IX - PERDIENDO ANONIMATO

Marcus llegó corriendo hacia mí, estábamos en el estacionamiento, estaba agitado y le sudaba la frente.

- ¡Bro!\, tienes que acompañarme. Lorena está como loca golpeando a una chica y no hay quien la detenga.

- ¿Dónde están?- pregunté. Si hay alguien a quien escuchará será a mi.

- En el parque a dos cuadras.

Nos subimos al auto y nos dirigimos hacia el parque, lo antes posible.

Cuando llegamos habían varias personas del instituto avivando la pelea, vi a Sofía llegar corriendo arrastrada por Hanna, Henry las seguía, me dirigí a ella.

- Sofia\, sal de aquí\, no es buen lugar- pedí\, si Lorena estaba tan alterada podría ser peligroso para ella.

- No\, Logan\, hay que frenar esto- se veía enojada.

- Eso haré- aseguró.

Me abrí paso entre las personas, sentí a Sofía avanzar tras de mí. Tome a Lorena de un brazo,  la aleje de la pobre chica que estaba en el suelo y le grite:

- ¡¿Qué te pasa\, por qué haces esto?!- Sofía se agachó junto a la chica a quién Lorena había golpeado. Los demás hicieron silencio.

- Esta estúpida me dejo botada en la entrega de un trabajo y …

- ¿Por eso es todo esto? - preguntó Sofía encarando a Lorena- ¡Por un estúpido trabajo la estás golpeando!- acusó

- ¿Y tú quién eres\, a ti qué te importa? - rio\, sin mirar a Sofía -  No me digas\, acaso  eres\, la defensora de los nerds- todos abuchearon\, esto se me está saliendo de las manos. Sofía no debería estar aquí.

- Oh\, Bella Pau - Lorena\, la miro enseguida- Yo soy Sofía Sáenz Valencia - dijo con orgullo - Y si\, soy la defensora de los nerds. Y te consta.

Lorena se quedó tiesa, miraba a Sofía como si estuviera viendo a un fantasma. Sofía se acercó hasta quedar frente a frente con Lorena, yo estaba a un lado, un par de milímetros las separaban y dijo en voz baja.

- ¿Qué te pasa mejor amiga\, es este un saludo digno para recibir a un amigo después de no verlo durante años?

- Sofí - susurro Lorena\, tras la mirada de la castaña corrigió- Sofía\, no sabía que tú eras la chica nueva.

- Pues ahora lo sabes - se alejó de ella\, y se dirigió a los demás que nos rodeaban- ¡Y si esta manada de idiotas te dejan abusar así de una persona\, lamento informarte que yo no soy como ellos y no voy a permitir esto! -declaró.

- No importa quien seas - dijo Lorena recuperándose- Pero no te metas conmigo y no tendremos problemas.

- Claro - volvió a bajar la voz- Tú mejor que nadie sabe que yo no busco problemas\, ellos llegan a mi\, no te vuelvas a meter con ella o te dejaré peor de lo que estabas cuando alguna vez te defendí a ti- Sofía se alejó\, pero antes de irse se volteó y le dijo-  Te queda horrible ese bronceado.

Luego de ello, todo pasó, Lorena se retiró con sus amigas, Sofía se dedicó a ayudar a la chica, entre Hanna y ella la llevaron al auto de los James mientras Henry le recogía sus pertenencias.

Lo que ocurrió esta tarde ha sido muy extraño, Lorena, se paralizó cuando oyó el nombre de Sofía, es obvio que se conocían pero, porque esa reacción. Sofía la llamó mejor amiga y no parecía ser chiste, la mirada que se dieron cuando dijo esas palabras fue de melancolía.  Necesito mas información, ambas la tienen pero no se que tan fácil me la entregaran, desde que conozco a Lorena nunca había hablado de alguna mejor amiga de la infancia, y Sofía no habla de su pasado más de lo necesario.

De nuevo, terminó lleno de dudas y todas giran en torno a ella.

Me subí al carro y seguí a los James, se dirigen a casa. Bajaron a la pelinegra con cuidado y la llevaron a la sala.

- ¿Cómo te llamas? - preguntó Sofía con ternura\, como si le hablara a Camil. Esa comparación me dio escalofríos\, nunca dejaré que ella pase una situación así.

- Angelica -contestó en voz baja\, tenía el labio roto y un rasguño cerca del cuello-  No debiste haber hecho eso.

- ¿Por qué?\, si te salvo- dijo Hanna- No pasa nada ya estas bien

- Lorena se desquitará con ustedes-  advirtió Angelica.

- Paula no me hará nada- aseguró Sofía-  Hanna\, tengo un botiquín bajo mi cama\, ¿lo puedes traer?- pidió\, la mencionada subió corriendo las escaleras y bajó en menos de un minuto.

Sofia limpio las heridas de Angelica, debido a su tez blanca, se veía más grave de lo que era, también le limpió toda la cara con un paño húmedo, porque se habían manchado de la mugre de sus manos al limpiarse las lágrimas. Pidió a Henry que le pasara un poco de hielo para ponerle en el labio y le aplicó ungüento en el rasguño.

- Sofía - llame su atención- Necesito hablar contigo un momento.

- Vale\, dame un momento - pidió recogiendo los elementos del botiquín- Relájate un poco\, te prometo que después de hoy la misma Pau... Lorena se encargará que nadie te haga algo.

- ¿Cómo puedes estar tan segura? - preguntó Angelica con los ojos llorosos-  No es la primera vez que esto pasa y nadie antes había hecho algo.

- Antes no estaba yo\, o mejor dicho nosotros - contestó con determinación mirando a sus amigos quienes asienten hacia la pelinegra- Además\, me lo debe- añadió\, guiñando el ojo hacia Angelica.

Sofía se levantó y caminó hacia mí, la lleve hacia el segundo piso, no quería que sus amigos nos interrumpieron, escuche como encendían el televisor, mejor así estarán entretenidos y no escucharían nada.

No sabia como empezar, ni siquiera sabía porque la había llamado, simplemente quería alejarla de todo un poco.

- ¿Cómo lo hiciste? -me miró como si no entendiera-  Frenar  a Lorena\, ¿Quién eres Sofía?

- Hay mucho de mi que no conoces\, solo llevo unas semanas aquí no puedes suponer que conoces a alguien al quien le hablas tres veces por semana. Con suerte- añadió al final.

- ¿Cómo esperas que te conozca si no dejas que nadie lo haga? Hoy por ejemplo\, se supone que los James son tus amigos\, pero ninguno sabía de tu pelea con María.

- ¿Qué quieres de mí\, para que me llamaste?- preguntó con irritación.

- No sé... ¿estás bien? -mi pregunta parece que la tomó desprevenida.

- Estoy perfecta y tú\, ¿no deberías estar ayudando a tu novia?

Celosa - me incliné hacia ella, note que se ponía un poco colorada- Lorena no es mi novia -me retire un poco- ¿Cómo sabes hacer curación?

- La pista - contesto\, pero no entendí- Arthur tiene una pista de Motocross\, con Dayanna aprendimos un poco\, incluso participamos en torneos de principiantes\, - sonrió- Ahora ya sabes algo más de mi. Al principio solíamos caernos mucho\, ha decir verdad\, por lo que nos curamos la una a la otra

- ¿Eras amiga de Lorena?

- Suficientes preguntas por hoy\, además tenemos a una hermosa chica abajo\, que necesita nuestra atención.

- Gracias -le dije- por contarme algo sobre ti.

- Luego yo - señalo a si misma con el pulgar- Haré las preguntas.

Bajamos nuevamente, Hanna había preparado café, es un tanto confianzuda pero no me molesta. Angelica, se veía mejor, más relajada. Sofía le sonreía con ternura, como si fuera Camil. Pensando en la reina de roma, Camil entró y se quedó de pie antes de entrar a la sala, nos miró a cada uno y luego se quedó mirando a Angelica.

- La golpeaste -acusó Camil mirando a Sofía.

- ¿¡Qué!? -pregunto mirando únicamente a Camil-  ¿Cómo te atreves a pensar eso? - el tono de voz de Sofía era triste

- No sería la primera vez que te peleas\, recuerdo que lo hacías antes de irte de aquí -contestó inocente\, pero camuflaba un tono amargo\, no había escuchado eso en mi pequeña antes.

- Niña - intervino Angelica\, se había colocado unas gafas cuadradas de marco azul- Sofía no me hizo esto\, ella me salvó de que me fuera peor.

- Pues.. Que bien -se giró y subió corriendo las escaleras\, por primera vez desde la llegada de Sofía\, veo que si tiene más cosas en común aparte de su cabello castaño

Sofía se retiró hacia el patio, Henry se estaba levantando para ir tras ella pero yo aceleré el paso. Salí antes que él y cerré la puerta. Sofía estaba sentada en el piso.

- No necesito la compañía de un intento de hermano mayor

- ¿Qué tal un intento de amigo? -propuse.

- ¿Alguna vez has hablado con ella\, sobre cuando era más joven? - su tono era el de una persona vacía.

- No mucho\, no tiene recuerdos de cuando era muy pequeña\, si no estoy mal tu partida es de los recuerdos más antiguos que tiene.

- Eso es bueno -repuso- En parte me alegra que te haya tenido\, eres el hermano que yo no soy.

- Deberías hablar con ella\, tratar de conocerla y dejar que ella te conozca -aconseje- Me parece que no se han tomado un tiempo de hermanas.

- Ya me voy - interrumpió Camil\, llevaba una maleta

- Señorita - la llame\, sabe muy bien que debe escucharme si la llamo así- Me parece que le debes una disculpa a tu hermana.

- Perdona Sofía -dijo apenada- No se porque eso fue lo primero que se me ocurrió\, pero lo que dije es verdad\, recuerdo que tu solías tener moretones en la piel -Sofía se puso tensa a mi lado- Y si no te peleabas cuando vivías aquí\, ¿Cómo terminaste en el hospital?

Sofía se quedó muda, estaba pálida y una capa de sudor apareció en su frente, se llevó la mano derecha hacia el cuello. No lo había notado antes pero Sofía se viste prácticamente igual todos los días, suele llevar buzos de cuello alto o  alguna camisa de cuello redondo, sea como sea, siempre lleva un buzo manga larga bajo de esas camisas o blusas, tapada siempre con su fiel camiseta a cuadros y combinado con algún pantalón.

- ¿Qué te dijo nuestra madre? - pregunto

- Que fue por un accidente\, pero yo solo suponía que no quería que pensara mal de ti y esconde tus peleas para que yo no me asustara de ti.

- Te voy a decir algo Camil\, y espero que me escuches realmente -Sofía tomó a su hermana por los hombros y la miró fijo a los ojos- Nunca\, pero nunca\, me he peleado por gusto\, lo hice porque me molestaron  o porque molestan a alguien más. - se quedó callada un momento- Y sobre mi accidente - sonó el claxon del carro de la señora Alarcón-  Lo hablaremos cuando tengamos más tiempo.

Se despidieron con un fuerte abrazo, acompañé a Camil al carro para despedirme de la señora Alarcón y pedirle que cuidara mucho de mi pequeña.  Cuando volví, Sofía ya estaba en la sala, se veía como si nada hubiera pasado, pero yo sabía que Camil la había lastimado y ahora yo tenía una nueva pregunta para la lista ¿Cómo es que Sofia estuvo internada en un hospital?

- Saben - dijo Hanna saltando de su asiento- Solo hay una forma de mejorar este día. Tenemos que irnos de fiesta.

Todos se miraron entre ellos y asintieron al mismo tiempo, incluso Angelica. Sofía me miró, hablándome con su mirada, me señaló el celular, sabía que estaba indicando, debería llamar a María y avisar.

El día me había parecido eterno, pero nada me preparaba para la noche.

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