a forzarla.
- Eso parece.
- Cuando me fui - sus ojos miraban hacia la pared sin verla realmente más bien parecía perdida- Ella también se quedo aquí, y creí que estaría bien, que seguiría su vida y yo la mía, incluso creí que yo no volvería por eso no la busque nunca más, para que ella siguiera feliz y yo solo fuera el bello recuerdo de una amistad infantil pero ahora me doy cuenta de cuántas personas deje atrás, en ese momento solo me preocupe por mí -parecía que estuviera espiando pensamientos muy profundos y lo valore, porque me los estaba confiando a mi- solo una vez me puse a mi sobre los demás y siento que si hubiera sido más fuerte las cosas no serían lo que son hoy para aquellas personas.
-Sofía, no puedes culparte por cómo las personas han decidido vivir sus vidas -me acerque a ella, siguió inmóvil con su mirada perdida.
- Gracias por tu honestidad - dijo levantándose de la cama y dirigiéndose a la salida\, cortando ese momento de intimidad que había florecido; antes de salir se volteó de la nada\, yo la iba siguiendo por lo que quedamos cerca\, frente a frente.
- Eh - carraspeo\, se quedó pensando hasta que dijo- Gracias por la pizza\, te quedó muy bien\, eres buen chef.
Dicho eso salió de la habitación sin dejarme decir nada más.
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Updated 35 Episodes
Comments
Betzabeth Calderón
Cuanta profundidad hay en sus palabras, escritora quiero felicitarte sinceramente crei que seria algo monotona y tediosa, pero me has cautivado con cada capitulo.
2024-08-05
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