Capítulo 15: Negociaciones

— Es por eso que algunos pueblos se niegan a moverse. Si me ayudara a encontrar una razón para echarlos de ahí, se lo agradecería, su majestad.

Me encontraba en la reunión junto al Rey, y frente a nosotros, estaba Lord Fullress. Aquel joven se casó con Lady Monse, quien era una hija del Barón Glaw, intentó casar a su hija con la intención de ganar dinero pero Lord Fullress comenzó a perder dinero en apuestas y mujeres, ahora trata de hacer unos cuantos negocios, luego de darse cuenta que está a un paso de la bancarrota.

¿Es bueno confiar en alguien quién despilfarra el dinero?. No lo sé pero si quieres cambiar, te daré una oportunidad.

— Si me permite, padre, me gustaría dar un consejo.

El Rey, sabiendo que me dijo que me quedara callado en reuniones anteriores, ahora me daba la palabra.

— Estaría honrado de sus palabras, su alteza. —Murmuró Lord Fullress.

Es imposible levantar un pueblo para hacer plantaciones si su único medio con el agua, es con el río que se encuentra ahí. Muchas familias ya se han asentado, por lo que sacarlas, será dificil. En lugar de discutir con ellos, ¿Por qué no trabajas con ellos?.

En este mundo, no se puede permitir trabajar solo, tienes que cooperar y trabajar en equipo.

— Digale a la gente del pueblo que quiere trabajar con ellos. Muestreles el proyecto de la construcción de rosas y expliqueles lo que quiere hacer. ¿Tenía en mente contratar a gente para el cuidado y riego de las rosas?, no lo haga, deje que las personas del pueblo, quien tiene más conocimientos directo con los cultivos, se encargue. Pagueles y permitale que ellos vendan sus rosas, las ganancias serán tanto para el pueblo como para usted y un pueblo rodeado de flores permitirá la llegada de extranjeros.

El Rey y Lord Fullress estaban pasmados.

— La mano de obra iba a ser un precio desorbitante, si la ayuda de los habitantes genera un precio menor, entonces eso lo resolvería todo.

— Por supuesto. —Respondí, dando un sorbo al té.

A este té le hace falta unos dulces de leche.

— Le agradezco mucho, su alteza y a usted también, su majestad. El pueblo estará en buenas manos con el joven Lancelot.

¿Escuchaste eso? Ahora jubílate, anciano.

Cuando la reunión terminó, el Rey ni siquiera se atrevió a decirme nada y mucho menos mirarme a los ojos. Pero supongo que esto suma puntos para obtener el título.

Sonreí.

Al principio me negaba rotundamente al título y ahora pienso en eso. Que extraño giro de trama. Subí hasta mi habitación, donde Noah me esperaba con un carrito, ahí estaba su famosa tarta de manzana.

— Que delici.. —Su mano golpeó la mía.

— Primero revisaré su mejilla y luego podrá comer.

— No era necesaria la violencia, Noah. —Lo miré con ojos de cachorro mientras fingía sobar mi mano.

— Solo sientese.

Hice caso a su orden y me senté. Como tenía la reunión, no podía presentarme con un vendaje o un rasguño en la mejilla. Por lo que Noah usó un poco de maquillaje para ocultar el moretón. Mis padres nunca me golpearon, así que ser golpeado por un desconocido y en un mundo aún más desconocido, si me enoja mucho. Pero tomé un respiro y traté de tranquilizarme.

— Está muy feo. —Dijo Noah, que aplicaba un ungüento.

— Gracias, tus palabras me tranquiliza.

— Lo siento, Lance, lo dije sin pensar.

— No, está bien, hasta lo que me dejaste ver en el espejo, si es un moretón feo.

El Rey no usó sus dedos para abofetearme, usó el hueso de arriba de su muñeca y por la fuerza, es normal que se forme así. No dudó ni un poco en mostrar su fuerza, aún así, tampoco es que me importe lo que le suceda a este rostro, mientras no me duela, estaré bien.

Sin darme cuenta, Noah me sirvió un plato de su tarta y luego continuó con mi mejilla. Me trata como un niño, me dio el dulce para que no llore, no pude evitar reír. Le di una mordida a la tarta, cuyo sabor era exquisito, nunca había provado una tarta tan deliciosa como la de Noah.

Unos días después, estaba en el escritorio revisando los permisos para construir la plantación de rosas en ese pueblo. Todo estaba correcto y bien organizado, deberé enviarle la carta al Rey para que lo termine de revisar y que sea enviado al contador imperial.

Por alguna razón, recordé a la señorita que me cantó en mi cumpleaños.

Sé que tiene cabellos blancos y huele a jazmín. Pero Noah me confirmó que no había nadie así en el baile entonces ¿Que hacías allí?. ¿Como puedo encontrarte?. Terminé suspirando y seguí revisando otros documentos.

Cuando terminé de revisar todo lo que tenía, me quedé leyendo un libro. Fue en ese momento que Noah entró.

— Joven amo, Lady Angelica espera comer junto a usted en el jardín.

— Si, gracias, enseguida voy.

Me levanté de mi asiento y salí de la habitación. Caminé normal, ni muy rápido, ni muy lento, aproveche ese momento para mirar el cielo por los ventanales. Tener una vida aquí era muy ajetreada pero en comparación con mi mundo, ahora soy capaz de hacer cosas que nunca antes hice. Comencé a reír para mi mismo, nunca había montado en caballo antes, tampoco sabía bailar, mucho menos tocar un instrumento.

Simples recuerdos o simples memorias, aún los atesoro.

— Saludos, Lady Angelica ..

Ni siquiera terminé de hablar cuando se lanzó a mi y me abrazó.

— ¡Lanci! ¡Te extrañé! ¡Ni siquiera tuvimos tiempo de bailar juntos!.

Y cuanto me alegro. Ella empezó a besar mi mejilla cuando intentaba alejarla pero se detuvo al ver como mi otra mejilla, estaba vendada.

— ¿Que te ocurrió? ¿Quien se atrevió a dañar tu perfecto rostro?.

— Me caí del caballo, nada de que preocuparse. —Tomé sus manos entre las mías, alejandolas de mi rostro.— Por favor, tomemos asiento y comamos algo.

Logré evadirla fácilmente y cuando nos sentamos, comenzó a charlar sobre los vestidos lujosos que se compró. Yo seguía disfrutando de mi carne y de vez en cuando ella acercaba un trozo de queso a mi boca, tuve que comerlo. Ella parecía contenta y alegre, así que por ahora estaba bien.

— ¿Sabes? Todos en el pueblo hablan de lo increíble que eres.

— ¿Si?. —Quizá la primera vez que Lady Mercedes me habló de los rumores, me sentía feliz pero cuando también me di cuenta que los rumores pueden ser malos igual, preferí ser indiferente.

— Sip pero algunos pusieron expresión de asco cuando te vieron sucio en el orfanato. No deberías ensuciarte por los pobres. Asegurate de estar siempre limpio y de estar con la gente correcta.

Y cuando se refiere a la "gente correcta", ¿Es a los de la nobleza?. No puedo creer que esté escuchando esto. Pero seguí comiendo, aunque con el ceño fruncido.

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