Estaba de mal humor, después del incidente de Sofía y Lorena todo andaba bien. Aun así andaba molesto, quería buscar a Sofía para bailar un poco, conocerla mejor, puede que así me relajara un poco; lastimosamente antes de ello me tope con el insoportable de Jack. Se que tenemos un acuerdo de paz, una vez tras una competencia todo su equipo y el nuestro terminamos en medio de una guerra de golpes donde no se sabía quién era quién, fue tan grave la pelea que nuestros institutos intervinieron, firmamos un tratado el cual en pocas palabras nos obligaban a tener un buen comportamiento en pro de la sana competencia y aunque todos firmamos, el rencor no se esfumo.
Es cierto que hemos asistido a sus fiestas, por promoción mayormente, por lo cual ellos buscan lo mismo aquí. Pero no soporto la altanería de Jack, venir a buscarnos a Mauricio a mi para sentenciar al futuro de una competencia que aún no inicia, es egocéntrico; y el hecho de que hable de las chicas de nuestro instituto también.
Busco a Sofía entre la multitud y cuando por fin la veo, está bailando, está sonriendo, divirtiéndose y moviéndose al ritmo de la música, pero la micro alegría que me causo encontrarla se esfumó en un instante, ella estaba bailando, bailando con Jack. Lo veo y no lo creo de él, hablaba ella, ella es la “conquista de su noche”, pero ni crea que dejaré que juegue con mi nena. Estaba por interrumpir su baile cuando lo hizo, se acercó a ella e intentó besarla, la reacción de Sofía molesto a Jack, aun así lo disimulo con una sonrisa, no muy seguido lo rechazan. Me quedo esperando un poco más para saber como avanzaba todo, por el anterior desplante Jack no se quedó atrás, él la tomó cintura acercándola demasiado a él y eso, realmente me molesto.
- ¿Qué mierda están haciendo?- pregunté separándolos.
- Se le llama bailar- contestó Sofía.
- ¿Qué te pasa Anderson?\, ¿no puedo disfrutar la fiesta?- dijo mirando a Sofía.
- Si puedes disfrutar\, pero no- hale a Sofía hacia mi- te puedes meter con mis amigos.
- Creo que ella es bastante grande para decidir por sí misma- miró a Sofía- ¿o no?
- El tiene razón- se alejo de mi- no necesito niñero Logan\, no te tomes atribuciones que no te pertenecen.
- No te puedes meter con este tipo- me queje- él no tiene buena fama con las chicas.
- ¿Qué te pasa?\, no seas hipócrita\, tú tampoco la tienes. Se que tienes tu cuento con Lorena\, si yo no intervengo en tus asuntos tú no lo hagas en los míos.
- Me importa una mierda lo que hayas escuchado sobre mi- empuje a Jack por el pecho- nos vamos a casa- tomé a Sofía de la mano.
- No.
- Tienes permitido de estar acá hasta que yo me vaya\, y para tu mala suerte ya no quiero estar más en este lugar.
- Suelta amigo\, ella no quiere ir contigo a… Casa\, dijiste casa\, ¿Quién es?\, tu hermanita- Jack soltó una sonora carcajada que no hizo mas que aumentar mi rabia.
- No te metas- me acerque a el- largo de aquí.
- Oblígame- reto
No fue necesario que lo dijera de nuevo, un solo golpe fue respuesta suficiente, pero claro, no se quedó ahí, inmediatamente me lo devolvió, justo el lado izquierdo de mi labio. Se desató la pelea, sus amigos versus los míos, hasta que sonaron las sirenas de la policía.
Todos empezaron a huir de la casa, busqué a Sofía, que estaba con los James, la tomé del brazo y la guíe hacia la salida, sus amigos iban detrás.
- ¡Espero que ahora sí te quieras ir!- grité\, estaba molesto\, todo esto fue su culpa\, ella solo se dejó arrastrar por mi. Logré llegar al auto en medio de la lluvia que había.
Salimos de la zona cercana a la casa, me sentía mal por abandonar así a Tyler, pero se que se las sabe arreglar, su hermano trabaja en la policía, lo más seguro es que fuera él quien llegará a la casa, espantara a todos y se fuera.
Sofía iba en el asiento de copiloto, su mirada estaba perdida más allá de la ventana, en la oscuridad de la noche. En medio del silencio incómodo su celular sonó.
-Hanna, que bueno que llamas, ¿qué tal están?- su voz sonaba distinta, un tanto temblorosa- Si, tranquila, estamos camino a casa- me miro de reojo- tranquilo, tranquilo, esta bien, me se cuidar - parece que estaba en altavoz y también hablaba con Henry- les escribo cuando llegue a casa… si estaré bien- me volvió a mirar- me se cuidar. No, no es necesario que vengan. Bye
Me pereció solo a mí o Henry pensaba que podría lastimarla. ¿Y si ella también lo cree?No hable solo la observe de reojo, está temblando, su vestido no es suficiente para el frio
-Sofia- aclare la garganta antes de seguir hablando, se veía incómoda y un tanto miedosa- Sofí…
- ¡No me llames así!- grito
- Está bien\, está bien- me quedé mirando la vía- Sofía\, mírame.
- No quiero.
- Sabes que no te voy a lastimar\, ¿verdad?- no contestó\, la vi secar una lágrima en un movimiento rápido casi fugaz por lo que detuve el auto- la tome de las manos para llamar su atención\, estaban frías y pálidas\, como ella.
- No me gusta la violencia- dijo en tono bajo\, su mirada seguía sin ver la mía.
- Pero\, no te haré nada\, en serio- levantó la mirada y vi en sus ojos que no solo estaba asustada por la situación\, me tenía miedo a mí -Estás segura conmigo- le tomé la mano para transmitirle confianza.
- Solo conduce por favor- pidió soltando mi agarre y alejándose lo más posible de mí\, todo lo que el auto le permite\, levantado nuevamente una muralla entre los dos.
Bajo por completo el vidrio de la ventana, se recostó en él, la lluvia había quedado atrás, solo nos acompañaban un par de gotas extraviadas, puede que en otra situación la hubiera reprendido, pero, esta vez simplemente lo deje pasar. Intento dejar pasar ese sentimiento de protección que me inunda cuando estoy con ella, no se si nadie más lo nota en el fondo Sofía tiene una mirada empañada, como si viera el mundo a través de un cristal sucio, cuando está rodeada de muchas personas suele mirar hacia todos los lados, cautelosa siempre y no puedo evitar querer protegerla, que sea la hermana de Camil no me permite darle un lugar junto a todas las mujeres del común, su lugar es especial al igual que el de María y el de Camil, ella, su energía, sus ojos, su cabello igual al de su hermanita quien se ha vuelto de las personas mas importantes para mi en este mundo; todo en ella me evoca familiaridad, no puedo simplemente dejarla de lado. Llegamos en silencio y cada uno se fue a su cuarto, antes de entrar le dije:
- Te aseguro que jamás te haría daño.
- Si claro\, ya he escuchado esas mismas palabras antes.
Entró a su habitación después de ello, yo me fui a la mía, pero no podía dejar de pensar en lo que dijo, realmente hay mucho de ella que desconozco, sus palabras fueron como ácido, llenas de amargura.
Al día siguiente, la señora Alarcón llegó con Camil sobre la 1:00 de la tarde, hasta ese momento Sofía no había salido de la habitación. Sofía bajó, se había arreglado para salir, tenía su ropa de siempre y un casco en la mano.
- Hola tormenta- se dirige exclusivamente a ella- voy a salir con un nuevo amigo- llego tarde\, no me esperen\, el te alimentara y no te preocupes por mi.
- Hermana\, ¿saldrás con los James?
- No peque\, saldré con un joven\, se llama Jack - dijo eso y me miró\, su miraba me retaba a decirle algo\, por respeto a Camil no lo hice.
- ¿Es tu novio? - preguntó con interés.
- Recién lo conozco\, pero nunca se sabe- le guiño el ojo- adiós- se despidió de ella con un beso en la frente.
Pase el resto de la tarde con Camil, veíamos películas y compré unas hamburguesas, pero ahora todo era diferente, el ambiente se sentía incompleto, aunque sabía perfectamente quién faltaba.
Camil se durmió sobre las 9:00 de la noche, así que la subí a su cuarto. Sofía dijo que la casa fue remodelada antes de que se fuera, aun así no logro ser lo suficientemente habitable para que se quedara, en medio de aquellos pensamientos recordé algo, en el garaje hay un baúl cerrado con un candado, María me dijo que pertenecía a su hija mayor por lo cual, termine de acomodar a mi niña y partí al garaje, tal vez ese baúl me dé algunas respuestas.
Después de media hora batallando con la cerradura del candado me rendí, las películas mienten, no se puede abrir con un alambre, opté por dañar el candado. Cuando por fin abrí el baúl eran las 10:20 de la noche, Sofía aún no daba señales de vida. En el baúl había pequeñas prendas de vestir, algunos juguetes viejos, certificados y unos álbumes de fotos, hojee algunas, en ellas se veía a Sofía más pequeña junto con Maira y un hombre, debe ser el padre, lo mire detenidamente, un hombre grande y fornido acompañaba a una María más joven y a una Sofía en brazos o a una María con el vientre lleno de una Camil decidida a comerse el mundo; las fotos variaban cronológicamente, en algunas aparecen más personas como Lita la madre de María, ya en otra ocasión había visto fotos de la familia pero en muy pocas aparece Sofía y en ninguna su padre, en estas fotos Sofía siempre aparece junto a su padre, Sofia heredó sus ojos de su padre, con un tono ámbar, mientras mi pequeña heredo los ojos color verde de su madre. Deje las fotos de lado y me concentré en unas menciones de honor, medallas y trofeos, esto llamó mi atención, algunos diplomas eran sobre culinaria, varias menciones de honor, medallas y trofeos de diferentes posiciones en competencia, bastantes del primer lugar.
Recuerdo bien que María le pidió a Sofía que cocinara y ella claramente dijo que no lo sabía hacer, fue el día que pelearon, pero eso es una gran mentira, Sofía era una niña prodigio en la cocina, algunos trofeos datan de cuando tenía 5 años, empiezo a creer que todo lo que pasa en este hogar tiene algo o mejor dicho alguien en común: el padre.
Dieron las 11:45, ya había dejado todo en su lugar, llevaba mucho tiempo esperando y ya me había molestado cuando escuche el rugido de dos motores. Me asomé por la ventana de la sala y vi a Sofía junto a Jack, este iba montado en otra moto, estaban charlando y riendo, Sofía chocó las manos con él y este se fue. Luego escuché como entraba la moto al garaje, la espere en la parte baja de las escaleras, así no podría huir de lo que tenía que decir.
- Lindas horas las de llegar- dije\, apenas entró a la casa.
- Gracias- contestó con sarcasmo.
- Sofía no me importa si no te respetas; pero\, respeta este hogar -mis palabras lograron captar su atención- estas no son las horas para llegar\, podrías pensar en tu hermana como mínimo
- No sabia que había hora de llegada establecida\, nany.
- Pues la hay\, niñita\, y la establezco yo- puntualice.
- Pues no me importa- me empujo tratando de subir.
- Aún no termino- la empuje de regreso.
- ¿Qué te pasa imbécil?- dijo cuando no le permití subir- déjame pasar\, no te debo ninguna explicación.
- ¡Claro que me la debes!\, por si no te acuerdas ¡Yo! estoy a cargo- Alce la voz\, su actitud realmente me había colmado la paciencia.
- ¡A mi no me grites\, idiota!
- ¡Yo te grito si quiero!\, y mas cuando\, desapareces todo el día con un imbécil como Jack y llegas usando su ropa -dije señalando la chaqueta de cuero negro que tenia encima- así que de ahora en adelante hasta que llegue tu madre me obedeces\, harás lo que yo permita.
- A mi no me das ordenes\, no sé con qué clase de mujeres te sueles revolcar; pero\, conmigo te equivocas\, yo no obedeceré tus órdenes solo porque te crees la gran cosa.
- ¡Estás arruinando este hogar!\, estábamos mejor sin ti- me cayó de un solo golpe.
- ¡Me importa una mierda quién te creas. ¡A mi me respetas!
Nos encontrábamos el uno frente al otro, gritándonos cuando fuimos interrumpidos.
- ¡Ya basta!- gritó Camil\, estaba llorando- ¡se parecen a mamá y papá!
La mirada furiosa de Sofía se esfumó y pasó a ser de horror y tristeza, se volvió hacia Camil, susurrando.
- Perdón- Subió un poco más la voz- ¡Perdóname pequeña! - Empezó a llorar- Enserio bebe\, no... no pienses en eso\, te lo pido- decía en medio de su llanto.
Me quedé petrificado viendo la escena, Sofía quien estaba hecha furia hace unos instantes se había olvidado completamente de mi presencia, solo Camil estaba en su mente, la mirada de dolor de Sofía no la puedo sacar de mi mente, ella hasta el momento ha sido tan fuerte e independiente, que no pensé verla jamás de esta manera, llorando arrodillada al suelo como una niña pequeña. ¿Cómo es que según Camil nos parecíamos a sus padres?, nuevamente estoy lleno de preguntas, en este momento eso no es lo más importante, la situación que tengo enfrente lo es.
Definitivamente esto se me salió de las manos.
No podía entender lo que acababa de escuchar, según se Camil no recuerda mucho del pasado, de todo lo que podía recordar, porque su mente la tortura con recuerdos como ese.
- Camil\, préstame atención - dijo Sofía secándose las lágrimas y secando las de Camil- ¿qué es con exactitud lo que recuerdas? -pregunto seria- Camil habla por favor te lo ruego.
Mi pobre pequeña seguía inmóvil en los brazos de su hermana, llorando junto a ella, compartiendo un dolor al que yo soy ajeno.
-Oye, ¿dónde está mi tormenta? -trato de animarla. Fue en vano- Camil, júrame que olvidaras a ese hombre, olvida las peleas, los malos momentos. Por favor.
Camil no respondía, solo lloraba, me rompió el corazón verla así, seguí en silencio esto era algo en lo que yo no tenía porqué interferir. Tras un largo silencio, Camil recuperó la voz.
- Sofía\, me juras que jamás me volverás a dejar.
- Te lo juro pequeña. Te lo juro - dijo Sofía\, levantándola en sus brazos y abrazándola.
Camil tiene once años, y le da a Sofía más abajo de los hombros; sin embargo, en este momento, no parecía así, Camil se veía como una bebe en los brazos de su hermana mayor, una hermana protectora.
- Podemos hablar un momento arriba
- Si\, me parece bien\, yo también tengo algo que decirte solo a ti- comentó Camil mirándome.
- Se encerraron en la habitación de Sofía\, así que yo me fui a la mía\, sintiéndome como el gran imbécil que soy.
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Comments
Betzabeth Calderón
El padre las lastimo de una manera que dejo grandes heridas fisicas en Sofia y psicologicas en Camil pobres
2024-08-05
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