Hanna, Henry y Angelica se fueron, todos hacia la casa de los James; antes de irse llamamos a la madre de Angelica, primero: para pedirle permiso para ir a la fiesta y segundo: para pedirle permiso para que ella pudiera quedarse fuera de casa; estuvo reacia de aceptar lo segundo, pero era de vital importancia que pudiera pasar un poco de tiempo para que su labio se desinflamara los rasguños se podían maquillar. Por suerte cuando llamamos la tía de Angelica estaba ahí y nos ayudó a convencerla. También el hecho de que todos le enviarnos fotos de nuestros documentos de identidad y teléfonos aportó a la causa, y si alguien cree en las casualidades resulta que el padre de los James es el odontólogo de Beatriz la madre de Angélica y eso selló el permiso de forma majestuosa. Ella reconoció las caras de los James por fotos en el consultorio del doctor.
La fiesta empezaba a las 9:00 pm, Logan arregló mi permiso de salida, por lo que cada uno se fue hacia su habitación. Le dije que usaría el baño de madre para que no se preocupara por los turnos.
Hoy Logan me ayudó bastante, y eso que al inicio del día fui grosera con él. Ver como trato de frenar a Paula o Lorena como se hace llamar ahora y el hecho de que no se fuera tras ella me demostró una vez más que es una buena persona, bajo la máscara de “super deportista” . También podemos sumarle que fue muy discreto con cada una de las metidas de pata sobre mi pasado, puede que sí sea de confianza.
En todo el tiempo que llevo aquí, el pasado no me había azotado como lo hizo hoy, por eso necesito salir, cambiar de ambiente, divertirme un poco, aprovechar que mi mamá salió y Camil también para perderme un poco en mi.
Eran las siete de la noche, me vestí con un buzo manga larga sencillo color negro, una camisa roja a cuadros sobre el, no lo abotone, lo deje abierto, un jean negro y unas botas de tacón. Me maquille un poco, delinee mis ojos y aplique sombras y pinte mis labios de color tamarindo. No es un maquillaje llamativo, es un maquillaje al estilo natural. Me alise el cabello para decir que hice algo con él pero el cambio no fue significativo.
Salí de mi habitación y recibí varias fotos de vestidos, Hanna me preguntaba cual era el más indicado para ella y Angelica. Me encontré con Logan antes de bajar las escaleras.
- ¿Ya estás lista? -preguntó mirándome de abajo hacia arriba. Baje las escaleras antes que él.
- Si -contestó\, su escáner me incomoda- ¿Ya te vas?
Si, Tyler, el chico que organiza la fiesta es del equipo, así que todos quedamos en ir a ayudarlo - seguía mirándome raro mientras entrábamos a la cocina, su mirada reflejaba un sin fin de palabras que se contenía por decir.
- ¡Está bien! -solté\, debía preguntar- ¿Qué problema tiene mi ropa?
- No tiene ningún problema\, es solo que la mayoría de mujeres suelen ponerse vestidos\, se maquillan\, se arreglan mejor y tu -me señalo- Estas vestida como fueras a ir a clase normal.
- No suelo usar vestidos\, ¿acaso hay alguna norma de vestimenta establecida para poder ir? -Sería vergonzoso después de mi gran hazaña de estar tarde no poder entrar a la fiesta por mi atuendo.
- No es una norma oficial más bien una intrínseca\, a las fiestas suelen ir personas de otros institutos\, y somos el único con un equipo decente de natación en la zona\, por lo que solemos usar estas ocasiones para promocionarnos y de paso ganar fanaticada en las fiestas.
Me detuve a observarlo detenidamente, mientras el sacaba un refresco de la nevera, llevaba puesto un pantalón negro de lino, a acompañado de un camisa batista manga larga del mismo color. Su look monocromático hacía juego con su cabello, lo tenía a la altura de los hombros dándole a sus ojos azules un aspecto eléctrico, resaltando en medio de tanta oscuridad, debía admitir que no se veía nada mal, Logan es un hombre muy atractivo en realidad, su cuerpo tonificado por el deporte y su estatura lo hacen destacar entre los demás. Para mi pesar el tenía razón, a su lado yo parecía lista para ir de compras.
- Llamaré a Hanna\, tal vez tenga un vestido para mi -le dije\, se que no era necesario decirle pero igual lo hice.
- Sofía\, ve como te sientas cómoda. Si no te dejan entrar solo di mi nombre y todo se solucionara- Sonrió con suficiencia- Jamás te negarían la entrada a una fiesta a una de mis chicas- comentó en tono egocéntrico pero cómico\, ya empezaba a entender la forma juguetona en la que hablaba.
- Gracias joven de nombre muy importante - Bromee\, estaba cómoda con él.
- De nada\, pero creo que eres tú quien tiene un nombre importante -me devolvió la broma\, parecía querer decir algo mas pero al final solo pregunto- ¿Te llevarán los James o te irás en tu cosa?- cambió el tema.
- Iremos los cuatro en el carro de los mellizos y es una moto no una cosa\, y debido a lo de Angelica mi moto se- quedó en el instituto.
- No lo sabía\, si quieres mañana vamos por ella -ofreció- Bueno nena me tengo que ir\, nos vemos en un rato.
Se fue y no me molesto que me llamara nena, ahora se que lo hace cuando está cómodo, me gusta que sienta que puede hablar conmigo de manera relajada y porque yo siento lo mismo, algo.
Tome mi celular y llame a Hanna, al tercer timbre contestó.
- ¿Tienes un vestido que me puedas prestar? -fui directo al grano
- Claro, Angelica y yo ya casi estamos listas en 30 minutos estaremos en tu casa
- Gracias\, aquí los espero- Colgué.
Aproveché ese tiempo para buscar, lo que me gusta llamar “piel falsa”. Me refiero a un buzo hecho de Nylon y fibra de Lycra, el mismo material que usan para fabricar las medias veladas, me cubre desde el cuello hasta las muñecas, enganchándose al dedo corazón y baja más allá de las caderas, allí tiene un aplique de cierre en la entrepierna, debido al material de no ser así se recogería; es del color de mi piel con un acabado escarchado suave sutil, el cuello y las mangas están rodeadas de pequeñas perlas de decoración color marfil.
No puedo usar un vestido o algo escotado en general si no llevo puesta mi piel falsa.
Los James y Angelica llegaron pronto, yo ya me había puesto mi piel para poderme probar el vestido con tranquilidad, si el vestido que me trajo Hanna no es de mi agrado, retomaré mi look inicial y me iré a la fiesta sin importarme el qué dirán.
Abrí la puerta y Hanna reprobó mi vestuario, solo una mirada fue necesario para ello, así que las tres subimos a mi habitación, Henry se quedó solo en la sala viendo televisión creyendo en la promesa de que no nos demoramos.
Hanna me trajo tres opciones de vestido. La primera opción es fucsia, ceñido al cuerpo, lo descarte, el color era horrendo, muy llamativo para mi gusto. El segundo esta mejor, es negro con el top plateado, suelto después de la cintura pero no me siento bien, es muy estilo Hanna y el siguiente igual, son lindos pero no son para mi, son para Hanna, ella es mas alta que yo por lo cual los vestidos me quedan grandes, Pese que Angélica y yo tenemos casi la misma estatura ella es un poco mas esbelta que yo, y el vestido que tiene es mas pequeño que los que Hanna me trajo a mi.
Hanna empezó a rebuscar algo decente en mi armario hasta que dio con una linda caja que había olvidado, la saco y yo sabía que había en él, pero lo había olvidado por completo.
- ¡Sofia! -me gritó- ¿Qué clase de mujer olvida que tiene un vestido nuevo la noche que va a salir?
La chica que no usa vestidos y no sale en la noche -conteste- Dámelo -le arrebate la prenda y entre en el baño, el vestido es azul glauco, es de cuello alto, tiene un botón en la parte de atrás, deja libre los brazos, sobre la cintura tiene un resorte para que se ajuste, de resto el vestido es suelto, y queda sobre las rodillas. Ya tenía puesta las medias así que solo me coloque unos botines de tacón, las mire, di una vuelta para que vieran y bajé sin esperar sus comentarios.
- Hasta que por fin- dijo Henry cuando nos escuchó bajar- Creí que me dejarían esperando toda la noche-
- No exageres hermano\, solo fueron 20 minutos\, aun estamos a tiempo.
¿Qué tienes ahí? - preguntó Henry señalando mi brazo, Hanna le dio un codazo en las costillas. Tanto Hanna como Angélica se ahorraron las preguntas, fue gentil de su parte.
- Es una blusa hecha con el material de las medias veladas color beige que uso debajo de la ropa porque no me gusta tener la piel expuesta- una explicación simple y directa\, la he dicho suficiente veces para no errar en ninguna palabra y de manera contundente para evitar preguntas.
- Muy lindo- dijo un poco avergonzado- Bueno niñas\, nos vamos.
- Si\, pero primero unas cuantas fotos - pidió Hanna. Una breve sesión de fotos y ya estamos camino a la fiesta.
El camino a la casa del amigo de Logan estuvo bien, unos 30 minutos de camino y llegamos, la fiesta estaba empezando, Hanna propuso que nos quedáramos media hora en el carro esperando que más personas llegaran, pero nos pareció muy ridículo, si ya estamos aquí pues teníamos que entrar.
Angelica se veía muy linda, tenía puesto un vestido verde satinado de mangas tres cuartos y unas sencillas sandalias plateadas, Hanna le hizo un maquillaje sencillo, pero le logró disimular del todo los golpes. Hanna llevaba puesto un vestido color marfil y unos tacones dorados, su cabello resaltaba mucho, se veía muy bien, el vestido tiene un escote de corazón por el cual según Angelica tuvo problemas con su hermano dado que no le gusto mucho, aunque creo saber porque o mejor dicho para quien se vistió así, desde que entramos no ha dejado de revisar su celular y mirar sobre los demás en busca de alguien. Henry también se ve bien esta noche, tiene una camisa color marfil combinado con un pantalón beige y unos mocasines negros, creo que Hanna fue la estilista oficial de la noche. Aunque no me pasan desapercibidas las atenciones que tiene con Angelica, está constantemente preguntándole si se siente bien, o si le duele algo, y suele mirarla de reojo como verificando que no se le pierda de su periferia.
La fiesta avanzaba, al rato llego Jackson y se llevó a Hanna, por lo cual no nos quedó de otra que turnarnos como pareja de bailes Henry, aunque para ser sincera yo no baile mucho, disfrutaba ver como Angelica se sonrojaba, junto a Henry y como este parecía pensar mil veces algo antes de hacerlo o decirlo, hacían una linda pareja la pelinegra tenia los ojos llenos de timidez aunque con algunos toques de coquetería en aquel negro profundo que no le quitaba los ojos de encima al pelirrojo. Eran cerca de las once de la noche cuando por fin vi a Logan, estaba bebiendo con sus amigos, decidí ir a saludarlo y de paso preguntarle hasta cuando se quedaría en la fiesta, de ese modo planetaria si volvería a casa con él o con mis amigos. Es lindo decirlo así.
Estaba a mitad de camino cuando alguien me detuvo.
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