Una vez que mi cabeza tocó la almohada, dormí como una roca. Era la primera vez que podía dormir sin sentir que tenía que hacer algo al día siguiente, como leer o entregar un escrito. Sabía que iba a disfrutar de mis vacaciones, aunque así lo llamaba yo.
Me asignaron una habitación pequeña, las monjas estaban preocupadas de que me fuera a incomodar pero les dije que no sería asi. Es más, el tamaño de esta habitación es igual a la de mi mundo, por lo que no me sentiría mal.
Como dormí temprano, desperté temprano.
Me dijeron que no podía usar mi ropa, así que deberé usar una que el Templo me la proporcione, no tengo ningún problema pero ¿Era necesario que mi pecho quede descubierto? parece una toga pero mostrando el pecho.
En fin, salí de mi habitación y comencé a caminar, ya había personas que estaban despiertas, además, me acerqué a un grupo donde parecían estar moviéndose, como si fuera yoga. Una de las monjas de ahí me unió y dijo que imitara sus movimientos.
Y si, sentía que estaba practicando yoga.
Tenía que estirar los brazos, luego las piernas, mover las caderas y después los brazos otra vez. También mencionaron que la respiración era importante, inhalar, mantener el aire en los pulmones unos segundos y luego exhalar.
No mentiré, sentía que todo lo que hice en estos años, la carga, el peso y todo el trabajo que realice, se estaba deslizando de mis hombros.
Cuando llegó la hora del desayuno, me sirvieron un plato lleno de un líquido transparente, como si fuera agua.
— El agua sagrada está llena de nutrientes, puedes comerla todo el día, tendrás mucha energía y no tendrás miedo en perder esos músculos, jovencito. —Murmuró la señora que sirvió mi plato.
— Ah, muchas gracias.
Coloqué la cuchara sobre el agua y aunque pareciera solo simple agua, cuando llegaba a mi estómago, me di cuenta que no.
— Arde ..
— Ese es el objetivo, está limpiando tus malas energías, vamos, come más.
Las monjas que estaban a mi alrededor, insistían en que siga comiendo y lo hice pero cada cucharada me hacía dar ganas de salir corriendo de ahí. Logré soportarlo pero pensar que el humano come tres veces al día ..
— ¿Te encuentras bien? Estas pálido.
— Si, disculpe, iré a caminar. —Me levanté sin ánimo y salí de allí.
— No dudes en buscarnos si necesitas ayuda .. mi diosa, ¿Vieron lo atractivo que es?.
Continué caminando y seguí mirando los alrededores, lo único bello a destacar, eran sus paredes de vidrio, podías caminar tranquilo pero levantabas la mirada y encontrabas un hermoso cielo. Mis pies se detuvieron cuando llegaron a una sala que parecía ser la Biblioteca.
Allí, leí un poco la historia sobre la Diosa Eternity, a quien, en este mundo, consideran a su deidad principal.
"Hubo una vez una mujer de campo que hizo lo posible para llevar el pan en su familia, vendió sus zapatos, compró unas semillas. Vendió las semillas, consiguió fruta y las semillas de esas frutas, le permitieron plantar un huerto. Vendió las frutas, consiguió comida, vendió comida y consiguió ropa. Todo objeto que caía en sus manos, lo vendía para comprarse alguna necesidad que sentía. Las personas del pueblo, sorprendidos por sus pasos, decidieron seguirla. La mujer no dudó en compartir el poco pan que tenía con vecinos por lo que ellos nunca olvidaron su amabilidad, ni siquiera cuando murió. Le rezaron y así pasaron las generaciones, rezándole a la Diosa para que siempre les traigan un pan en la mesa."
— Bueno, al menos conozco su origen, mientras esté aquí, voy a respetar su religion.
Continué leyendo algunos libros más, así como el de la Santa, quien se decía que era una persona que tenía más contacto con la Diosa.
¿Pero a que se refiere con contacto? ¿Compartirán espíritu o alma?
— Todavía no he conocido a la Santa, ya tendré oportunidad de hacerlo.
No tengo un horario de actividades que hacer, solo tengo que realizar lo que un sacerdote haría. De cualquier manera, creo que también podía mojarme en agua sagrada. Mientras no la beba, estaré bien.
Salí de la Biblioteca y me dirigí a un jardín inmenso, donde en el centro, se encontraba una fuente. Muchas monjas y sacerdotes la usaban para limpiar su rostro e incluso algunas la bebían, como era sagrada, no tenía nada de malo. Yo por otro lado, me acerqué a la fuente y mojé todo mi cuerpo, era muy doloroso beberla pero por fuera, era como si estudiera tomando un baño de agua de rosas. Tenía una suave fragancia a flores y al menos, lo mejor de todo, es que estaba tibia.
Mi vista se volvía un tanto nublosa por el agua pero cuando levanté la mirada hacia una mujer, no tenía la misma vestimenta que las demás. Su expresión era de sorpresa y aunque no sabía si me estaba observando a mi, levanté la mano y le saludé.
No la escuché pero leyendo sus labios, había dicho algo como: "Te encontré."
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Comments
Maria Isabel Fernandez
siiii!!
2024-04-11
2
becfran
Su angel?!
2023-07-28
3
🤗Finita💖💫🇲🇽
Su ángel.
2022-10-26
1