Si lo soy

El se encargó de manejar  hasta la mansión encuentro llegaron se dio cuenta de la muy inconsciente mujer que tenía aun lado de él, ella se miraba muy demacrada y sin darse cuenta eso le dolió en el corazón, más luchó con todas sus fuerzas para no darle importancia a ese sentimiento. Abrió su puerta y rodeó el carro cargando entre sus brazos el frágil cuerpo de su ahora mujer.

- ¿se encuentra todo bien?- preguntó Luis mientras les abría la puerta amablemente.

- ¿despediste a los invitados!?- Dice 

- Si ¿está todo bien con la señora!?- preguntó al verla plácidamente dormida entres los brazos de su patrón.

- Si, solo duerme- se va a su habitación dejando a la joven en la cama y sale de la recámara se dirige a sus estudio.

- ¡Luis ven!- le dice después de encontrarlo en su recorrido al estudio solo asiente y camina detrás suyo.

- ¿Si joven que se le ofrece?- pregunto encuentro entran al estudio y solo se quedo parado en la puerta mientras Ed pasó a sentarse por completo en su escritorio

- quiero que hables con el abogado y haga el contrato para las empresas de Bernard– dijo él con indiferencia solo miraba su pantalla y tecleaba sin parar.

- ¿ continuarán siendo los mismos?- sabía muy bien que su jefe no tenía planeado desde un principio ayudar a Bernard su objetivo siempre fue apoderarse de su ahora esposa lo demás no le importa en absoluto.

- ¡No quiero que mi esposa sepa de eso!- dijo él como advertencia 

- ¡Sí señor!- respondió él.

Luis sale del estudio, mientras que Ed se encarga de hacer algunas investigaciones a Viviana. Después de unas horas el vuelve a su recámara. La pequeña joven duerme en la cama, sin siquiera haberse movido un poco de su lugar..

- voy a destruir a tu padre!- Le dice él al oído y la besa mientras ella permanece sedada  El pequeño cuerpo de la joven en esa situación es la víctima perfecta para él, más no, no la toca no esa vez solo entra al baño y se acuesta en la cama, abrazando por la cintura el pequeño y frágil cuerpo aun costado de el.

Duermen hasta el amanecer. La joven es la primera en despertar.

Al ver el brazo de Ed ella como reacción se revisa de traer su ropa aún intacta, lanza un pequeño suspiro de alivio.

- ¡No te toque si eso buscas!- Dice Ed al sentir los movimientos de la joven.

- ¿en verdad no me hiciste daño anoche?- Dice la joven agachando la mirada.

- No, a pesar de ser mi esposa y nuestra luna de miel no te viole!- tomando entre su mano la frágil  mejilla de la chica haciendo que lo vea, la joven sin embargo le es muy difícil mantener la mirada firme.

- ¡gracias supongo!- dijo ella tratando de evadir a toda costa la mirada de su esposo.

- ¡Hay otras formas de agradecer!- dijo el agarrando un mechón de su cabello y llevándolo a su nariz oliendo la fragancia que emanaba de esa delicadas hebras de cabello. Sube encima de ella y la besa, tomando con fuerza sus manos apoyándose encima de su cabeza.

Se retira de ella mordiendo su labio inferior.

- Tienes una semana de duelo- a pesar de que lo que más deseaba era hacerla gritar entre sus brazos el hecho de que ella estuviera tan vulnerable le causaba lástima, si Ed sentía lástima por ella. no le parecía divertido tenerla tan fácilmente.

Después de una hora tocan a la puerta de la recámara.

- ¡Señora el señor la espera para desayunar!- Dice Luis.

- Pasa Luis - dice la joven del otro lado de la puerta.

- ¿Se encuentra bien señora!?- preguntó al verla pensativa.

- ¿ Está todo bien con Ed?  no sé cómo actuar a partir de ahora no quiero hacerlo enojar!- dijo la joven, sabía muy bien que luis le daría un buen consejo.

- El parece estar tranquilo, señora solo no demore en bajar al desayuno al joven no le gusta que lo hagan esperar!- Dice saliendo de la recamara.

Mientras la joven no puede evitar preguntarse por qué Ed no la obligó a estar con el y como es que le dio una semana de duelo si un día antes el la deseaba con tal fuerza. pero aun asi se sintio feliz de cierta manera ya que no seria obligada a tener sexo con su esposo.

Ed se encontraba en su ordenador y Luis parado aún lado de él.

- Hasta que bajes - dice Ed dejando de lado su ordenador.

- Lo siento- dijo agachando la cabeza.

- ¡Siéntate!- ordena.

Les sirven sus desayunos, Ed comienza a comer mientras ella mueve de un lado a otro su tenedor, en el plato haciendo un pequeño ruido pero muy molesto.

- YA BASTA- Le gritó quitándole el tenedor.

- No tengo hambre ¿me puedo retirar?-

- ¡No, come!- Le ordenó Ed apuntándole con la cuchara.

- por favor- como si fuera una niña pequeña que le pide a sus padres poderse levantar de la mesa.

- Tu padre no está en el país- Dice Ed

- ¿Queee? Él golpeó a mi madre y la dejó morir, cómo pudo irse!- La joven se exalta y se para de la mesa.

- Tranquila ya lo encontraré, nadie escapa de mi!- Dice con una sonrisa, esa es la mujer que recuerda, esa mujer que no dejaba de luchar.

- ¿qué vas a hacerle a mi padre? - preguntó la joven sin emitir ninguna emoción.

- si yo le llegó  ha hacer algo a tu padre es por mi no por ti!- dijo él con voz fría y tomó de nuevo su ordenador ignorando a su mujer.

- ¡El asesino a mi madre- dijo la joven

-  hay maldad en tu corazón- Dice Ed- Lo destruiré por ti pero quiero algo a cambio!- 

- ¿Qué quieres?- qué más podría pedir que ella no supiera ya.

- ¡Fácil a ti!- Dice haciendo una pausa - Además me debes una , ¿te recuerdo tus palabras?-

- Se lo que dije- sabía muy  bien que Ed no hacía nada sin recibir nada a cambio.

- Si que me darías lo que yo quisiera!- dijo él pero ella no tuvo la fuerza para voltear a verlo

- Me diste una semana de duelo- dijo ella en un hilo de voz

- ¡Una semana!, eso me lo propusiste antes de darte la semana.- Él hace aún lado el plato. - Luis sal de aquí.- luis asiente 

- ¡Sí señor!- Dice saliendo de la cocina.

- ¿Qué quieres?- preguntó la joven 

- Quiero que comas -

- ¿Qué?- la joven no esperaba que Ed le pidiera eso.

‘Acaso es bipolar?’ pensó la joven.

- ¿harás que yo te alimente?, a cambio del favor de ayer quiero que comas.- repitió él de nuevo.

- Puedo comer en mi silla— dijo ella con indiferencia al ver como él la sentó en su regazo.

- No, ¡te quiero aquí!- 

Ella empieza a comer mientras él beso su cuello, cada vez que ella para de comer él ladea su cabeza hacia atrás para tener más accesibilidad a su cuello. El presiona y acaricia la entrepierna de la joven mientras sus labios viajan por el cuello de la joven.

- ¡Ya terminé!- Dice la joven dándole el último bocado a su plato de comida.

- Mmm ujum!- Dice Edward sin dejar de besarla. - ¡Besame!- ella no quería hacerlo pero aun así lo hizo.

- Sabor a fresa, ya puedes irte, voy a salir si quieres salir dile a Luis que te lleve si no vas - dijo por último.

- Si- respondió ella

- ¿Si que ?- preguntó el

- entendí-

- ¡Bien!-

Ed la baja de su regazo y sale con su ordenador en mano.

- Joven, ¿saldrá?- preguntó luis

-, iré a ver a mi hermano, estaré fuera por dos días!- dijo el

- ¡Buen viaje!- 

- Gracias -

Ed sube a su recámara mientras que Luis regresa a la cocina y ve a la joven muy pensativa.

- ¿Está todo bien señora?- la cuestiona 

- podrías llevarme a casa de mis padres!- era el lugar a donde menos quería ir pero aun quería guardar esos recuerdos de su mamá 

- prepararé el auto!, el señor aún no se va, él podría llevarla!- sugirió 

-No, llévame tú!- cualquier lugar es más seguro que en los brazos de su marido.

- ¡Lo que usted diga señora!- sale a alistar el auto.

Mientras entra la señora encargada de la servidumbre.

- Señora qué desea de cenar esta noche?- preguntó la señora con amabilidad.

- Yo, no cenaré aquí!- dijo la joven, sin saber que ed estaba en la puerta de la cocina escuchando

- ¿Piensas ir a cenar a otro lado?- Pregunto 

- Yo...- Ed se acerca a ella.

- ¡No quiero saber que andas por ahí con algún hombre o te mataré!- Le dice tomándola fuerte del brazo.

La señora de la servidumbre sólo agacha la cabeza.

- ¡No te tengo miedo!- Dice la joven y él lo ve como un desafío.

- he sido muy blando contigo!- dijo acercandola mas su cuerpo al de él.

- me has violado día y noche y ¿dices que eres blando?!- Dice ella alterada con las lágrimas al borde de sus ojos

- TU ERES MIA, TU CUERPO ES MÍO Y PUEDO HACER CONTIGO LO QUE QUIERA- El parece molestó, la toma por la cintura y la lleva directo a la pared.

- ¡Suéltame!- gritó la joven, mientras una señora sale dejando a la pareja a solas.

- anoche no te toque, creo que hay que remediar eso, voy a darte muy duro para que me extrañes cariño—

- No, suéltame!- Ella le pisa el pie y trata de salir corriendo cuando él la tomó del cabello y ella se detiene, después la abraza por la espalda y le susurra al oído.

- ¡Nadie escapa de mi cariño!-

 El  la carga en su espalda la mitad de su cuerpo está hacia enfrente dejando caer su cabeza hacia atrás.

- Suéltame- la joven no para de gritar y patalear mientras él sonríe y le da una nalgada

- No, pensaba irme si divertirme contigo, pero te lo has ganado a pulso!- dijo el mientras apretaba el trasero de la joven. 

La lleva hasta la recámara y la arroja a la cama con fuerza. Ella se va hasta la cabecera.

- No me toques - gritó

- Creo que no estás en el posición de decirme que hacer, tu obligación cumplirme, cumplir tus obligaciones como mi esposa, te guste o no-

El se acerca a la puerta y la cierra con llave. Se acerca su buró y saca algunas corbatas

- ¡no sabes cuánto te odio!- dijo la joven sin parar de llorar.

- ¡Guarda silencio!- Él amarró sus manos a la cabecera de la cama.

- ¿Por qué haces esto!?- Dice la mujer con miedo.

- ¡Solo por diversión!-

El rompió el vestido de la chica quedando solo en ropa interior.

- ¿Que voy a hacer contigo hoy? - dijo el mientras miraba el hermoso cuerpo de su mujer

- ¿no cumples tu palabra?- la joven luchaba por soltarse sus manos pero solo provocaba un dolor aún más fuerte en sus muñecas

- Te dije que una semana de duelo, esto no te va a doler!, te doy mi palabra!- río él entre dientes

Se acerca a su boca y empezó a besarla, después su labios pasan a su cuello dejando algunas marcas en él, demasiadas para ser exactos.

- Para - Dice la joven pero él no siquiera voltea a verla, lentamente sus labios bajan a sus pechos hay donde el brasier tiene su final, deja algunas marcas.

El deseo va creciendo lentamente, ignorando por completo las quejas de su esposa. Pasa sus manos para la espalda de ella y desabrochar su brasier dejando totalmente al aire sus pechos  el se levanta de la cama y con delicadeza quita sus bragas mientras las va bajando el no deja de tocar ligeramente sus piernas. El cuerpo de la chica se estremece. El quita su camisa dejándola caer al suelo junto a sus pantalón y su boxer. La mano de Ed va al lugar íntimo de su joven esposa.

Se acerca al oído de la joven.

- ¿Estás tan húm***, ¿te gusta esto!?- después le mordió la oreja ligeramente.

Dice el mientras que su mano toca y da pequeñas palmaditas en la intimidad de su esposa

- ¡Por favor no!- Dice la joven.

- ¿Quieres que pare?- preguntó él, mas si la respuesta es sí, no se detendrá.

- Si -

El la ignora y retoma su cuello como suyo mientras dos de sus dedos entran en el interior de la chica. Ella no sabe si es que ya su cuerpo se ha acostumbrado pero no puede evitar que un gemido salga de su boca. Su razón le dice que no pero su cuerpo experimenta cosas que no debería de sentir.

- ¡Tu eres mía!- Le dice él dándole un beso en los labios, sin dejar que sus dedos paren de entrar en ella.

- déjame aaah por.. !- dice la joven con su voz agitada.

El saca del interior de ella sus dedos y en reacción las cader*s de sus esposa se levantan un poco como si buscaran más de esos dedos, él se aleja de ella un momento para incorporar su cabeza entre sus piernas. El besa y da pequeños mordiscos a su entre pierna, de ahí su lengua juega con su botón. La joven mueve sus piernas para tratar que el salga de ahí más él con sus manos las sostiene con fuerza. Ella era de él y  deseaba poseerla por completo, probar cada parte de ella. Su fragancia, su aroma lo enloquecía cada vez más y más, y la humed* involuntaria de su mujer no le permitía desistir de probar lo que él tanto quería. El adentró su lengua en lo más profundo de la chica, mientras que para sus oídos ella daba pequeños gemidos involuntarios El se despega de ella y sube de nuevo a la parte que más le gusta de ella, su cuello.

- ¡Correté!- le ordena el introduciendo su hombría dentro de ella.

- No, no, noo ahh EDWARD- Decía la joven, mientras su cuerpo la traicionaba, ambos estallando en el primer orgasmo de la chica.

Desata las manos de la joven y le da un beso en los labios.

- ¡Te dije que no te dolería!- Le dice él dejándola de besar.

- ¡Te odio!- Dice ella apenas con aliento.

- Tu me odiaras, pero voy a hacer que tu cuerpo me desee!- Dice pasando ligeramente sus dedos por el vientre de su mujer, la cuál siente un ligero escalofrío.

- Eres un...- el no la dejo terminar de decir la palabra monstruo

- ¡Jajaja si lo soy!-

El se pone en pie y entra a la ducha.

Ella se levanta lo más rápido que puede, se cambia y sale de ahí, no quiere que Ed la vuelva a tocar.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***